Espa?a cae ante Georgia en un duelo de alta tensi¨®n

El ba?o de masas deriv¨® en ¡®ba?o se sangre¡¯. Metaf¨®rico, claro, porque esta no lleg¨® al r¨ªo, pero el Central fue escenario este domingo de un caldeado intercambio de impresiones entre Espa?a y Georgia, que pon¨ªan en juego all¨ª la primera plaza del su grupo en el pseudo Campeonato de Europa por el que, una vez resuelta la clasificaci¨®n mundialista, pelea ahora la Selecci¨®n. Fue un pulso de alto octanaje, una exhibici¨®n de testosterona a ratos mal entendida, que deriv¨® en el resultado esperado: 32-62 para los Lelos, que pusieron blanco sobre negro una vez m¨¢s su superioridad y se quedaron con el liderato. Ellos enfrentar¨¢n en semifinales, con el factor cancha a favor, a Ruman¨ªa, que cay¨® el s¨¢bado ante Portugal en el duelo decisivo del grupo B. La Selecci¨®n tendr¨¢ que viajar a Portugal para enfrentarse a los Lobos.

El guion esperable se hizo patente con el avance de los minutos. Espa?a consigui¨® igualar por momentos el desaf¨ªo f¨ªsico que plantea siempre un equipo desde hace tiempo m¨¢s cerca del Tier 1 que del 2. Hasta tres plataformas encontraron la tierra prometida en la primera parte, dejando en agua de borrajas un posado tempranero de Ariceta, continuaci¨®n de una mel¨¦ afanada a los georgianos en una de las pocas buenas noticias que dej¨® para los Leones la guerra subterr¨¢nea de delanteras.

Tabutsadze y Niniashvili, los dos estiletes de la l¨ªnea Lela, completaron el bot¨ªn a caballo entre las dos tanganas que desvirtuaron la recta final hacia vestuarios. No fueron los t¨ªpicos enganchones, fueron un paso m¨¢s all¨¢. El Central las abuche¨® y los visitantes dedicaron alg¨²n gesto de mal gusto a las gradas. El irland¨¦s Cross resolvi¨® salom¨®nico ambas, con una amarilla por bando. Sin justificaci¨®n posible, lo cierto es que ambos estallidos son tambi¨¦n s¨ªntoma de una rivalidad que crece a medida que las fuerzas se igualan.

Contra pron¨®stico, el equipo con el dep¨®sito m¨¢s grande en los primeros minutos de la segunda mitad fue Espa?a, que volvi¨® al pasto con el cuchillo entre los dientes, con la actitud del que ya nada tiene que perder y s¨ª mucho que ganar. Un ensayo de pick & go de Foulds precedi¨® a la segunda amarilla a Kveseladze, que dej¨® a la Selecci¨®n en superioridad num¨¦rica escasos instantes. Los que tard¨® Ovejero en recibir una amonestaci¨®n que restaur¨® durante algunos minutos la igualdad. Con el viento en contra la que pic¨® fue Georgia, de nuevo por medio de Niniashvili, que en cuesti¨®n de cinco minutos redonde¨® un hat-trick. Fueron las paladas de tierra que terminaron de enterrar las ya de por s¨ª escasas opciones de Espa?a de hacer partido hasta el final.

El resultado, tras marcas en el ¨²ltimo tramo de Cian y Boronat por los locales, ya del todo desmelenados, y Kvatadze por la visitante, reflej¨® ni m¨¢s ni menos que la distancia que separa hoy por hoy a un equipo acostumbrado a jugar Mundiales y otro que reci¨¦n vuelve a ese club cuarto de siglo despu¨¦s (tambi¨¦n la mejor cosecha en puntos a favor de la Selecci¨®n en esta rivalidad desde el encuentro del a?o 2000). Uno capaz de mirar a los ojos ya a algunas de las potencias hist¨®ricas de este deporte y otro al que a¨²n le quedan a?os de mirarse solo el ombligo. Con partidos como el de este domingo, por parad¨®jico que pueda resultar, se crece. Crece el grupo, tanto los destinados al XV inicial como los que deben apuntalar una unidad B de cuya fiabilidad depende tambi¨¦n que Espa?a sea cada vez un rival m¨¢s inc¨®modo. En ese sentido, Los Leones son mejores que el s¨¢bado y peores que el lunes.

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