La guerra laboral que viene en la MLB ?y tambi¨¦n en la NBA y NFL?
La agencia libre de Las Mayores del b¨¦isbol est¨¢ siendo tal cat¨¢strofe que anuncia una colisi¨®n entre jugadores y propietarios. El baloncesto podr¨ªa seguirles. Yankees - Red Sox en vivo: MLB, en directo
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El siete de noviembre pasado se abr¨ªa la agencia libre de la MLB, la liga de b¨¦isbol profesional norteamericana. Aquel d¨ªa los equipos pod¨ªan lanzarse, como locos, a competir por fichar a Jake Arrieta, a Yu Darvish, a J.D. Mart¨ªnez, a Eric Hosmer. Los grandes nombres del mercado aguardaban las ofertas de m¨¢s de 100, de 150 millones de d¨®lares, para decidir su futuro. Los aficionados se mord¨ªan las u?as nerviosos mientras los rumores y los sue?os volaban por igual. Los medios online preparaban directos para seguir la jornada.
Hoy, siete de febrero, Jake Arrieta, Yu Darvish, J.D. Mart¨ªnez, Eric Hosmer... siguen sin equipo, sin contrato, en puridad sin trabajo, y no hay un s¨®lo rumor que los sit¨²e en ning¨²n equipo de aqu¨ª al pr¨®ximo 24 de febrero, cuando los equipos de la MLB comienzan la actividad de la pretemporada.
La pregunta es leg¨ªtima: ?Qu¨¦ demonios ha pasado? Y el problema es que la respuesta a esta es francamente peligrosa para el deporte norteamericano porque su conclusi¨®n es otra pregunta: ?Vamos a la huelga, a la guerra? S¨ª, as¨ª de serio est¨¢ el asunto.
Un convenio colectivo con trampas
Al concluir la temporada 2016, el sindicato de jugadores y los propietarios de Las Mayores llegaron al acuerdo de ampliar el convenio colectivo que rige sus relaciones por cinco a?os m¨¢s. Es decir, hasta que concluya la campa?a 2021, las normas est¨¢n claras.
En su momento, este convenio colectivo se vio bien por parte de los jugadores. El motivo era que los salarios crec¨ªan. Nada m¨¢s. En plena bonanza econ¨®mica de la liga, la media de sueldos pasaba de los tres millones de d¨®lares por primera vez mientras que las estrellas se posicionaban claramente por encima de los 20 millones, los 30 en algunos casos contados, lo que dejaba atr¨¢s a todas las ligas norteamericanas y, de hecho, a todos las ligas del mundo, de cualquier deporte.
Se olvidaron de peque?os Caballos de Troya que han acabado originando la situaci¨®n actual. Se trata de que la compensaci¨®n econ¨®mica para los jugadores elegidos en el draft y para las promesas internacionales pasaban a estar regidas por las mismas normas que los salarios de la primera plantilla y se sumaban a los salarios globales de la franquicia para calcular si ten¨ªan que pagar el impuesto de lujo.
En la MLB no hay l¨ªmite salarial como tal y funciona de forma diferente al resto de ligas norteamericanas porque pueden pasar a?os hasta que los elegidos en el draft, ya sean nacionales o internacionales, jueguen con el equipo grande, pasando temporadas enteras en divisiones menores en equipos afiliados.
Si sumamos esto al hecho de que las estad¨ªsticas avanzadas juegan en contra del jugador medio, f¨¢cilmente sustituible por individuos que, con este convenio colectivo, son mucho m¨¢s baratos, se produce la tormenta perfecta actual.
Porque, que nadie lo olvide, la MLB sigue generando cantidades inmensas de dinero, elevando sus ganancias anuales en el entorno de los 10.000 millones de d¨®lares, sus franquicias revaloriz¨¢ndose al punto de que una de ellas, los Miami Marlins, se han vendido este invierno por 1.200 millones de d¨®lares... y en ese contexto los jugadores han ido perdiendo valor pues han pasado de recibir m¨¢s del 50% de los beneificios del negocio en salarios a tener el 38% actual.
Las consecuencias
Malas, claro. Duras. Por primera vez desde el a?o 1994, los jugadores est¨¢n hablando de la huelga. Entonces no hubo temporada, y el cierre fue el aldabonazo definitivo para una liga que ve¨ªa como la NFL le com¨ªa terreno y que, tras aquello, jam¨¢s recuper¨® su estatus de "el pasatiempo de Am¨¦rica".
Dos de los agentes m¨¢s poderosos, Scott Boras y Brodie Van Wagenen, han usado las redes sociales para dejar claro que no descartan ninguna acci¨®n y que ven la sombra de la confabulaci¨®n delictiva de las franquicias en esta situaci¨®n.
Los jugadores implicados, sobre todo las estrellas, est¨¢n valorando hacer un campo de entrenamiento de primavera privado con todos los agentes libres sin trabajo y, aunque el sindicato ha dicho que no hay prevista ninguna movilizaci¨®n, las voces que gritan que los compa?eros con contrato no deber¨ªan presentarse el 24 de febrero en las instalaciones de los equipos no dejan de crecer d¨ªa a d¨ªa.
El par¨®n econ¨®mico de la NBA
Es muy probable que la sangre no acabe llegando al r¨ªo en la MLB, por supuesto. Los intereses de todos los implicados es seguir con un negocio millonario. Lo que pasa es que en el estado actual de enfado general cualquier chispa ha de ser tenida en cuenta como el potencial inicio de un incendio. En el b¨¦isbol ya est¨¢n ah¨ª. Y los vecinos con barba, deber¨ªan ponerla a remojar.
Porque resulta que en la NBA vamos hacia un invierno nuclear este pr¨®ximo verano, si se me permite la contraposici¨®n.
Hace dos temporada, con el acuerdo fresco con la TNT y le ESPN sobre la mesa, que reporta 2.260 millones de d¨®lares a la NBA cada a?o, las franquicias enloquecieron y comenzaron a dar contratos demenciales sin sentido a diestro y siniestro. 120 millones de d¨®lares a Nico Batum, 98 a Hassan Whiteside, 94 a Harrison Barnes, otros tantos a Chandler Parsons, 85 a Evan Fournier, 80 a Ryan Anderson, 78 a Allan Crabbe, Joakim Noah, Luol Deng, Evan Turner... todos ellos por cuatro o cinco a?os.
La fiesta fue tan brutal y tan absurda que la resaca se pagar¨¢ ahora. Y los jugadores que van a salir a la agencia libre este verano lo saben. Y est¨¢n de todo menos contentos.
Hay muchos equipos que se est¨¢n tomando este l¨ªmite del periodo de traspasos con una enorme pachorra, sabiendo que no van a gastar cuando llegue la agencia libre. La cantidad de malos equipos que pelean por ser el pr¨®ximo n¨²mero uno del draft es asombrosa, con casi una decena de ellos en apenas dos partidos. Sabiendo que el mercado est¨¢ congelado no tienen pensado hacer ninguna inversi¨®n ser¨ªa para mejorar a corto plazo. Y jugadores como Niko Mirotic se agarran a los doce millones que tienen garantizados para el a?o que viene como si no hubiera existido ese 2016 en el que se sus pares se llevaban de 20 para arriba como cuento de risa.
?C¨®mo se lo tomar¨¢n? ?C¨®mo reaccionar¨¢ el sindicato a una situaci¨®n de evidente, y gigantesca, contracci¨®n salarial para la media de sus afiliados cuando el negocio no para de crecer hasta niveles ya no nunca vistos sino siquiera imaginados hace una d¨¦cada? Seguro que no bien.
Tampoco se libra la NFL
Las consecuencias tambi¨¦n afectar¨¢n a la NFL. Porque el sindicato de jugadores del f¨²tbol americano cree, y con raz¨®n, que fue expoliado en el anterior convenio colectivo y que, en medio, cobran menos que sus compa?eros atletas de la MLB y la NBA cuando su deporte es, con mucho, el que m¨¢s dinero genera y el que m¨¢s riesgos supone para la salud.
Hace ya un par de a?os que la asociaci¨®n de jugadores dice a sus representados que ahorren y se preparen para una aut¨¦ntica guerra en 2020, con posibilidad cierta de huelga y cierre del negocio. Ser¨¢ entonces cuando se negocio el nuevo convenio colectivo y, vaya hombre, justo antes de que la liga negocie tambi¨¦n sus nuevos contratos televisivos que, por pura l¨®gica, supondr¨¢n un salto en los ingresos a¨²n m¨¢s gigantesco que el que tuvo la NBA en 2016.
Es por eso que, tal y como les pas¨® a los jugadores de la MLB, los de la NFL pueden ser embaucados con grande subidas en los salarios que, al cabo de un par de a?os, se queden en nada por no mirar la letra peque?a y pelear por asuntos que parecen menores y no lo son en absoluto.
El efecto mariposa es una evidencia en el deporte profesional norteamericano. Ahora mismo nada hace sospechar que el castillo de naipes pueda caerse debido a que la agencia libre de la MLB 2018 ha sido un desierto de grandes contratos. Pero que nadie descarte el hurac¨¢n, y que nadie piense que no puede suceder.