El 24 de febrero de 2022, Rusia inici車 su invasi車n a Ucrania. El deporte, en a?o ol赤mpico, no escapa de un conflicto que sigue cobr芍ndose vidas.
Pocos minutos antes de las seis de la ma?ana del jueves 24 de febrero de 2022, el presidente de Rusia, Vlad赤mir Putin, anunciaba una ※operaci車n militar especial§ en Domb芍s. El discurso, emitido en todos los canales estatales rusos, iba sucedido de explosiones en varios puntos al este de Ucrania. No era un inicio, pues el conflicto llevaba latente desde hac赤a pr芍cticamente una d谷cada, pero s赤 un dram芍tico punto de inflexi車n. El tablero geopol赤tico internacional, a迆n m芍s agitado a d赤a de hoy con Israel y Palestina, en momento cr赤tico tras otro caldo de largo cultivo, entraba en una dimensi車n desconocida en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial. La invasi車n de Rusia a Ucrania era un hecho y el deporte no pod赤a escapar de la tragedia. Dos a?os y 400 deportistas muertos despu谷s, seg迆n cifras del Ministerio de Deporte ucraniano, sigue conviviendo con ella. Es rutina, la forma m芍s cruel del horror.
"Nos entrenamos mientras los misiles de Rusia sobrevuelan las piscinas. Nunca sabes si seguir芍s vivo o morir芍s"
Vladyslav Bukhov, reciente campe車n mundial de 50 libre
※Es duro, es realmente duro para nosotros. Nos entrenamos mientras los misiles de Rusia sobrevuelan las piscinas u otras instalaciones de entrenamiento. Por eso nunca sabes si seguir芍s vivo o morir芍s. Es muy dif赤cil para todos los ucranianos§, relat車 hace una semana el nadador m芍s r芍pido de los Mundiales de Doha, Vladyslav Bukhov, campe車n en los 50 metros libre con un tiempo de 21.44 segundos. El ucraniano, de 21 a?os, que vive y entrena en Kiev, subi車 al podio con posado serio, se colg車 el oro y escuch車 el himno de un pa赤s que, seg迆n la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, acumula m芍s de 10.000 civiles muertos a d赤a de hoy (se estima que las cifras reales son muy superiores debido a las dificultades de verificaci車n).
Sus palabras, dijo, cobraban especial importancia en unos Mundiales que son ejemplo de un cambio de paradigma en el deporte mundial. Los atletas rusos y bielorrusos, sujetos de un veto generalizado al inicio, como en el resto de capas que componen la sociedad, cada vez est芍n m芍s presentes en las competiciones. En Doha, por ejemplo, los nadadores de ambas nacionalidades pudieron competir como neutrales (sin bandera ni s赤mbolos vinculados a sus pa赤ses de origen) siempre y cuando cumplieran dos requisitos: no estar alineados con la invasi車n ni haber participado en ella (en la pr芍ctica, no compiti車 ning迆n ruso y lo hicieron s車lo cinco bielorrusos bajo las mencionadas condiciones).
El COI marca el ritmo
La postura de World Aquatics, a d赤a de hoy, es la predominante en un escenario que se ha abierto al ritmo marcado por el Comit谷 Ol赤mpico Internacional (COI). En diciembre, el organismo internacional anunci車 unos requisitos para los Juegos Ol赤mpicos de Par赤s (del 26 de julio al 11 de agosto) muy similares a los aplicados por la Federaci車n Internacional de Nataci車n en sus recientes Mundiales. La decisi車n, que lleg車 dos meses despu谷s de que el COI vetara al Comit谷 Ol赤mpico Ruso, ya se atisbaba en las declaraciones y los movimientos previos del presidente del organismo, Thomas Bach, defensor de ※reunir a todos los atletas en una competici車n pac赤fica sin castigarles por las decisiones y acciones de los gobiernos de sus pa赤ses§.
En Par赤s 2024, de esta forma y salvo m芍s cambios, estar芍 presente la complejidad de un mundo que se tambalea. Los deportistas ucranianos, a no ser que su pa赤s les impida participar a modo de reivindicaci車n (ya ha pasado en estos dos a?os), competir芍n contra, eso s赤, un reducido grupo de rusos y bielorrusos, ausentes en buena parte del proceso clasificatorio. En diciembre, s車lo 11 de los 4.600 deportistas con plaza para los Juegos ten赤an pasaporte de los dos pa赤ses en cuesti車n. Al tener que competir a t赤tulo individual, y no representando a los mismos, los equipos (f迆tbol, waterpolo, etc.) de Rusia y Bielorrusia tampoco podr芍n estar presentes. Adem芍s, independientemente de lo expuesto, y pese a las directrices marcadas por el COI, varias federaciones internacionales, con World Athletics a la cabeza, se niegan a levantar el veto. ※Ver芍n quiz芍s deportistas rusos o bielorrusos bajo bandera neutral en Par赤s, pero no ser芍 en atletismo§, asegur車 su presidente, Sebastian Coe.
Convivir con la tensi車n
En medio de este clima de incertidumbre, el deporte ha acumulado cap赤tulos dram芍ticos a lo largo de estos dos a?os. Dentro y fuera de los estadios. Decenas de deportistas ucranianos, sin ir m芍s lejos, se alistaron al ej谷rcito desde el primer momento de la invasi車n. Alexander Dolgopolov, que lleg車 a ser 13? en el ranking de la ATP, ha sido uno de los principales abanderados deportivos en primera l赤nea. Con 谷l, ilustres como los boxeadores Vasyl Lomachenko, campe車n mundial en varias ocasiones y categor赤as, o Oleksandr Usyk, que estuvo en combate llegando a ver ※gente sin brazos ni piernas y muertos vivientes§. Luego, volvi車 al ring para mantener su invicto (21-0-0, 14 KO) contra Daniel Dubois y, este a?o, se medir芍 con Tyson Fury en la madre de todos los combates, la unificaci車n de los cuatro cinturones de los pesos pesados.
El caso de Usyk, empu?ando armas al mismo tiempo que es una estrella planetaria, es la perfecta imagen de un presente dist車pico que, desgraciadamente, tambi谷n se ha cobrado muchas vidas. Como se anticipaba en las primeras l赤neas, seg迆n el gobierno de Ucrania, ya son 400 los deportistas patrios muertos. La p芍gina web ※?ngeles del deporte§ les rinde homenaje recogiendo cada una de sus historias. Entre ellas, est芍n las de Maksym Bordus, campe車n nacional de kickboxing de 23 a?os al que impact車 un proyectil mientras se encontraba en una misi車n, o Volodymyr Androshchuk, campe車n ucraniano sub-20 de decatl車n fallecido en el intento de defender la ciudad de Bajmut.
P谷rdidas humanas que se suman a las materiales, con m芍s de 350 instalaciones deportivas da?adas (por valor de unos 250 millones de euros, seg迆n el gobierno ucraniano) o a un ambiente de tensi車n pocas veces visto en el deporte europeo. En los pasados Mundiales de esgrima, la campeona ol赤mpica Olga Kharlan fue descalificada por no saludar a su rival, la rusa Anna Smirnova, y provoc車 una reacci車n 迆nica: Bach, posteriormente, envi車 una carta a la ucraniana asegur芍ndole su presencia en Par赤s 2024. En Roland Garros, la incomodidad se multiplic車. ※Quiero ver qu谷 piensa esta gente en diez a?os, cuando la guerra haya terminado§, expres車 la tenista Marta Kostyuk tras ser abucheada por negarle el saludo a la n迆mero dos mundial, Aryna Sabalenka. ※Si los ucranianos me odian, ?qu谷 puedo hacer? Si son felices odi芍ndome, pueden hacerlo§, se pronunci車 la bielorrusa.
Es el d赤a a d赤a de una nueva realidad de la que Espa?a, en un mundo tan fr芍gil como globalizado, no escapa. Nada m芍s ver las im芍genes de ese jueves 24 de febrero, Sugoi Uriarte, medallista europeo y mundial de judo, le escribi車 un mensaje por Instagram a Daria Bilodid, bronce en los Juegos de Tokio y la campeona del mundo m芍s joven de la historia. A sus 23 a?os, la ucraniana es candidata a todo en Par赤s 2024. El 19 de marzo de 2022, en plenas Fallas, sin embargo, aterriz車 en Valencia huyendo de esa tragedia que, ahora, se ha vuelto rutina. ※Primero me agradeci車 el gesto y me dijo que se iba a quedar. A los pocos d赤as, me llam車 llorando. Ve赤a las bombas cada vez m芍s cerca y hab赤a decidido irse§, relata Sugoi, que acogi車 a Daria, acompa?ada de su madre, su abuela y su perro, en el Centro de Alto Rendimiento de Benimaclet.
Todo fue muy r芍pido. Tras la llamada, s車lo pasaron tres d赤as hasta la llegada de la familia Bilodid. No fue un caso 迆nico. En esos primeros meses de invasi車n rusa, Uriarte y su pareja, Laura G車mez, tambi谷n medallista europea, abrieron las puertas del centro que dirigen, y de su casa, a 24 ucranianos m芍s. ※Los comienzos fueron dif赤ciles. Con Daria te pod赤as comunicar perfectamente porque habla ingl谷s, pero, con el resto, imag赤nate. Poco a poco§, recuerda Sugoi en conversaci車n con AS. ※Tuve el fallo de empezar a hablarles en ingl谷s y no en castellano. A los que se quedaron, hubo un d赤a que ya les dije que ten赤an que aprenderlo. Tuvieron un mes de adaptaci車n, pero ahora ya hablan perfectamente§, bromea con ternura.
S車lo dos, Anton Shuhalieiev y Rybin Stanislav, que ya compiten por Espa?a (se lo permite su condici車n de menores refugiados), viven ahora de forma permanente en Valencia. El resto va y viene de Ucrania. Daria se instal車 de nuevo en Kiev en septiembre. Este jueves, sin embargo, volvi車 a Beniclament para entrenar dos semanas con Sugoi y Laura. Dos a?os despu谷s, con cada regreso sigue viajando el sonido de la guerra. ※No creo que est谷n mejor, sino que se han acostumbrado, que es muy distinto. Pueden estar sin luz, sin calefacci車n, pero ya conviven con ello. Son una sociedad muy fuerte, muy orgullosa y tiran para adelante. Se han llegado a acostumbrar a los bombardeos§, reitera Uriarte con crudeza.
Dentro del grupo que entren車, al que pudo atender gracias a la ayuda de un entorno del que se siente ※muy orgulloso§, las historias de 谷xito se entremezclan con la angustia del exilio a edades tempranas. Nazar Viskov, por ejemplo, no ten赤a pensado refugiarse en Espa?a. Su casa, sin embargo, fue bombardeada. Lleg車 a Valencia en el coche de otra familia y, bajo las 車rdenes de Sugoi, fue finalista en los Europeos sub-23. ※Mientras no les conoces, no pasa nada. Cuando empiezas a rascar y vives la tragedia con ellos, todo cambia. Te sientes responsable§, explica el judoca espa?ol, que, tras las clases, dedicaba su tiempo a tramitar la condici車n de refugiados, la escolarizaci車n o las tarjetas sanitarias.
Txikon, en primera l赤nea
"Nos encontramos devastaci車n, vac赤o, tristeza... ver a miles de desplazados y todo lo que se estaba preparando fue una locura"
Alex Txikon, al llegar a la frontera entre Ucrania y Polonia
Seg迆n Sugoi, Vlada Kopnyayeva fue ※el alma de todo esto§. La judoca, de padres ucranianos y en el equipo de Beniclamet, lleg車 con dos a?os a Espa?a, pa赤s al que representa. A los dos d赤as de estallar el conflicto, se desplaz車 junto a su t赤o hasta Ucrania para llevar medicamentos y comida. Como ellos, sigui車 el mismo trayecto el monta?ista espa?ol Alex Txikon, que comand車 varias expediciones junto a Matia Fundazioa para repartir productos de primera necesidad y traer refugiados. ※Fuimos a Polonia, a escasos 10 kil車metros de la frontera. Nos encontramos devastaci車n, vac赤o, tristeza... ver a miles de desplazados y todo lo que se estaba preparando fue una locura§, recuerda en conversaci車n con este peri車dico.
Desde ese 24 de febrero, seg迆n los datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), se han producido un total de 28,6 millones de cruces en la frontera desde Ucrania hacia Europa (tambi谷n se han registrado 20,7 millones en sentido contrario). El n迆mero de refugiados asciende a 6,4 millones. ※Fue duro de verdad§, retrata Txikon al recordar sus primeros ※capotes§ en primera l赤nea. ※Hicimos unos cuantos viajes. Al final, fueron cuatro o cinco autobuses. A迆n mantenemos el contacto con muchos de los que trajimos. ?Hasta han aprendido euskera! Muchos siguen viviendo aqu赤, otros se han ido moviendo por Espa?a y algunos han regresado§, explica Alex. Daria est芍 en ese 迆ltimo grupo. Dos a?os despu谷s, sigue optando a un oro en los Juegos de Par赤s. Y sue?a por 400.