Dinamarca elimina a Espa?a con arbitraje alem¨¢n

Espa?a tendr¨¢ que jugar el domingo (18:00, TDP) por el bronce contra Suecia, para repetir la clasificaci¨®n que se conquist¨® hace dos a?os en Egipto. El partido lo decidi¨® Niklas Landin, el portero dan¨¦s, el que hace 10 a?os estaba en la porter¨ªa de sus pa¨ªs perdiendo la final con los espa?oles en el Mundial del Palau Sant Jordi. Con esos a?os m¨¢s de experiencia, adem¨¢s de sus paradas a los tiros de los espa?oles, supo parar el juego con 10-12, cuando los de Ribera sal¨ªan de una par¨¢lisis ofensiva de la primera mitad, estaban a dos tantos y atacaban para ponerse a uno: teatraliz¨® un golpe directo a la cara a tiro de Dani Dujshebaev, amag¨® con generar una t¨¢ngana, pidi¨® la exclusi¨®n del lateral espa?ol con el que se encar¨® y los ¨¢rbitros alemanes tuvieron que ver las im¨¢genes. No hab¨ªa nada, golpe al pecho y jueguen. Pero Landin hab¨ªa logrado congelar la reacci¨®n, que los suyos se recolocasen y respiraran ante aquella ligera crisis que atravesaban. Esos son tablas, la gram¨¢tica parda de un gran portero para ese 23-26 (10-15).

Esta vez no fue el d¨ªa de los jugadores habitualmente infalibles de Espa?a: Dani Dujshebaev, h¨¦roe ante Noruega, estaba desconocido en ataque; Casado no aport¨® nada de su capacidad ofensiva; Valera, un gol de entrada y adi¨®s; Sole no era el seguro de vida otra veces, incluso fall¨® en el penalti que hubiese generado incertidumbre al ¨²ltimo minuto con 23-25, aunque tambi¨¦n es cierto que en la acci¨®n anterior hab¨ªa sido Gonzalo P¨¦rez quien evitaba el gol desde los siete metros de Mikkel Hansen, porque el meta espa?ol estuvo a la altura de Landin (MVP del encuentro), con una parada de diferencia entre los dos.

El encuentro fue por los derroteros previstos, marcado por la primera l¨ªnea danesa, Gidsel, Mikkel Hansen y Pytlick (ya se sabe el valor que tiene), con un cambio ataque y defensa y con el lateral Kirkelokke en el extremo para compensar la velocidad espa?ola del contragol. No estaba mal la defensa de los Hispanos, pero en ataque se suced¨ªan las precipitaciones, con lanzamientos muy r¨¢pidos, sin madurar jugada, sufriendo una y otra la dureza danesa, en ocasiones violenta, en los seis metros. A Dinamarca le va ese arbitraje alem¨¢n, permisivo con los defensores y muy severo con el atacante. Eso fue un b¨¢lsamo para los de Nikolaj Jacobsen, que est¨¢n a un partido de hacer historia si logran el oro el domingo: ser¨ªan la primera selecci¨®n en lograr tres Mundiales seguidos.

En la segunda parte, con el 5-1 en defensa, las cosas fueron mejor. Se atac¨® con todo, con dos pivotes, con dos laterales, con varias combinaciones. Se fue rebajando poco a poco hasta llegar al 20-21, pero cuando ya se hab¨ªan superado las precipitaciones, otra vez lleg¨® esa especie de par¨®n, con Dinamarca con siete en ataque y Espa?a con cinco por exclusi¨®n. Eso decidi¨® la recta final, porque se entr¨® en los ¨²ltimos cinco minutos con un 20-23 gracias, sin duda, a que los fant¨¢sticos Gidsel y Pytlick dejaron de ser letales con sus lanzamientos; incluso Mikkel Hansen solo sum¨® un gol, desde los siete metros. El 23-26 tal vez se pudo maquillar; no se hizo, se renunci¨® al ¨²ltimo tiro. Daba igual.