Fabregas hace llorar al Bar?a

En el primer partido comprometido de la temporada en el Palau esta vez al Bar?a se le cae el tenderete. Una derrota dolorosa ante el Veszprem, rival directo, puede ser un accidente, como ocurri¨® hace dos a?os ante el Kielce polaco, el ¨²ltimo rival en ganar en la pista azulgrana. Pero es una derrota que escuece, por lo amplia y porque el equipo de Ortega encaja 41 goles (36-41), poco menos que inconcebible.

Ludovic Fabregas regres¨® a la que fue su casa, y salvo en el minuto de presentaci¨®n, ya no tuvo condescendencia. Todo gira alrededor de su posici¨®n de pivote, para recibir o generar espacios, aunque en tiempos de 10 minutos y descanso. Cuando no estuvo Fabregas su puesto lo ocup¨® Dragan Pechmalbec, en este partido tan acertado como el titular.

Esta vez es Bar?a se encontr¨® con un rival al que con los cambios no le rebajaban el juego, que mantiene el nivel, que sigue siendo competitivo, porque cuando Casado tom¨® el mando del Veszprem y mand¨® a Remili al lateral, hubo un salto de calidad.

Mientras, los azulgrana no encontraban ni el ritmo ni la gesti¨®n de su juego, con una primera l¨ªnea francesa (Mem, Richardson y N?Guessan) y descartados Valera o Cikusa. No funcion¨®. Pelear con el muro h¨²ngaro y con Corrales en la porter¨ªa no daba r¨¦dito, sin juego por los extremos, porque Wanne, por ejemplo, jugo medio partido sin opciones de lanzar.

Hubo un momento, a la desesperada, que el Bar?a apost¨® por ataques el¨¦ctricos, por cambiar al 5-1, y subir a sus defensas sobre los laterales. Fue un momento, un espejismo, porque no hab¨ªa tiempo frente a jugadores que s¨ª conocen el oficio. Al final, derrota, la primera de la temporada, y lesi¨®n de Dika Mem en el desenlace del encuentro..