El Barca cae en Magdeburg en el ¨²ltimo segundo en un choque precioso
La derrota no cambia nada para el equipo azulgrana, que ya est¨¢ clasificado para cuartos, pero escuece en el amor propio.
La derrota en el ¨²ltimo segundo en la pista del Magdeburg no cambia nada para la buena marcha del Bar?a en la Champions, que en el peor de los casos est¨¢ clasificado para los cuartos de final de manera directa como segundo, y que si gana en el Palau la pr¨®xima semana ser¨¢ el primero de la liguilla. Ahora bien, ese 29-28 (13-14) es de las derrotas que escuecen y por varios motivos: es la primera fuera de casa esta temporada, y es ante el rival que en las dos ¨²ltimas campa?as les ha ganado dos Mundiales de clubes y una Champions. Eso hace mella en el amor propio y m¨¢s cuando se ten¨ªa la oportunidad de, al menos, hacerle una herida a la bestia negra m¨¢s encarnizada del momento.
M¨¢s all¨¢ de estas consideraciones, el partido result¨® precioso para cualquier aficionado al balonmano, por la incertidumbre del resultado, por la intensidad, por la velocidad, porque nadie quiso especular, por el ambiente, con un Bar?a bien preparado para sostener el juego vertiginoso en ataque de la primera l¨ªnea de los alemanes, con cambios de posici¨®n para evitar puntos d¨¦biles.
Tampoco se entreg¨® a vegetar en Bar?a, con un jugador formidable en los seis metros, porque Frade se hizo un siti¨® entre la defensa uniforme del Magdeburg. Y en ambos bandos se ve¨ªa una excelente disposici¨®n de pelear cada bal¨®n como si no hubiese ma?ana.
Todo iba viento en popa para los azulgrana que ganaban 17-21 en el minuto 40, momento en que el reloj de su juego se par¨® en seco y dej¨® de moverse su maquinaria. Entr¨® en crisis en ataque con p¨¦rdidas de balones por abusar del mismo pase, y el Magdeburg aprovech¨® los regalos para mandar: 22-21.
Al menos hubo reacci¨®n para meterse en el tobog¨¢n apretado de subir y bajar, con la diferencia de un gol. En el filo de esa navaja los islandeses del Magdeburg decidieron que era su hora, su momento, la ocasi¨®n que quieren las estrellas. Ellos decidieron el partido con un ataque de nueve segundos que es lo que no puede permitir el Bar?a: nueve segundos con la defensa formada son para aguantar como sea el empate a 28 y volver a casa con un punto. Se aparca la revancha, porque queda tiempo en la Final Four y queda un d¨ªa m¨¢s importante (si llegan).