Ciclo nuevo, caras nuevas. El primer Seis Naciones desde el Mundial de Jap¨®n ser¨¢ tambi¨¦n el primero en mucho tiempo sin Warren Gatland en el banquillo gal¨¦s, Joe Schmidt en el irland¨¦s ni Conor O'Shea en el italiano. Francia tambi¨¦n cambia de seleccionador, aunque en su caso es un cap¨ªtulo m¨¢s (?el ¨²ltimo?) de la deriva de los ¨²ltimos a?os: de Brunel a Galthi¨¦.

Jap¨®n dej¨® marca. Encumbr¨® a la Inglaterra de Eddie Jones, apunt¨® la necesidad de una vuelta de tuerca en Gales y puso en una situaci¨®n inc¨®moda a Irlanda, que all¨ª dej¨® de ser la de los ¨²ltimos tiempos, y a Escocia, desnortada otra vez tras la tendencia ascendente que experiment¨® con Vern Cotter. Tambi¨¦n fue la primer toma de contacto de Galthi¨¦, que ejerci¨® pr¨¢cticamente de coseleccionador junto a Brunel, con la generaci¨®n que aspira a brillar en la pr¨®xima cita mundialista de 2023, a disputarse en Francia. Y evidenci¨® que Italia sigue atascada en un punto muerto entre la pujanza del Tier 2 y el nivel competitivo de las mejores selecciones del mundo.

Todo lo pondr¨¢ a prueba la 21? edici¨®n del torneo desde que se convirti¨® en Seis Naciones por la entrada de estos ¨²ltimos. Una competici¨®n cada vez m¨¢s encerrada en s¨ª misma, que ha echado por tierra los planes que pretend¨ªan abrirla a ascensos y descensos con el Nations Championship. Pero tambi¨¦n una competici¨®n con una capacidad asombrosa de generar historias y emociones. Con reservas, una isla de c¨®digos y tradiciones en el cada vez m¨¢s homog¨¦neo mundo del deporte profesional. Disfrut¨¦moslo un a?o m¨¢s.

El Drag¨®n se lava la cara

El mandato de Warren Gatland acab¨® con el Mundial y dio paso al de Wayne Pivac, con un mantra claro: cambiar para que todo siga igual. El ex de Fiyi y de Scarlets, paradigma del hwyl gal¨¦s, quiere darle un sentido m¨¢s l¨²dico al juego del vigente campe¨®n sin perder las altas cotas de competitividad y resiliencia alcanzadas durante los 12 a?os de Gatland. "Todos han sido informados del estilo de juego que queremos implementar y he visto una gran reacci¨®n", asegur¨® en la presentaci¨®n del torneo. En contra en este primer asalto tendr¨¢ las bajas de jugadores importantes como Jonathan Davies, Anscombe o Patchell y cierta impaciencia caracter¨ªstica del rugby gal¨¦s, que no va a digerir bien un torneo discreto tras el Grand Slam y las semifinales mundialistas del a?o pasado.  

Wayne Pivac, de la comisar¨ªa a los banquillos

Pivac fue polic¨ªa antes que entrenador y el principal candidato a ocupar el puesto de Gatland desde que se supo que este lo abandonar¨ªa tras el Mundial. Durante a?os, compagin¨® el servicio p¨²blico (una etapa que cree que le aportar¨¢ "perspectiva" a la hora de lidiar con las cr¨ªticas) con la tercera l¨ªnea de North Harbour, en tiempos en los que el rugby era a¨²n una disciplina amateur. Ya como entrenador, ha prestado sus servicios en ese mismo club, en Auckland, la Selecci¨®n de Fiyi y Scarlets, un equipo que ha ganado divirtiendo el Pro 12 (ahora Pro 14) en 2017 y lleg¨® a semifinales de la Champions 2017/2018. 

Alun Wyn Jones, un coloso ante su ocaso

El que ya es el jugador con m¨¢s partidos de la historia del Drag¨®n (134) y uno de los siete que ha conseguido ganar tres veces el Seis Naciones con Grand Slam incluido est¨¢ ante uno de sus ¨²ltimos bailes. A Jones le queda a?o y medio del contrato con la Federaci¨®n Galesa que le ata a Ospreys hasta el verano de 2021 y podr¨ªa ser el ¨²ltimo. De momento, el coloso de Swansea, l¨ªder ejemplar en la ¨²ltima d¨¦cada del rugby gal¨¦s, quiere ayudar en la transici¨®n Gatland-Pivac. 

De Arms Park al Millenium

Entre el R¨ªo Taff y Westgate Street, en el centro de Cardiff, se alza majestuoso el Estadio del Milenio. Construido para el Mundial de 1999, actualmente es la casa de las selecciones de rugby y f¨²tbol. Sustituy¨® en ese rol al m¨ªtico Arms Park, ahora convertido en un anexo que sigue utilizando el Cardiff Blues del Pro 14. Fue sede en los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres 2012 y alberg¨® la final de la Champions 2016/2017, ganada por el Real Madrid a la Juventus. El 'Tierra de nuestros padres', himno del Principado que se canta en ga¨¦lico, se torna especialmente emotivo all¨ª en los partidos del Seis Naciones.

La Rosa, tocada por el 'caso Saracens'

Inglaterra llega al torneo marcada por su brillante papel en el Mundial, pero tambi¨¦n por el esc¨¢ndalo de los Saracens. El trauma de 2015 qued¨® enterrado con una inopinada victoria ante los All Blacks en semifinales y el posterior subcampeonato, tras perder con Sud¨¢frica en la final. Pero ahora todo eso est¨¢ en segundo plano por los tejemanejes del equipo londinense. El gran dominador del rugby europeo e ingl¨¦s de los ¨²ltimos a?os incumpli¨® el l¨ªmite salarial durante varias temporadas y ha terminado aceptando un descenso administrativo para el pr¨®ximo curso. De 34 jugadores en la prelista inglesa, 7 son sarries descartando ya a Billy Vunipola, baja de ¨²ltima hora, y el ambiente del grupo podr¨ªa verse enrarecido por las dur¨ªsimas cr¨ªticas que est¨¢n llegando a los vigentes campeones de la Premiership desde otros clubes. En cualquier caso, son uno de los principales aspirantes al t¨ªtulo.

Eddie Jones, reforzado tras el Mundial

Devolver el orgullo perdido a los inventores del juego (seg¨²n la versi¨®n m¨¢s extendida) era la tarea con la que la RFU contrat¨® tras el shock del Mundial de 2015 a este australiano lenguaraz y pol¨¦mico, el primer seleccionador extranjero de su historia, que en esa misma cita hab¨ªa llevado a Jap¨®n a su ¨²nica victoria hasta ahora contra Sud¨¢frica, el llamado 'Milagro de Brighton'. Y eso es justo lo que ha hecho el viejo Eddie. Renov¨® la base del equipo, hizo a Owen Farrell su capit¨¢n, molde¨® a jugadores para muchos a?os como Itoje o Tom Curry y conquist¨® los t¨ªtulos de 2016 (Grand Slam incluido) y 2017. La actuaci¨®n en el Mundial le ha reforzado a¨²n m¨¢s y estar¨¢ al frente, si nada se tuerce, tambi¨¦n en este nuevo ciclo, para el que ya ha empezado a hacer pruebas: en su lista larga hay ocho jugadores que a¨²n no han debutado con la Rosa.

Owen Farrell, un l¨ªder por cuenta propia

El 10 de los Saracens enterr¨® las expectativas que pretend¨ªan convertirle en el nuevo Wilkinson y decidi¨® fabricarse su propia historia. Pas¨® de posible juguete roto del rugby ingl¨¦s a l¨ªder de la selecci¨®n con 79 partidos y 875 puntos (solo Wilko, con 1179, le supera ya en ese apartado) a sus espaldas. Quir¨²rgico en el pateo y valiente en el placaje, ha ido mejorando su lectura de juego hasta convertirse en lo que es hoy, uno de los mejores aperturas del mundo.

Twickenham, la catedral

Al suroeste de la mole que es Londres, se alza el templo del rugby ingl¨¦s. Inaugurado en 1909, Twickers ha pasado por varias remodelaciones hasta poder albergar los 82.000 espectadores que caben hoy en d¨ªa y ha estado siempre vinculado a la RFU, la federaci¨®n inglesa, que tiene en el complejo una de sus principales fuentes de ingresos. Sede de las finales mundialistas de 1991 y 2015, all¨ª se entona el God save the queen, himno nacional que ensalza la monarqu¨ªa, y el Swing low, sweet chariott, la canci¨®n popular de cabecera de la afici¨®n local.

Hasta siempre Joe Schmidt, hola Andy Farrell

Entre 1986 y 2013, Irlanda gan¨® una vez el Seis Naciones y el Grand Slam. Entre 2013 y 2019 lo hizo tres veces, una de ellas tambi¨¦n con pleno incluido. Sirva para ilustrar, en lo tangible, lo que ha sido el periodo de Joe Schmidt al frente del Tr¨¦bol. S¨®lo le ha quedado al neozeland¨¦s la espina de no romper el techo de cristal que separa a los de la Isla Esmeralda de las semifinales mundialistas. Fallaron de nuevo en 2015 y 2019 y esa misi¨®n formar¨¢ parte del legado que Schmidt deja a Andy Farrell, su sucesor. Con ¨¦l, y ante la retirada de Rory Best, Sexton ser¨¢ el capit¨¢n y por primera vez en mucho tiempo Conor Murray no tendr¨¢ el puesto garantizado ante la pujanza de John Cooney, que est¨¢ destacando en Ulster. Hay cinco jugadores sin experiencia internacional en su lista y, con alguna excepci¨®n, se mantiene la guardia pretoriana de Schmidt: los Toner, Stander, O'Mahony, Henshaw... J¨®venes como Ryan o Stockdale est¨¢n llamados a ir apoder¨¢ndose de este nuevo cap¨ªtulo del rugby irland¨¦s. 

Farrell, ante una paradoja

Es ir¨®nico, pero la principal tarea de Farrell, padre del capit¨¢n ingl¨¦s, Owen, y especialista defensivo en el cuerpo t¨¦cnico de Schmidt, en esta primera experiencia al frente de un equipo (ha sido asistente, adem¨¢s de Irlanda, en Inglaterra, Saracens y Munster) ser¨¢ revitalizar la propuesta ofensiva de Irlanda, algo oxidada en 2019. Necesita una buena carta de presentaci¨®n para cabalgar la sensaci¨®n de agotamiento de esta generaci¨®n tras la decepci¨®n mundialista (es justo decir aqu¨ª que fueron eliminados por los All Blacks y que, aunque hubieran ganado a Jap¨®n en grupos, como se esperaba, se habr¨ªan cruzado con Sud¨¢frica, a la postre campeona). Como jugador prob¨® tanto el Rugby League (13 jugadores por equipo) como el Union. 

Sexton, capit¨¢n en la recta final

El segundo anotador hist¨®rico de Irlanda (791 puntos) enfila el ocaso como nuevo capit¨¢n de su Selecci¨®n y sin sucesor claro. A sus 34 a?os, y con contrato al menos hasta el tour de los British & Irish Lions en 2021, parece que no firmar¨¢ un nuevo compromiso y terminar¨¢ su carrera en casa, en Leinster, el club que le alumbr¨®. Competidor nato, tiene la misma m¨¢cula que Smith, no haber podido llevar al Tr¨¦bol a unas semifinales mundialistas. Tambi¨¦n tiene un hueco bien ganado en la historia del rugby irland¨¦s. 

Aviva Stadium, tradici¨®n y modernidad 

Sobre las cenizas del m¨ªtico Lansdowne Road, terminado en 1872 y casa de Irlanda durante m¨¢s de 100 a?os, se irgui¨® el ultramoderno Aviva Stadium, una silueta rompedora en la pintoresca ribera del Dodder y un confortable alojamiento para las m¨¢s de 50.000 personas que suelen coparlo durante los partidos de Irlanda en el Seis Naciones. Como an¨¦cdota, entre 2007 y 2010, hasta que estuvo listo, la selecci¨®n se mud¨® a Croke Park, santuario del f¨²tbol ga¨¦lico y el hurling tristemente famoso por ser escenario de la matanza del Bloody Sunday (Domingo Sangriento) en 1920. Cuando el Tr¨¦bol, que junta a jugadores de la Rep¨²blica y del Norte, juega all¨ª, suenan tanto el aglutinador Ireland's call como el Soldier's song, el himno oficial de la Irlanda independiente. 

Galthi¨¦ y la juventud

La era Brunel acab¨®. Comienza la era Galthi¨¦ en una Francia que se entregar¨¢ a su juventud con vistas al Mundial que acoger¨¢ en 2023. Con t¨®tems de la ¨²ltima d¨¦cada como Guilhem Guirado o Picamoles ya retirados del grupo, la lista larga del nuevo seleccionador incluye 19 jugadores sin experiencia internacional, s¨®lo uno por encima de los 30 a?os y una media de edad de 24. Al frente de la camada, entre la que se cuentan muchos de los cachorros que han ganado los dos ¨²ltimos Mundiales sub-20, estar¨¢ el tercera l¨ªnea del Toulon Charles Ollivon, al que Galthi¨¦ ha dado los galones de capit¨¢n. Romain Ntamack, Demba Bamba, Gael Fickou o Damian Penaud tambi¨¦n ser¨¢n protagonistas de estos nuevos bleus, que aspiran a dar guerra en el presente mientras se preparan para un futuro que deber¨ªa ser m¨¢s brillante que su pasado reciente.

Fabien Galthi¨¦, jerarqu¨ªa y carisma

Galthi¨¦ es una de las luminarias del rugby franc¨¦s de los 90. Considerado uno de los mejores de siempre en el puesto de medio mel¨¦, luci¨® 64 veces el gallo en el pecho entre 1991 y 2003. Ya como entrenador, ha pasado por Stade Fran?ais, Montpellier y Toulon. Ha ganado t¨ªtulos, pero no ha dejado huella en ninguno de esos equipos. Es el tercero que pasa por el cargo (antes de ¨¦l lo hicieron Nov¨¦s y Brunel) desde la destituci¨®n de Philippe Saint-Andr¨¦ en octubre de 2015 y su llegada no supone, a priori, una vuelta a las esencias del rugby franc¨¦s, que trata de reencontrarse tras a?os entregado al dinero de los magnates y las estrellas extranjeras y sumido en el oscurantismo de Bernard Laporte, exseleccionador y jefe de la federaci¨®n.

Gael Fickou, experiencia precoz y mucho rugby

Con solo 25 a?os y 51 partidos a sus espaldas, ahora es el jugador con m¨¢s experiencia de la selecci¨®n. Talento precoz, debut¨® con el Gallo a los 18 y ha estado en los dos ¨²ltimos mundiales. Puede jugar de centro o ala y tiene mucho rugby en sus manos (no en vano es un producto de la cantera de Stade Toulousain, el gran exponente del flair franc¨¦s), adem¨¢s de velocidad y un explosivo contrapie. Su crecimiento en el grupo ha sido natural y ahora le toca asumir de pleno derecho la importancia que ya ten¨ªa de facto en los ¨²ltimos tiempos.

Stade de France, el coloso de Saint-Denis

Todos los a?os, entre febrero y marzo, hay d¨ªas en los que la Marsellesa retumba en el suburbio parisino de Saint-Denis. Son d¨ªas de Seis Naciones, en los que la selecci¨®n francesa es capaz de congregar en el Stade de France, a veces llamado tambi¨¦n como la zona en la que se enclava, a m¨¢s de 80.000 almas. Este coloso fue construido para el Mundial de f¨²tbol de 1998 y la FFR decidi¨® convertirlo en su casa. Fue la sede del Mundial de 2007 y previsiblemente correr¨¢ la misma suerte en 2023. ?ltimamente la federaci¨®n ha apostado por llevar partidos internacionales a otros estadios del pa¨ªs con el benepl¨¢cito de los jugadores, aunque en principio seguir¨¢ siendo el escenario de las grandes citas.

De vuelta a las andadas

Escocia no ha ganado una sola vez el t¨ªtulo desde que el Seis Naciones est¨¢ formado, valga la redundancia, por seis naciones. Esto es, desde 1999. Demasiado tiempo en la irrelevancia para un Cardo que fue potencia, con sus altibajos, hasta el desembarco de Italia en la cita. Desde entonces, y salvando las distancias, tiene el mismo rol que los transalpinos, el de comparsa. Los brotes verdes que florecieron con Vern Cotter parecen haberse marchitado con Gregor Townsend, especialmente tras la eliminaci¨®n en fase de grupos del Mundial a manos de Jap¨®n y m¨¢s all¨¢ del tercer puesto y la reconquista de la Copa Calcuta en 2018, su primer a?o al mando. Para m¨¢s inri, Finn Russell se perder¨¢ como m¨ªnimo el partido inaugural por una falta disciplinaria. Una buena noticia es que los caledonios pueden tener en el joven de origen neozeland¨¦s (22 a?os) Thomas Gordon, uno de los cinco debutantes citados, un tercera l¨ªnea que marque diferencias junto a Watson. En esta edici¨®n tiene que demostrarlo.  

Gregor Townsend, en la cuerda floja

Como era de esperar, a Townsend le han llovido palos desde la eliminaci¨®n mundialista, que vino acompa?ada de un rid¨ªculo federativo cuando el partido decisivo ante Jap¨®n estaba en el aire por la aparici¨®n en escena del tif¨®n Hagibis. No ha sido tanto por la derrota en s¨ª, que tambi¨¦n, sino por la pobre imagen transmitida a lo largo del torneo, que adem¨¢s vino precedida por un desempe?o cuestionable en el Seis Naciones anterior (una ¨²nica victoria y un empate, aunque este fuera ante Inglaterra para retener la Copa Calcuta, y quinto puesto). El hambre que transmit¨ªa el equipo con Cotter se ha diluido y jugadores importantes como Hogg, Graham, McInally o Kinghorn parec¨ªan desconectados en Jap¨®n. Por todo ello, esta puede ser su ¨²ltima bala. 

Finn Russell

Si lo de Russell se queda finalmente en un partido de sanci¨®n (y el equipo no puede permitirse, en principio, prescindir ni un segundo m¨¢s de ¨¦l), ser¨¢ la luminaria del Cardo. Tremenda su eclosi¨®n entre 2013 y 2014, cuando pas¨® de jugar a nivel provincial en el Super 6, el paso intermedio entre el rugby amateur y el profesional en Escocia, a brillar con los Glasgow Warriors y la selecci¨®n. Desde 2018 presta sus servicios en el Racing 92 de Par¨ªs, que ha convertido a este exalba?il devenido en violinista del oval en uno de los 20 jugadores mejor pagados del mundo, con un sueldo de m¨¢s de 600.000 euros al a?o. 

Murrayfield, la flor de Escocia

Pocos recintos deportivos en el mundo transmiten tanto como Murrayfield en un partido de Escocia. Se eriza la piel cuando el sonido de gaitas invade la escena y m¨¢s de 60.000 almas entonan, a ratos a capela, el Flor de Escocia, himno nacional que glosa la lucha milenaria entre escoceses e ingleses, trasladada de los campos de batalla a la pol¨ªtica. Suele presidir su palco la princesa Ana, ¨²nica hija de Isabel II y Dama de la Orden del Cardo. 

Italia, atascada en la irrelevancia

Conor O'Shea abandon¨® la nave azzurra tras el Mundial, seis meses antes de que venciera su contrato, para asumir un puesto directivo en la federaci¨®n ingles. El irland¨¦s puso fin a un periplo de cuatro a?os en el que Italia ha dado muestras de estancamiento. No ha conseguido dejar de ser el patito feo del Seis Naciones y da la sensaci¨®n de que es, con diferencia, el peor equipo del Tier 1, el primer nivel de selecciones internacionales. El tim¨®n queda ahora en manos de Franco Smith de forma interina. El sudafricano tiene mimbres con los que potenciar el rendimiento de Italia en un torneo que lleva jugando 19 a?os con 14 cucharas de madera, el dudoso honor que recibe el ¨²ltimo clasificado en cada edici¨®n. Sin la alargada sombra de Sergio Parisse, el centuri¨®n del equipo durante la ¨²ltima d¨¦cada, que s¨®lo jugar¨¢ los partidos en casa, ha llegado la hora de los Polledri, Negri, Sisi o Minozzi. 

Franco Smith tiene un papel¨®n

Exinternacional con los Springboks, Smith ha hecho buena parte de su carrera en Italia. Antes de dirigir a los Cheetahs en su pa¨ªs natal, estuvo 10 a?os (2003 a 2013) al mando del Treviso. Ahora tiene el papel¨®n de guiar a Italia en este Seis Naciones sabiendo que lo m¨¢s probable es que no contin¨²e al frente de la nave este verano, pues la Federugby italiana est¨¢ buscando un inquilino permanente que coja las riendas desde julio.

Matteo Minozzi, la gran noticia de los ¨²ltimos a?os

Si en la etapa de Conor O'Shea ha habido luces, una de ellas ha sido Matteo Minozzi. La gran irrupci¨®n del torneo en 2018, cuando fue nominado a mejor jugador por sus cuatro ensayos en cinco partidos, ha pasado por muchas vicisitudes desde entonces. Poco despu¨¦s en agosto, se destroz¨® la rodilla y estuvo casi un a?o parado. Fichado por los Wasps de la Premiership procedente de Zebre, lleg¨® a tiempo para el Mundial, en el que no pudo brillar mucho. De que ofrezca su mejor versi¨®n dependen en cierta medida las opciones de Italia de ser, al menos, competitiva.

El Ol¨ªmpico de Roma, casa predilecta de la Nazionale

El Ol¨ªmpico de Roma, casa habitual del AS Roma y la Lazio, los equipos de la capital, as¨ª como de la selecci¨®n de f¨²tbol, oficia tambi¨¦n desde hace tiempo como sede de los partidos de la Nazionale de rugby, que se han deslocalizado puntualmente a otroas ciudades del pa¨ªs como Treviso, Bolonia o Florencia. En ninguno el Fratelli d'Italia, himno nacional, suena como en el Ol¨ªmpico. Inaugurado en 1953 de cara a los Juegos de 1960, es la joya de la corona del Foro It¨¢lico, el complejo romano que acoge la sede del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Italiano y el Masters 1.000 de tenis

Un torneo, muchas historias

El Seis Naciones no es solo un torneo entre los equipos m¨¢s potentes del hemisferio norte. Es, a su vez, una constelaci¨®n de enfrentamientos que tienen su propia historia y tradiciones como la Triple Corona, el Centenary Quaich o la Copa Calcuta, el m¨¢s antiguo de estos trofeos. A continuaci¨®n, los explicamos:

Palmar¨¦s a?o a a?o desde 1883.

Grand Slams. El Grand Slam es b¨¢sicamente un pleno. Si un equipo gana el torneo invicto en los cinco partidos que disputa, lo tiene. Gales, el a?o pasado, ha sido el ¨²ltimo equipo en conseguirlo. Inglaterra es el pa¨ªs m¨¢s laureado en este apartado, con 13 entorchados.

Triple Corona.  Se pone en juego desde 1883 entre las llamadas Home Unions, las cuatro federaciones de las Islas Brit¨¢nicas con representaci¨®n en el torneo, que son la irlandesa, la escocesa, la inglesa y la galesa. El equipo que consigue ganar a sus tres vecinos, gana la Triple Corona. Gales tambi¨¦n la conquist¨® en 2019. Inglaterra, con 25, es el pa¨ªs que m¨¢s tiene.

Copa Calcuta. Se entrega desde 1879 al ganador del choque entre Inglaterra y Escocia. La historia dice que en 1878 los miembros del Calcutta Football Club, fundado en 1873 en la ciudad hom¨®nima de la India, presentaron a la RFU inglesa, a la que se hab¨ªan afiliado cuatro a?os antes, una copa hecha con la plata fundida de las rupias que guardaban en la tesorer¨ªa del club con la esperanza de que pudiera ser puesta en juego anualmente. Se disputa entre ingleses y escoceses porque esas eran las nacionalidades de los jugadores que se enfrentaron en 1872 en un partido de rugby en Calcuta, germen de la posterior fundaci¨®n del equipo. Inglaterra la ha ganado 70 veces por 40 de Escocia. La primera y segunda guerras mundiales fueron par¨¦ntesis en los que no se disput¨®. Tampoco en 1885, 1888 y 1889.

Millennium Trophy.  Como parte de las celebraciones de los mil a?os de historia de Dubl¨ªn, en 1988 se cre¨® un trofeo con forma de casco vikingo que se entrega cada edici¨®n del Seis Naciones al ganador del duelo entre Irlanda e Inglaterra. Los primeros han sido campeones en 13 ediciones; los segundos, en las 19 restantes.

Centenary Quaich. Un a?o despu¨¦s del Millenium Trophy, se cre¨® el Centenary Quaich, que es lo mismo pero entre Irlanda y Escocia. 16 ediciones han ido a parar a manos irlandesas, por 14 a manos escocesas. Se entrega como trofeo un recipiente para beber de la tradici¨®n celta. Bien tirada.

Trofeo Garibaldi. El v¨ªnculo de uno de los padres de la Italia unificada con Francia, pues naci¨® en Niza, se honra desde 2007 con este trofeo dise?ado por Jean Pierre Rives. El Gallo lo ha ganado 11 veces en 13 ediciones, por dos de la Azzurra. 

Trofeo Auld Alliance. De muy reciente creaci¨®n, se instaur¨® en 2018 para conmemorar a los jugadores de rugby franceses y escoceses (22 internacionales de los primeros y 30 de los segundos) ca¨ªdos en servicio durante la I Guerra Mundial. En particular, a Eric Milroy y Marcel Burgun, capitanes de ambas selecciones antes de que estallara la contienda. El nombre ('Auld' ser¨ªa la pronunciaci¨®n escocesa de 'old', 'viejo' en ingl¨¦s) hace referencia a la alianza que establecieron Francia y Escocia en el siglo XIII para frenar las invasiones inglesas de sus territorios. Las dos ediciones disputadas han terminado con un triunfo por cabeza.

Copa Doddie Weir. Se cre¨® tambi¨¦n en 2018. Sus promotores con Escocia y Gales, que desde entonces la disputan anualmente con el objetivo de concienciar sobre las enfermedades relacionados con las neuronas motoras como la escler¨®sis lateral amiotr¨®fica (ELA), que sufre el exinternacional escoc¨¦s que da nombre a la copa. De momento Gales solo la ha ganado Gales, por partida doble.

Cuchara de madera. Es un concepto presente tambi¨¦n en otros deportes como el remo o el cricket. En el caso del Seis Naciones, se entrega como indeseado premio al ¨²ltimo clasificado de cada edici¨®n. Irlanda, con 29, tiene el dudoso honor de encabezar la lista de equipos que m¨¢s veces se la han agenciado. Aunque Italia, con 14 en 19 participaciones, viene pujando fuerte para acabar ocupando ese lugar.