El Granollers de Gurri la vuelve a liar en Alemania
Remonta en la segunda parte ante el Goppingen y jugar¨¢ la final de la Liga Europea este domingo (18:00, Esport3/DAZN) ante el Fuchse Berl¨ªn
Jan Gurri, uno de esos jugadores singulares que ofrece de vez en cuando la cantera del Granollers, no empez¨® el partido ante el Goppingen porque Antonio Rama prefiri¨® otra combinaci¨®n en la primera l¨ªnea (Antonio Garc¨ªa, Reguart y Faruk), pero cuando le sac¨® para completar el ataque, su aportaci¨®n fue sencillamente colosal: nueve goles sin fallo (entre ellos el ¨²ltimo), defensa, recuperaciones de bal¨®n, y dejar en el final del encuentro a los alemanes sin el gigante Blagotinsek. De s¨®lo 20 a?os y ya internacional espa?ol, Gurri fue la c¨²spide de una pir¨¢mide s¨®lida como bloque el cuadro vallesano para lograr el 31-29 (16-18) y meterse en la final y luchar por otro t¨ªtulo 27 a?os despu¨¦s del ¨²ltimo.
En los cuartos de final el Granollers puso patas arriba a la Liga Europea eliminando en Alemania nada menos que al Flensburg, el organizador de la Final Four. Ayer, cuando se esperaba una fiesta alemana el domingo, el equipo espa?ol la vuelve a liar. Remont¨® tres goles que lleg¨® a tener de renta el Goppingen, se puso por delante en el minuto 51, y se meti¨® en la final del hoy (18:00, Esport3 y DAZN) ante el Fuchse Berl¨ªn.
Aunque Gurri se lleve los laureles, no se oculta con ello el trabajo defensivo extenuante y con pocos efectivos de los vallesanos: el portero Rangel fue un muro (Marc Guardia ?tambi¨¦n en el minuto que jug¨®!), y Rey y Amig¨® batallaron como titanes en el centro del 6-0. Dos cambios en ataque y defensa parec¨ªa un suicidio porque el Goppingen golpeaba en el contragol muy r¨¢pido; pero a la postre fue efectivo, porque mantuvo la frescura de Salinas y Faruk (aunque tambi¨¦n pas¨® por la defensa) para contestar en ataque, y acabar con m¨¢s soltura que los alemanes.
Antonio Garc¨ªa siempre fue un l¨ªder, Yusuf el zurdo desequilibrante, y Salinas una especie de rat¨®n buscando huecos invisibles en esa necesidad de vengar a su hermano Rodrigo de aquella derrota en una final continental ante este rival. Franco y Torriani, los extremos, no tuvieron descanso, y David Roca tuvo una aportaci¨®n testimonial pero imprescindible. Ese c¨®ctel, con una movilidad indiscutible en los ¨²ltimos minutos para compensar la diferencia f¨ªsica, fue determinante para que el balonmano espa?ol est¨¦ en la primera final europea de la temporada en un encuentro que siempre estuvo equilibrado y controlado.