De la tristeza a la oportunidad: ¡°Se abre la puerta a otra medalla¡±

El pase a semifinales fue agridulce. Gerard Descarrega hab¨ªa logrado el que a la postre ser¨ªa el mejor tiempo de la competici¨®n, pero perd¨ªa a su gu¨ªa, Guillermo Rojo. ¡°El deporte, en ocasiones, es injusto y hoy le ha tocado vivir una situaci¨®n amarga a mi gu¨ªa, que ha tenido molestias durante la eliminatoria y, lamentablemente, tendr¨¢ que ser baja para lo que resta de campeonato. El resultado ser¨¢ totalmente compartido¡±, compart¨ªa el atleta catal¨¢n tras lograr la clasificaci¨®n para la final de los 400 metros (categor¨ªa T11) de los Mundiales de atletismo paral¨ªmpico, que terminaron este lunes, en Par¨ªs. La delegaci¨®n espa?ola los cerr¨® con once medallas y diez plazas para los Juegos de 2024. Entre ellas, la de Descarrega, que se colg¨® una plata de triple m¨¦rito.

En la final, el campe¨®n ol¨ªmpico (junto a Rojo) corri¨® guiado por Jos¨¦ Mar¨ªa Marviz¨®n. ¡°Gran estreno, Marvi, parece que lleves toda la vida guiando, eres un megacrack¡±, le agradec¨ªa Descarrega tras subirse al podio. ¡°Fue una peque?a decepci¨®n, porque llegaba en muy buen estado de forma, pero el deporte es as¨ª, todo se decide en cuesti¨®n de d¨¦cimas. No quiero mentir a nadie. Sal¨ª demasiado conservador y el resultado no hubiera variado sin la baja de Guille¡±, explica Gerard, en conversaci¨®n con AS. Junto a Marvi, como le llama de forma cari?osa, par¨® el crono en 51.21, a un suspiro del oro. ¡°Con diez metros m¨¢s de carrera, hubiera ganado¡±, lamenta. Los brasile?os Felipe de Souza y Jonas de Lima, campeones, terminaron en 51 segundos justos.

¡°Est¨¢bamos muy coordinados¡±, celebra Descarrega, eso s¨ª, en referencia a Marviz¨®n. Empezaron a trabajar juntos en marzo, gracias al programa Team Espa?a, del Consejo Superior de Deportes. ¡°Antes, era imposible tener dos gu¨ªas. Las becas no eran lo suficientemente cuantiosas como para dividirlas¡±, explica. Ahora, el bolsillo s¨ª lo permite. Y se abren nuevas puertas. Jos¨¦ Mar¨ªa es especialista en 100 metros lisos, con una marca personal de 10.50. En Par¨ªs, Gerard tambi¨¦n compiti¨® junto a ¨¦l en la mencionada prueba, logrando el r¨¦cord de Espa?a en la categor¨ªa (T11), con un tiempo de 11.13 segundos, y qued¨¢ndose a una cent¨¦sima del bronce y a dos de la plata. En semifinales, ya hab¨ªa rebajado la mejor marca nacional. Muy prometedor.

Velocidad hacia el Huascar¨¢n

¡°Ahora, tengo opciones en ambas pruebas. Conseguimos dos marcas espectaculares. Estamos contemplando, de cara a los Juegos, competir con Guille en los 400 y con Marzi, en los 100. Se abre la puerta a otra medalla¡±, revela Descarrega, ya con la plaza ol¨ªmpica en el bolsillo (s¨®lo tiene que refrendarla el a?o que viene con las m¨ªnimas, muy asequibles para sus marcas, en ambas distancias) y con la idea de seguir mejorando su punta de velocidad, ¨²til en ambas distancias. ¡°Hasta el momento, hab¨ªa estado entrenando m¨¢s el fondo. Ahora, estoy trabajando la arrancada. Tambi¨¦n para los 400. Como m¨¢s r¨¢pido corras la primera parte, mejor¡±, explica. Lo hace en Sevilla, bajo las ¨®rdenes de Luis Rodr¨ªguez, tambi¨¦n entrenador de la plusmarquista nacional de 60 metros, Maribel P¨¦rez, en un grupo de trabajo que mezcla atletas con y sin discapacidad, sin distinci¨®n.

Gerard continuar¨¢ rascando cent¨¦simas tras el verano. En agosto, se tomar¨¢ una semana de descanso. Despu¨¦s, se marchar¨¢ tres semanas a Per¨², con el objetivo de escalar el Huascar¨¢n, el pico m¨¢s alto del pa¨ªs (6.768 metros). Ya lo intent¨® el a?o pasado, pero el clima se lo impidi¨®. Esta vez, con m¨¢s d¨ªas de margen, espera conseguirlo como parte de su proyecto Cumbres a ciegas, con el lema ¡°la ceguera es una condici¨®n, pero no una limitaci¨®n¡±. Hace un a?o, subi¨® al Monte Kenia (5.188 metros). ¡°Me permite desconectar y tambi¨¦n me viene bien. Pese a que es un poco como el ying y el yang con mis distancias de competici¨®n, s¨ª me permite realizar ejercicio exc¨¦ntrico, es bueno a nivel de gl¨®bulos rojos, etc.¡±, dice. No sabe estarse quieto. Ahora que lleva tres d¨ªas en casa, ya est¨¢ ¡°desesperado¡±.