Hist¨®rica und¨¦cima del Bar?a

Con el suspense de los penaltis, con ¨¦pica de superar momentos imposibles, con incertidumbre porque el gol para evitar la pr¨®rroga lo marc¨® Karalev para el Kielce a un segundo del l¨ªmite, el Bar?a consigue su und¨¦cima Champions, el primer equipo que gana dos de manera consecutiva desde que se disputa el t¨ªtulo como Final Four: 37-35 (14-13, 28-28, 32-32). En una temporada sinuosa, en la que se cuestion¨® su juego, Carlos Ortega (al fina gana la Champions como entrenador) consigue que su plantilla llegue a Colonia en un momento de forma perfecto, y con el plantel mentalizado para jugar m¨¢s de 40 minutos sin el cerebro Cindric, lesionado en el inicio de la segunda parte, y para pelear con un cuadro polaco que le hab¨ªa ganado en los dos partidos de la liguilla. Y todo por un detalle, el de Gonzalo P¨¦rez que le par¨® el penalti a ?lex Dujshebaev, y porque Wolff le toc¨® el bal¨®n a G¨®mez y a Mem, pero no los detuvo.

Fue un partido sobresaliente, de los que explican por qu¨¦ este deporte de tipos vigorosos, fornidos y pesados que mueven el bal¨®n a mil por hora y reaccionan a una velocidad de v¨¦rtigo, tiene tanto predicamento en los pa¨ªses de centro Europa. Sin duda, es de las finales que se recordar¨¢n en los pr¨®ximos a?os, sin que se pueda se?alar a un solo nombre como el jugador del partido aunque la EHF le conceda al pivote Karalek el t¨ªtulo de mejor jugador.

El Kielce, que empez¨® con los Dujshebaev en el banquillo, que Talant los dosific¨® para los momentos importantes, se vio superado al principio. El Bar?a met¨ªa velocidad, iba a mil por hora, pero cuando se vio que Ortega daba entrada a Makuk demasiado pronto aquello no pintaba bien para Cindric, que de hecho en el minuto tres de la segunda parte se fue para no volver. Para entonces el partido ya estaba en tablas, en un p¨¦ndulo de un gol para cualquiera de los rivales.

Talant inicio la segunda parte con una primera l¨ªnea diferente, Kulesh, y Dani y ?lex Dujsebaev, y m¨¢s tarde meti¨® a Karacic tambi¨¦n, y con Karalek de pivote. El Bar?a frente a los imponderables apost¨® por una primera l¨ªnea francesa, N?Guessan, Richardson en el centro y Mem. Fabregas en el pivote porque Ben Ali no cont¨®. Ortega manten¨ªa un juego ortodoxo de toda la temporada, y Talant apostaba por sus decisiones m¨¢s arriesgadas y sorprendentes, con un juego que se frena por momentos para buscar una especie de cataclismo al instante.

Los dos equipos tuvieron opciones de ganar, ambos necesitaron remontar, con los hermanos Dujshebaev complicando la existencia al Bar?a, aunque todo se decidi¨® en el tercer penalti, cuando ?lex se enfrent¨® a Gonzalo P¨¦rez, cara a cara entre los dos l¨ªderes de la Selecci¨®n. Fint¨® el c¨¢ntabro, aguant¨® el toledano, y cuando solt¨® el bal¨®n el lanzador, ah¨ª estaba el cuerpo del portero. Jugada decisiva porque para el Bar?a marcaron todos, G¨®mez (104 goles, m¨¢ximo goleador de la Champions), Mem, Richardson, Ali Zein y el ¨²ltimo F¨¢bregas.

Joan Laporta tuvo que apostar: entre el baloncesto y el balonmano acompa?¨® a este equipo a Colonia. Aqu¨ª se jugaba un t¨ªtulo europeo, y en Madrid o se perd¨ªa, o se ganaba para volver al Palau. Para su imagen le sali¨® bien: regresa a casa con la Champions, y con dos jugadores con los cuatro t¨ªtulos del Bar?a de la Champions del actual formato, Gonzalo P¨¨rez y Aitor G¨®mez, a muy buena altura en la final.