Nos vemos en septiembre, Buffalo Bills
La hist¨®rica clasificaci¨®n para los playoffs no puede esconder que esta plantilla tiene much¨ªsimo que mejorar para ser competitiva.
Una de las grandes historias del a?o en la NFL ha sido la clasificaci¨®n de los Buffalo Bills para playoffs. Desde el a?o 1999 no estaban en ellos, lo que les convert¨ªa en la franquicia de las cuatro grandes ligas norteamericanas (NFL, MLB, NBA, NHL) que m¨¢s tiempo llevaba sin pisar las eliminatorias por el t¨ªtulo.
El mero hecho de poder jugar el partido de ayer contra los Jacksonville Jaguars ya se consider¨® como un gran triunfo para el equipo y para la ciudad. Sobre todo para la ciudad. Los aficionados, bullangueros y excesivos como ellos solos, convertidos ya de manera oficial en la #BillsMafia, se volvieron tan protagonistas como los jugadores y asaltaron todos los programas deportivos estadounidenses con sus ocurrencias, locuras, reuniones y borracheras varias.
Desde ese punto de vista, la temporada de los Bills ha sido la de la reivindicaci¨®n de los simp¨¢ticos perdedores, la del retorno del orgullo en s¨ª mismos y la de la ilusi¨®n por volver a ser competitivos.
Sin embargo, la cruda realidad es que este equipo s¨®lo ha estado en playoffs porque la AFC ha sido muy floja este a?o y porque equipos que ten¨ªan el potencial para ser mejores, como los Baltimore Ravens o Los Angeles Chargers, se dejaron partidos en el camino que permitieron a los Bills meterse con el mismo r¨¦cord y con mucho peor balance de puntos anotados y recibidos.
Nada en contra de los de Buffalo, por supuesto. Bien merecido su puesto. Simplemente, la plantilla no est¨¢, ahora mismo, para sostener el edificio. Y Brandon Beane y Sean McDermott, el general manager y el entrenador que llegaron el a?o pasado para cambiarlo todo, lo saben mejor que nadie. Por eso esta offseason es crucial para ellos.
Durante toda la campa?a han traspasado a jugadores del anterior r¨¦gimen, como son los casos de Sammy Watkins, Ronald Darby o Marcell Dareus, para poder acumular elecciones del draft, espacio salarial y hombres de su gusto. Y a partir de ah¨ª han de construir.
No en vano, tienen dos primeras rondas en su mano. De hecho, consecutivas: la #21 y la #22. Con ellas han de jugar para conseguir lo que a todas luces es la mayor necesidad del grupo: el quarterback.
Tyrod Taylor ha vivido todo el 2017 aceptado por las malas por el cuerpo t¨¦cnico. Incluso le quisieron cambiar a mitad de recorrido, con catastr¨®ficos resultados, por el rookie Nathan Peterman. Los que seguimos muy de cerca al equipo solemos ser mucho m¨¢s cr¨ªticos con Taylor que los que le ven desde lejos y da la sensaci¨®n de que, aunque no se entienda en algunos sectores, Taylor ha jugado su ¨²ltimo partido con los Bills.
Ya sea en la agencia libre o en el draft, Beane y McDermott han de buscar un titular en el puesto supremo. Y, a partir de ah¨ª, seguir moviendo las piezas con audacia y determinaci¨®n, como hasta ahora, porque esta plantilla est¨¢ muy lejos de ser aspirante permanente a puestos de playoffs.
Y si hay una verdad en deporte es que lo que hace gracia un a?o se queda en poca cosa al siguiente. La exigencia de mejora es continua y ahora que la #BillsMafia ha probado las mieles de jugar en enero no se va a conformar con menos.