ATLETISMO | MUNDIALES | 110 VALLAS
McLeod invade la calle y priva de medalla a Orlando Ortega
El espa?ol iba en progresi車n, directo al podio, pero el jamaicano se desequilibr車 y desestabiliz車 a Ortega que iba en la calle contigua.
Orlando Ortega iba a ser oro, plata, bronce# Nunca se sabr芍. Cuando quedaban dos vallas, el jamaicano Omar McLeod se cruz車 en su camino, trastabillado, y lo sac車 de carrera. Dur赤simo. Ortega no tuvo margen de reacci車n y qued車 quinto del mundo (13.30), en una carrera que gan車 Holloway (13.10), fue segundo Shubenkov y tercero Martinot, porque tuvieron la suerte de no tener al inestable caribe?o a su lado. Una bomba de relojer赤a.
Se preve赤a una final caliente, con Holloway y McLeod, dos ant車nimos a Orlando. Corredores inestables, pero con una punta de velocidad tremend赤sima. Son un disparo al aire, si sale mal puede ser letal. Vallas son vallas, la prueba menos predecible y con estos dos m芍s. A Ortega le hab赤a tocado junto a McLeod. Peligro. Se dio la salida#
Orlando, de 28 a?os, arranc車 mal, pero no es raro. Su remontada comienza a partir de la quinta. La carrera era la prevista, ganar posiciones y llegar hasta donde hiciera falta. Ortega vuela tarde siempre, pero es seguro, fino y elegante. Corredor dislocado es McLeod, velocista total y vallista agresivo, que se comi車 el noveno obst芍culo e invadi車 la calle 5 del espa?ol. El jamaicano dio varios pasos sobre territorio ajeno y toc車 a Orlando, que levantaba su pierna izquierda como pod赤a para superar el obst芍culo. Con la figura desfigurada, con su carrera adulterada... pas車 otra valla y lleg車 a meta, quinto, en la mejor temporada de su vida, con McLeod haciendo la croqueta en su calle. Esta vez no hab赤a sido la tensi車n, hab赤a sido un factor ajeno a 谷l. ※Eso es lo que m芍s me fastidia§.
Orlando levant車 los brazos de rabia, de impotencia. ※No es la primera vez que me pasa con McLeod, cuando llego desde atr芍s, siempre es igual§, se lamentaba Ortega, que este a?o se hab赤a ido a vivir a Chipre, donde hab赤a recuperado la ilusi車n por el entrenamiento. Con Trajkovic, con el t谷cnico Giannoulakis, a Orlando se le ve赤a tranquilo y confiado con victorias en casi todo lo que hab赤a corrido, incluida la Diamond.
Esa calma se rompi車 en el estadio Khalifa: ※Esto es un robo, una estafa, la IAAF deber赤a hacer algo. Lo ve赤a venir desde el principio, ellos son m芍s r芍pidos al inicio y saben que soy m芍s veloz al final. Es evidente que se mete en mi calle y tengo que meter la mano. Me han robado una medalla. Puedo aceptar choques y roces, pero esto no§.
Era su momento, pero tuvo la desgracia de cruzarse con la peonza McLeod, un campe車n ol赤mpico e 赤ntimo amigo de Bolt, que puede derribar todo lo que se ponga en su camino y descalificado, por supuesto. Esta vez fue Orlando Ortega, triste, indignado... ※De verdad no me lo puedo creer, esto es dur赤simo§, dec赤a el espa?ol, que seguir芍 as赤 sin medallas en los Mundiales. No fue su culpa. Espa?a reclam車, a las 2:50 se enter車 que el recurso no hab赤a prosperado... Tremendo.