Noah Lyles, oro ol¨ªmpico en el 100... por cinco mil¨¦simas
El estadounidense de 27 a?os (9.79) mantiene el t¨ªtulo de ¡®hombre m¨¢s r¨¢pido del mundo¡¯ por una exigua renta ante el jamaicano Thompson en un duelo espectacular.
Ochenta mil personas mirando un marcador electr¨®nico en el Stade France. Entre ellos, Noah Lyles, Kishane Thompson y Fred Kerley. Ninguno sab¨ªa qui¨¦n era el campe¨®n ol¨ªmpico del 100, el hombre m¨¢s r¨¢pido del mundo. En una explosi¨®n de aceleraci¨®n, potencia y velocidad, los dos norteamericanos y el jamaicano no se atrev¨ªan a celebrar. Sab¨ªan que eran el podio de Par¨ªs 2024, pero no el orden. Los decibelios se dispararon como el ruido al encender un superdeportivo. El vigente campe¨®n del mundo era oro... por cinco mil¨¦simas ante Thompson. 9.79 para ambos. 9.784 para Lyles; 9.789 para Kishane. Imposible demostrarle con imagen o visi¨®n. La electr¨®nica era la ¨²nica que pod¨ªa determinar esa renta. ?Cu¨¢ntas docenas de pesta?eos caben en ese microespacio de tiempo! Espectacular duelo, que tambi¨¦n honr¨® el estadounidense Fred Kerley con el bronce con 9.81. El octavo y ¨²ltimo, el jamaicano Seville cruz¨® la meta en 9.91. Nivel superlativo de final.
Oro ol¨ªmpico para Lyles, el que le faltaba. El que suma al bronce de Tokio 2020, a los siete oros mundiales y a las doce medallas planetarias en total. Y eso que de ni?o tuvo un grave problema respiratorio, asma grave cr¨®nico, desde los 4 a?os que le hizo pasar muchas noches en el hospital y no le permit¨ªa ni hacer deporte en el colegio, y que ha peleado duro frente a la ansiedad y la depresi¨®n.
Tras hacer 10.04 para superar con tranquilidad la primera ronda, avisaba: ¡®He pensado: ¡®No te excedas¡¯. A partir de ahora ya no tendr¨¦ que contenerme¡±. La semifinal, a menos de dos horas de la pelea real por las medallas, era una trampa para el que quisiera guardarse unas cent¨¦simas en el dep¨®sito. Lyles midi¨®, pero poco. Segundo (9.83) en la serie tras el jamaicano Seville (9.81, marca personal). Las medallas estar¨ªan muy caras, seguramente todas en 9.80 o menos, como as¨ª fue. ¡®?Qu¨¦ tiempo habr¨¢ que hacer para ganar el oro¡¯? Respuesta de crack en la previa: ¡°No lo s¨¦, imagino que el que haga yo¡±.
Espect¨¢culo en el tart¨¢n que vino justo despu¨¦s de una presentaci¨®n a la altura de lo que se acababa de ver. Luces apagadas, con 80.000 luces led moradas (que iban cambiando de color) en las grads, ya que a los espectadores de la sesi¨®n vespertina se les entreg¨® en los controles una pulsera para hacer ese efecto. El p¨²blico vibr¨® con Noah, icono del atletismo y firme defensor de los derechos civiles de los afroamericanos, se lo devolvi¨® como mejor sabe. Con ¡®show by Lyles¡¯, que incluy¨® tocar la campana del estadio que anuncia la llegada de las finales.
¡°Estos chicos no vienen a jugar. Supongo que esa es mi primera lecci¨®n, no subestimar el poder de los Juegos. Cuando el oro ol¨ªmpico est¨¢ en juego, hay que darlo todo¡±. El rayo de Florida , vigente campe¨®n del mundo y m¨¢ximo favorito para el oro ol¨ªmpico llegaba con la lecci¨®n bien aprendida. Sab¨ªa que la oferta de trabajo para desempe?ar la labor de hombre m¨¢s r¨¢pido del mundo hab¨ªa recibido cerca de una decena de curr¨ªculums altamente capacitados. De hecho, algunos ni siquiera accederieron a la final en el Stade de France de Par¨ªs.
El vigente campe¨®n del mundo del hect¨®metro, adem¨¢s del 200 y el 4x100, compr¨® su billete. Otros como el brit¨¢nico Hughes, el sudafricano Richardson, el canadiense De Grasse, el jamaicano Blake, el keniano Omanyala o el marfile?o Eseme estaban fuera. Uno con 9.95, cuatro por debajo del 10. Ese es el nivel para formar parte de una final ol¨ªmpica. A la definitiva entrevista con el CEO para ejercer de ¡®Mr. Fast¡¯ en el planeta llegaban tres norteamericanos (Lyles; Kerley, 9.84; y Bednarek, 9.93), dos jamaicanos (Thompson, 9.80; y Seville), un sudafricano (Simbine, 9.87); un botsuano (Tebogo, 9.91); y un italiano (Jacobs, 9.92), el defensor de la corona ol¨ªmpica. Lo que sucedi¨® ya es historia de los Juegos Ol¨ªmpicos. Noah Lyles prometi¨® tres oros en Par¨ªs 2024 y ya tiene el primero; el m¨¢s dif¨ªcil para ¨¦l.