Coleman derrota a Noah Lyles
La batalla fratricida de los 60 metros es para el atleta que cumpli¨® 18 meses de sanci¨®n por saltarse tres controles antidopaje, como Katir, por delante del triple oro en Budapest.

Christian Coleman ha vuelto a reinar. El ganador de siete medallas en el Mundiales (cuatro oros) y dos metales m¨¢s en pista cubierta fue sancionado con dos a?os por parte de la Unidad de Integridad del Atletismo al no estar localizable en tres controles antidopaje. ?Les suena? Exacto, igual que Mohamed Katir. En el caso del velocista estadounidense finalmente la sanci¨®n se qued¨® en a?o y medio porque consideraron que ¡°el grado de negligencia del atleta era menor que el establecido¡±. A¨²n as¨ª se qued¨® sin los Juegos de Tokio y eso le lastr¨® en la pista y emocionalmente.
En Glasgow se ha impuesto a su n¨¦mesis, su compatriota Noah Lyles. Un icono del atletismo estadounidense, un firme defensor de los derechos civiles de los afroamericanos que alza su voz contra el racismo, potente altavoz de la importancia de la salud mental y ejemplo de superaci¨®n al llegar a ser un atleta triunfador pese a que pas¨® su infancia sin no poder ni asistir a las clases de gimnasia del colegio por tener asma grave. Adem¨¢s, acaba de firmar un mareante contrato con Adidas, o mejor dicho renovaci¨®n hasta 2029, cercano a los 10 millones anuales seg¨²n ha podido saber AS.
6,41 para Coleman por 6,44 de Lyles. Es cierto que el triple oro en Budapest 2023, que tiene otros cinco metales planetarios y uno ol¨ªmpico, sali¨® fatal y a¨²n as¨ª roz¨® la remontada. En 100 metros habr¨ªa ganado casi con seguridad, pero los 60 no permiten salidas mediocres. ¡°Ten¨ªa mucha confianza en m¨ª mismo. Me propuse dejar que mi cuerpo hiciera lo que ha estado haciendo en los entrenamientos y obtuve la victoria. Ahora toca seguir trabajando duro y esperar con muchas ganas que lleguen los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs. Estas oportunidades no se pueden desaprovechar¡±. dice Coleman, feliz.