El nadador m¨¢s r¨¢pido del mundo, que aspira a repetir t¨ªtulo en los 100 y 200 libre y a batir los r¨¦cords en los Mundiales de Fukuoka, recibe a AS en su casa.
El nadador m¨¢s r¨¢pido del mundo no es de Baltimore (Estados Unidos) o de S¨ªdney (Australia), donde en su d¨ªa nacieron dos fen¨®menos como Michael Phelps o Ian Thorpe y en los dos pa¨ªses m¨¢s carism¨¢ticos de la nataci¨®n. Tampoco ha surgido de los disciplinados centros de alto rendimiento chinos, ni de Marsella (Francia) o Londres (Inglaterra). Ni de la g¨¦lida Lesnoi (Rusia) de Alexander Popov. El nadador m¨¢s r¨¢pido del mundo se crio en el barrio de Pantelimon, uno de los m¨¢s conflictivos de Bucarest, capital de un pa¨ªs de escasa tradici¨®n acu¨¢tica (nueve medallas ol¨ªmpicas) y que intenta desperezarse despu¨¦s de la ca¨ªda del Tel¨®n de Acero. Desde entonces, su deporte ha ido perdiendo talento y ha sido engullido por un agujero negro. En los Juegos de R¨ªo (2016) y de Tokio (2021) consiguieron cuatro medallas. Hab¨ªa que remontarse a Helsinki, en 1952, para encontrar tan pobre guarismo. La decadencia arroja m¨¢s datos: en Se¨²l 88 se sumaron 26, dos m¨¢s que las de los ¨²ltimos cuatro Juegos.
Pero entre la espesa niebla caracter¨ªstica cerca de los C¨¢rpatos, un fen¨®meno de 1,90m y 2,04m de envergadura, actual campe¨®n del mundo de 100 y 200 libre, plusmarquista ya de los 100m (46,86), se ha convertido en el resplandor m¨¢s grande del pa¨ªs desde Nadia Comaneci, la gimnasta perfecta que logr¨® el hist¨®rico diez en los Juegos de Montreal (1976) y recaud¨® nueve medallas ol¨ªmpicas (cinco oros). Es ahora David Popovici un elegido, un caso ¨²nico en cuerpo y mente, llamado a marcar una era. Con naturalidad, abre las puertas de su centro de entrenamiento a AS un d¨ªa cualquiera de marzo.
Un proyecto de pa¨ªs
La piscina del Dinamo, ubicada junto al estadio de f¨²tbol, es un vestigio de aquellos tiempos pasados, de glorias deportivas y de miserias humanas. La pintura desgastada del exterior, su ¡®check point¡¯ para acceder al complejo, sus paredes blancas, sus barandillas azules y ese esqueleto de hormig¨®n cubren una piscina ol¨ªmpica envidiable en la que hay p¨®sters del nadador por todos los lados. Los dos mundos de Bucarest en un mismo espacio, el de Comaneci y el de Popovici, que flota en el agua como un pato y vuela como una lib¨¦lula, escoltado por cinco compa?eros de equipo y numerosos ni?os que forman parte del proyecto en el que se ha involucrado su padre Mihailo, ex agente comercial, ahora director deportivo del centro.
"Cuando gan¨® los dos oros en los Mundiales de Budapest de 2022 el gobierno lo premi¨® con 200.000 euros y le condecor¨® 'Caballero' con la 'Orden de la Estrella de Ruman¨ªa"
Popovici no pelea por ser el n¨²mero uno, porque ya lo es y puede mantenerlo durante una d¨¦cada, sino por ser una inspiraci¨®n. ¡°Lo paran por la calle, le piden aut¨®grafos y fotograf¨ªas. ?l lo lleva bien. Un d¨ªa, una pareja con su hijo le pidi¨® una foto en una tienda y el hombre le dijo que hab¨ªa vuelto a hacer deporte gracias a ¨¦l. Eso es lo que a mi hijo le llena¡±, relata el padre. Seducido por todas las universidades americanas, el nadador rumano no se mueve de su para¨ªso, implicado no solo en su carrera deportiva sino en impulsar la nataci¨®n en un pa¨ªs hu¨¦rfano de referentes. Popovici es un asunto de estado. Cuando gan¨® los dos oros en los Mundiales de Budapest de 2022 el gobierno lo premi¨® con 200.000 euros y le condecor¨® 'Caballero' con la 'Orden de la Estrella de Ruman¨ªa. ¡°Todos hablan de ¨¦l, es muy popular¡±, explica el ex futbolista Florin Raducioiu, a quien tambi¨¦n detienen por la calle por sus ¨¦xitos.
¡°Este enero hemos iniciado un proyecto a largo plazo, para los Juegos de 2032. Queremos que haya un nadador rumano en la final. Est¨¢ aqu¨ª, entre estos ni?os -se?ala el padre- que chapotean, que incluso no saben flotar¡ Qui¨¦n sabe¡±, a?adi¨®. Un ejemplo como el de su hijo, una historia tan excepcional como simple, porque como dice el joven de 19 a?os y campe¨®n mundial: ¡°Hay arte en la simplicidad¡±.
La formaci¨®n de un talento
La creaci¨®n del fen¨®meno no se entender¨ªa primero sin Mihailo y Georgeta, los padres de la criatura, quienes con cuatro a?os apuntaron a su hijo a nataci¨®n por recomendaci¨®n m¨¦dica. ¡°Era un poco m¨¢s alto que los dem¨¢s y con algo de barriguita¡±, dice su padre, que reconoce que a los ocho a?os ya se dio cuenta de que la mentalidad de su hijo era diferente: ¡°?l ganaba mucho, pero cuando perd¨ªa no se molestaba. Toleraba la frustraci¨®n, realmente era como un pez en el agua¡±. En el Aqua Team, club al que perteneci¨® en sus comienzos Popovici, no se le ten¨ªa demasiado en consideraci¨®n porque era despistado, se descentraba, jugaba con las gafas¡ Y lo mandaron al segundo grupo de entrenamiento, donde coincidi¨® con su actual entrenador, Adrian Radulescu. Ambos iniciaron la relaci¨®n id¨®nea.
Licenciado en Ciencias de la Actividad y del Deporte, Radulescu, un apasionado de la filosof¨ªa estoica, se percat¨® de las particularidades de ese ni?o. ¡°Se despistaba, pero cuando se concentraba era el m¨¢s r¨¢pido. Deb¨ªa captar su atenci¨®n, mantenerlo motivado, buscarle alicientes¡±, explica. ¡°A mi hijo le gusta que le expliques por qu¨¦ se hace una cosa u otra, quieren pensar¡±, a?ade Mihailo. ¡°Adri nunca le re?¨ªa, ni le gritaba, y eso nos gustaba a nosotros y tambi¨¦n a David, que se interes¨® mucho m¨¢s por todo¡±, explica el padre.
¡°Para desarrollarte necesitas a los padres adecuados¡±, a?ade su progenitor, atento a todo, meticuloso, alto como su hijo. ¡°Nosotros nos levant¨¢bamos pronto para prepararle el desayuno (leche, avena y fruta), le llevamos siempre al centro de entrenamiento y planeamos las vacaciones en el mismo sitio de sus competiciones para estar con ¨¦l. La nataci¨®n no es un deporte caro, tampoco barato, ya que hay torneos y siempre hemos estado all¨ª junto a ¨¦l¡±. Su madre, incluso, curs¨® una titulaci¨®n sobre dopaje para conocer m¨¢s a fondo la implicaci¨®n de los alimentos y las medicinas en los deportistas, mientras su hijo encontraba en la nataci¨®n ¡°una diversi¨®n¡±. Los resultados llegaron r¨¢pido.
Los r¨¦cords precoces de adolescente
Con 13 a?os ya logr¨® el primer r¨¦cord nacional rumano en los 50 espalda; con 14 ya era el europeo m¨¢s r¨¢pido en los 100 libre por debajo de 15 a?os y con 16 logr¨® el r¨¦cord mundial j¨²nior y acudi¨® a los Juegos Ol¨ªmpicos de Tokio, donde finaliz¨® en s¨¦ptima posici¨®n. Los expertos alucinaron con su irrupci¨®n en una prueba donde premia el f¨ªsico y la fuerza, con guerreros como C¨¦sar Cielo (ex plusmarquista mundial), Kyle Chalmers o Caeleb Dressel. Popovici romp¨ªa todos los c¨¢nones, era fino, con poco m¨²sculo, pero ten¨ªa un 49 de pie y una flotabilidad innata.
¡°Hab¨ªa chicos igual de altos, la mayor¨ªa m¨¢s fuertes, pero ¨¦l ten¨ªa una facilidad para con el m¨ªnimo esfuerzo aplicar la m¨¢xima velocidad. Su flotabilidad y rapidez eran ¨²nicas, por eso siempre acababa llegando antes¡±, cuenta Radulescu, que adem¨¢s de cultivar su cuerpo, le introdujo en el universo de la filosof¨ªa, porque Popovici reflexiona pese a su edad como un profesor universitario. ¡°Con 12 a?os me di cuenta de que el talento no lo era todo¡±, asegur¨® el nadador rumano a AS.
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¡ª LEN - European Aquatics (@LENaquatics) July 24, 2023
?? David Popovici was honoured at the @WorldAquatics Championships after winning the fan vote, after an incredible year which saw him break a World Record ??? a World Junior Record ?
? @WorldAquatics pic.twitter.com/KT9UVUlEeL
"Veo a Popovici como un campe¨®n de los que salen muy de tarde en tarde, una sola vez entre muchas ¨¦pocas. Tiene un sentido innato para la nataci¨®n r¨¢pida, totalmente natural, y lleva dentro de s¨ª, perfectamente asumido, el ritmo y cadencia de estas distancias, 100 y 200 libre", analiz¨® Spitz en junio de 2022 en la NBC cuando vio la actuaci¨®n del campe¨®n mundial. En los pasados Mundiales de Budapest, en junio de 2022, logr¨® el doble t¨ªtulo, algo que no lo consegu¨ªa un mismo nadador desde Jim Montgomery en los Mundiales de Belgrado de 1973. Y apenas un mes y medio despu¨¦s bati¨® el r¨¦cord en los 100 libre.
El div¨¢n y la biblioteca del rumano
Muchas miradas se?alan a Radulescu como un gur¨² de la nataci¨®n, como el Bob Bowman que ha transformado el talento de Popovici en una m¨¢quina de nadar como en su d¨ªa lo hizo el estadounidense con Michael Phelps y ahora con Leon Marchand. Fiel a su manera de ver la vida, totalmente hol¨ªstica, se quita m¨¦rito con un ejemplo que lo define. "Vi una entrevista con Orson Welles en la que le preguntaron: ¡®?Qu¨¦ te hizo pensar que pod¨ªas rodar Ciudadano Kane de un modo tan poco ortodoxo? Y ¨¦l dijo: ¡®Por ignorancia; fue la primera pel¨ªcula que hice, no sab¨ªa que las cosas pod¨ªan hacerse as¨ª; y tuve un director de fotograf¨ªa que nunca me dijo que no¡¯. David es mi director de fotograf¨ªa".
Radulescu y Popovici gestionan de la mano la gracia divina, el don que le ha dado la naturaleza, que han cuidado mimosamente sus padres y que ha dado el nadador que est¨¢ llamado a marcar unas marcas estratosf¨¦ricas en la velocidad. Por eso mismo, el cuidado de la mente, lo que puede estropear los cuerpos, como le ha ocurrido a muchos nadadores que han entrado en depresiones y que no han sabido gestionar el ¨¦xito, es lo que m¨¢s le preocupa a Radulescu. "Le recomiendo libros", afirma. "Al final es un chico de 18 a?os que quiere hacer las cosas de esas edad, como tener un coche, estar con los amigos, enfocar su carrera acad¨¦mica...".
"Tiene una mentalidad japonesa. Siempre se focaliza cien por cien en todo lo que hace"
"Mis padres me ense?aron que el deporte no es un juego de vida o muerte o del bien y del mal. La diferencia est¨¢ en d¨¦cimas de segundo", reflexiona el nadador, que se define como una persona "tranquila" que disfruta de su vida en Bucarest, que tiene novia, que va en bicicleta los domingos, ¨²nico d¨ªa que tiene libre, y que devora libros de filosofia y psicolog¨ªa, lo que le ayuda a afrontar mejor las competiciones... Y que es seguidor del Liverpool. "Tiene una mentalidad japonesa. Siempre se focaliza cien por cien en todo lo que hace", afirma el padre.
Est¨¢ tan concienciado Popovici por todo lo que hace que hasta su apodo, a petici¨®n de Arena, su patrocinador, tiene historia, como ¨¦l cuenta de forma brillante. "La lib¨¦lula resume mi habilidad, mi personalidad y mi entorno. Es peque?o e inofensivo, pero vuela hermosa y elegantemente sobre el agua, dejando atr¨¢s a sus depredadores. La precisi¨®n de la rutina de la lib¨¦lula describe perfectamente mi entrenamiento y su delicadeza se traduce en mi desempe?o. Finalmente, sus alas son un s¨ªmbolo de libertad, de ah¨ª el estilo libre". As¨ª es la lib¨¦lula de Bucarest, un fen¨®meno en Ruman¨ªa, un nadador at¨ªpico dentro y fuera del agua.