La apisonadora azulgrana tritura al Logro?o

Tal y como est¨¢ dise?ada la Copa del Rey y la situaci¨®n de los equipos, el Bar?a tiene m¨¢s opciones de perder en los cuartos o en la semifinal que en la final, como se acaba de demostrar este domingo con el 34-23 (20-13) ante el Logro?o, en lo que supone la d¨¦cima consecutiva de los azulgrana para un total de 27, tres de ellas de la etapa preconstitucional, la ¨¦poca del General¨ªsimo. El cuadro riojano, que tuvo que pelear lo indecible en el ¨²ltimo partido de las semifinales, ya estaba agotado antes de arrancar el partido, y por mucha china hist¨®rica que sea para el Bar?a, la apisonadora rival la destroz¨® sin compasi¨®n.

Cuando un equipo de la Asobal disputa tres partidos en tres d¨ªas, no tiene fuelle. El Bar?a s¨ª, porque est¨¢ a otro nivel, con 18 jugadores de un nivel semejante que impide que se noten las rotaciones de Ortega, Daba la impresi¨®n que para los azulgrana era un entrenamiento suave, y para el Logro?o escalar un 8.000 y sin ox¨ªgeno. Por eso cuando Velasco intent¨® el ataque de siete que tan bien le hab¨ªa ido en la Liga, y que le copi¨® el Torrelavega en la Copa, se vio que era una temeridad: si marcaba gol, ten¨ªa la contestaci¨®n en tres segundos: si no marcaba, llegaba el gol en dos.

Se puede decir que el Logro?o pele¨® por amor propio, porque tiene una plantilla joven y con orgullo, que intent¨® ataques largos para romper el ritmo al Bar?a, pero cuando le sal¨ªa bien la apuesta, all¨ª estaba Nielsen para evitarla. Es m¨¢s, perdi¨® muchas ocasiones en vaselinas que en otras condiciones se juegan bien, pero en el partido ni eran capaces de precisarlas.

Para el Bar?a tal vez fue un d¨ªa m¨¢s en la oficina, aunque muy especial para la persona m¨¢s querida y apreciada en el balonmano internacional, porque con este t¨ªtulo Jos¨¦ Antonio Guti¨¦rrez, el m¨¦dico del equipo azulgrana y que trata a jugadores de media Europa, sum¨® ?122 campeonatos oficiales! la misma cantidad que a?os tiene el club. Discreto, no se lo dijo a la plantilla, que de otro modo le hubiesen manteado, que era lo que tocaba.