25 a?os sin Payne Stewart, la muerte que traumatiz車 al golf
Se cumple un cuarto de siglo del tr芍gico fallecimiento en un accidente de avi車n del estadounidense, un golfista irrepetible.
Era su estilo &a?os 20∩, con pantalones bombachos y boinas en combinaciones que rozaban la frontera del mal gusto, pero que de alguna forma en 谷l quedaban elegantes. Era su swing, r赤tmico y poderoso. Su carisma infinito, condensado en esa famosa celebraci車n tras embocar el putt que le dio el triunfo en el US Open de 1999 en Pinehurst, la que preside este art赤culo. Hab赤a algo 迆nico, irrepetible, hasta en la forma de mascar chicle de Payne Stewart, que dej車 este mundo en un accidente de avi車n del que se cumplen 25 a?os este viernes.
Un cuarto de siglo de una tragedia que conmocion車 al mundo del golf como ninguna otra. Ocurri車 pocos meses despu谷s de su celebrada instant芍nea, hoy en d赤a reproducida en formato de estatua a la entrada de Pinehurst. El Learjet 30 que le trasladaba de Orlando a Texas, donde ten赤a que supervisar la construcci車n de un campo de golf y despu谷s acudir a Houston para el Tour Championship, la final del PGA, se despresuriz車 en alg迆n momento poco despu谷s del despegue. Seg迆n el informe del accidente Stewart, por entonces de 42 a?os, Michael Kling (el piloto), Stephanie Bellegarrigue (la oficial de vuelo), Bruce Borland (arquitecto de campos de golf), Robert Fraley (agente de Payne) y Van Ardan (amigo de Fraley) perdieron el conocimiento antes de que la aeronave se quedase sin gasolina y terminara estrell芍ndose en un campo de Dakota del Sur.
El suceso tuvo cobertura nacional. Se interrumpi車 la programaci車n habitual de las televisiones. Cuenta Guy Yocom en un perfil en Golf Digest que Jim Nantz, la c谷lebre cara del golf en la CBS, sali車 pitando de un restaurante de Connecticut con destino a Nueva York para ayudar a cubrir la noticia. Stewart dejaba mujer, Tracey, e hijos, Aaron y Chelsea. D赤as despu谷s no cab赤a un alma en el funeral oficiado en la Primera Iglesia Baptista de Orlando. Los ceremoniales se sucedieron durante meses. En el US Open del a?o siguiente, en Pebble Beach, decenas de golfistas golpearon pelotas hacia el oc谷ano en recuerdo. Se llenaron toneladas de papel y decenas de horas en pantalla con sus haza?as, que incluyen tres grandes (adem芍s del US Open de 1999, el de 1991 y el PGA Championship de 1989), 11 t赤tulos en el PGA y cinco apariciones en la Ryder. El siempre elocuente Lee Trevino dec赤a que toda estrella tiene alg迆n punto d谷bil en la bolsa, pero a Payne Stewart le atribuy車 el ※pack completo§.
Los homenajes llegan hasta nuestros d赤as. Fueron recurrentes el pasado junio, cuando el US Open volvi車 a Pinehurst y lo gan車 Bryson DeChambeau, un jugador que recuerda a Stewart en muchas cosas. Como Payne, es uno de esos golfistas con una capacidad innata para poner culos en asientos y elevar los ratings televisivos. Sus outfits, su estilo marcadamente sure?o, su forma de interpelar al p迆blico... Era un show. Pero no uno de esos que no se toman en serio a s赤 mismos. A Stewart nunca le devor車 el personaje. Y por eso no solo se celebran sus excentricidades, tambi谷n su caballerosidad.
Hay muchos gestos que la refrendan. Cuando gan車 en Bay Hill en 1987, tras atravesar unos a?os de sequ赤a en los que hizo varios ajustes en su juego y la prensa empez車 a llamarle &Avis*, como una empresa de alquiler de coches famosa en Estados Unidos entonces por ocupar la segunda plaza de ese mercado, don車 los 108.000 d車lares del premio a un hospital de Orlando. Su marcada competitividad, que le convert赤a en uno de los jugadores m芍s proactivos con el p迆blico en la Ryder, no evit車 que en la de 1999 intercediera en un partido en favor del escoc谷s Colin Montgomerie, que estaba siendo tratado severamente por los aficionados estadounidenses, para pedir que expulsaran a estos. Al final del duelo conceder赤a un putt que significaba el triunfo de Monty.
Fue un personaje lleno de color, con un arco que completa su d谷ficit de atenci車n diagnosticado, que provocaba comportamientos a veces molestos, han contado con los a?os jugadores y caddies, en el campo. Stewart los asum赤a con naturalidad y ped赤a perd車n cuando era necesario, como una vez que un caddy tuvo que solicitarle que dejase de jugar con las monedas en su bolsillo mientras su jugador se preparaba para patear. Imperfecto, pero muy querido.
Da una dimensi車n de su impronta una an谷cdota cuando puso a la venta su casa de Orlando. Se interes車 por ella Michael Jackson, que eventualmente acudi車 a la propiedad a echar un vistazo. Cuando el m芍nager de la megaestrella le dijo el nombre del propietario, Jackson se mostr車 impasible, pero cuando le dijo que era el golfista de los pantalones bombachos, Jackson sonri車 y dijo ※Ah, ese tipo. Claro que s谷 qui谷n es§. Escribi車 Ben Bradlee, el director del Washington Post durante el Watergate, con motivo del asesinato de Kennedy: ※Kennedy ha muerto y nosotros somos personas menos valiosas en un mundo menos valioso§. Lo mismo que pensar赤an muchos aquel 25 de octubre de 1999, cuando el golf perdi車 a Payne Stewart y con 谷l, una historia y una carrera magn赤ficas que quedaron amputadas mucho antes de lo debido.
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