Juegos Panamericanos Lima 2019 en vivo y directo: 8 de agosto
Para elegir a los 50 mejores deportistas del mundo en los ¨²ltimos 50 a?os seguimos el mismo criterio que para los espa?oles. Hicimos en la redacci¨®n de AS una lista previa de 100 atletas, la publicamos en la web de As como encuesta y dimos a los lectores de AS la oportunidad de hacer el ranking definitivo de los 50 mejores con una consulta abierta entre junio y octubre.
El podio de los tres m¨¢s votados ha terminado ocupado por Michael Jordan, Usain Bolt y Michael Phelps. La primera mujer es Nadia Comaneci en el noveno puesto; la segunda, Serena Williams en el decimonoveno; y la tercera, Yelena Isinb¨¢yeva en el vigesimosexto, dentro de un ranking en el que al final solo aparecen cinco mujeres.
Hay representantes de diecisiete deportes diferentes y el que tiene m¨¢s representaci¨®n es el atletismo, con nueve deportistas. Detr¨¢s est¨¢n el baloncesto con ocho, el f¨²tbol con siete y el tenis con seis. Llama la atenci¨®n el gran peso que tiene la NBA para nuestros lectores. No solo han elegido a Michel Jordan como mejor deportista; Magic Johnson, Lebr¨®n James, Kobe Bryant, Larry Bird, Kareem Abdul-Jabbar, Drazen Petrovic y Arvydas Sabonis tambi¨¦n aparecen en la lista. Por continentes, el m¨¢s representado es el americano con veintis¨¦is. Detr¨¢s est¨¢ el europeo con diecinueve, ?frica con cuatro y Ocean¨ªa con uno.
Los lectores de AS tambi¨¦n han decidido que el mejor futbolista no es ni Pel¨¦, ni Maradona, ni Cruyff, que junto a Di St¨¦fano suelen formar el p¨®ker de ases de este deporte en la historia. Messi aparece ya por delante de todos ellos y Cristiano Ronaldo tampoco est¨¢ lejos. Otro detalle llamativo es la presencia de deportistas que no practican deportes demasiado populares en nuestro pa¨ªs como el surfista Kelly Slater o el quarterback de la NFL Tom Brady.
A continuaci¨®n, y en orden inverso, aparece la segunda entrega del retrato de todos ellos que sirve para dar una visi¨®n muy completa de lo que ha sido el deporte mundial en las ¨²ltimas cinco d¨¦cadas.
No diga f¨²tbol, diga Pel¨¦. ¡®O Rei¡¯ ha sido durante d¨¦cadas el mayor embajador del deporte rey, el mito del mejor jugador del mundo en el mejor Brasil de todos los tiempos.
Podemos discutir sobre qui¨¦n ha sido el mejor futbolista de la historia en un debate interminable, decidiendo entre la figura de Pel¨¦, Maradona y Di St¨¦fano, un tri¨¢ngulo que en los ¨²ltimos tiempos se desdibuja con la irrupci¨®n de Leo Messi. Sin embargo, ¡®O Rei¡¯ no solo fue un futbolista excepcional, tambi¨¦n supo construir a su alrededor un aura que termin¨® por convertirle en una figura ic¨®nica. Pel¨¦ simplemente es f¨²tbol, casi un sin¨®nimo, la primera imagen que vemos cuando se piensa en un jugador concreto, dentro del mito de arte, improvisaci¨®n y genio que empap¨® a Brasil durante los a?os 60 para que aquella ¡®Canarinha¡¯ sea considerada la mejor selecci¨®n de la historia. Eso redondea el c¨ªrculo alrededor de Pel¨¦, el m¨¢s grande dentro del equipo m¨¢s legendario. Por algo ser¨¢ que es el ¨²nico futbolista que ha conquistado tres Copas del Mundo como jugador (Suecia ¡®58, Chile ¡®62 y M¨¦xico ¡®70) pese a que en Chile pr¨¢cticamente no pudo jugar por lesi¨®n.
Tambi¨¦n parece sorprendente que el aura de Pel¨¦ creciera sin que llegara a jugar nunca en Europa. La mayor parte de su carrera transcurri¨® en el Santos, equipo con el que debut¨® a los 15 a?os y en el que jug¨® durante casi 20 a?os. Al final de su carrera viaj¨® a Nueva York para jugar en el Cosmos, incluso rechazando ofertas de Juventus y Real Madrid. Y aunque la NASL fuera una liga menor, Pel¨¦ amortiz¨® el fichaje aprovechando el tir¨®n medi¨¢tico de jugar en EEUU y aumentando su leyenda en un mundo que ya ten¨ªa a sus pies.
M¨¦xico ¡®70 fue su momento culminante
¡°Deber¨ªa estar prohibido jugar un f¨²tbol tan bello¡±, as¨ª defini¨® la prensa internacional lo que suced¨ªa sobre el c¨¦sped cuando los disc¨ªpulos del Lobo Zagalo ten¨ªan el bal¨®n en los pies en el Mundial de M¨¦xico. F¨¦lix, Brito, Wilson Piazza, Carlos Alberto, Everaldo, Clodoaldo, Gerson, Tostao, Rivelino, Jairzinho y Pel¨¦ formaron aquel once.
Nunca nadie antes hab¨ªa alcanzado una nota perfecta en una competici¨®n ol¨ªmpica de gimnasia art¨ªstica. Y nunca ning¨²n deportista hab¨ªa robado tantos corazones.
Los Juegos Ol¨ªmpicos de Montreal, quiz¨¢ fueran unos de los menos espectaculares de la historia, plagados de problemas organizativos con el boicot de 32 delegaciones, la mayor¨ªa africanas, y convertidos en los m¨¢s caros que se recordaban hasta el momento.
En medio de todos esos problemas, emergi¨® una chiquilla de 14 a?os que simplemente enamor¨® al mundo. Y nos dej¨® estupefactos con su frescura a la hora de hacer equilibrios imposibles con una sonrisa franca y sencilla. Como una ni?a que ha estado haciendo trastadas en el parque subi¨¦ndose a todos los columpios y volviendo a casa con arena hasta en las orejas. Y todos conten¨ªamos el aliento, porque aunque a ella no parec¨ªa preocuparle caerse, todos tem¨ªamos que el embrujo terminara en un traspi¨¦.
Pero ese resbal¨®n nunca lleg¨®. Y Nadia fue perfecta y as¨ª lo consideraron los jueces, que le dieron hasta siete dieces por primera vez en la historia ol¨ªmpica de la gimnasia. Y todos fuimos felices, y respiramos aliviados, porque, aunque ahora no se entienda, sentimos que el mundo tras Nadia era un lugar mejor, m¨¢s limpio, m¨¢s feliz, en el que las cosas m¨¢s dif¨ªciles se hab¨ªan vuelto sencillas.
Fue una semana m¨¢gica, inolvidable, uno de esos momentos irrepetibles que solo puede crear el deporte y que consigue aunar a un planeta entero. Y por eso, Nadia Comaneci es la primera mujer de nuestro ranking. Una princesa que, como en un cuento de hadas, conquist¨® nuestros corazones con su sonrisa infantil de ni?a t¨ªmida.
Los marcadores no estaban preparados para marcar una nota de 10, y la m¨¢s alta prevista era de 9,95. Por eso, en el luminoso apareci¨® un 1.00 que en un principio desconcert¨® a todo el mundo.
Il Dottore no solo ha sido el gran dominador del mundial de motociclismo durante casi 20 a?os, tambi¨¦n se ha ganado el coraz¨®n de los aficionados por su car¨¢cter.
Valentino es el rey de los moteros. El modelo a seguir, el paradigma. Durante dos d¨¦cadas, una abrumadora mayor¨ªa de los fan¨¢ticos de las motos han so?ado con ser ¨¦l, se han comprado su casco, han pintado el m¨ªtico 46 en su carenado, o han pegado en ¨¦l una insignia con el s¨ªmbolo de ¡®The Doctor¡¯ que contemplaban con orgullo antes de subirse a su m¨¢quina sin importar la cilindrada.
Esa empat¨ªa es muy l¨®gica, porque Rossi ha pilotado durante todos estos a?os como les habr¨ªa gustado hacerlo a todos los que han fantaseado alguna vez con ganar un gran premio abordo de un pepino. Por eso ha habido tanta complicidad entre el p¨²blico y ¨¦l. Valentino es ¡®Uno de los Nuestros¡¯, el esp¨ªritu del sol y la luna y la a?oranza de libertad que siente todo el que se sube a una moto en una escapada de fin de semana.
A todo lo anterior hay que sumarle siete t¨ªtulos de campe¨®n del mundo de la categor¨ªa reina, uno de 250cc y otro de 125cc, un pilotaje incre¨ªblemente agresivo, casi suicida, un car¨¢cter pol¨¦mico y rebelde, un humor socarr¨®n espont¨¢neo e imaginativo y una ambici¨®n sin l¨ªmites que le ha hecho ir siempre al l¨ªmite, no dar nunca una carrera por perdida, y no hacer ni una m¨ªnima concesi¨®n a sus rivales.
Rossi tiene el r¨¦cord hist¨®rico de victorias (89), podios (185) y vueltas r¨¢pidas (75) en MotoGP y es el piloto que m¨¢s veces se ha subido al podio (221) y m¨¢s puntos ha sumado (5.186) en la historia del mundial de motociclismo.
Gran rivalidad con los pilotos espa?oles
Rossi mantuvo una tremenda rivalidad entre 2003 y 2004 con el espa?ol Sete Gibernau que cambi¨® radicalmente su relaci¨®n, que pas¨® de ser de profunda amistad (hasta veraneaban juntos), a un odio cerval. M¨¢s tarde, a partir de 2008 mantuvo otra guerra sorda con Jorge Lorenzo dentro de Yamaha, y desde 2015 con Marc M¨¢rquez.
Gracias a una servilleta de papel escrita por Rexach, se consum¨® un matrimonio entre el Barcelona y un futbolista argentino que ha revolucionado el mundo del f¨²tbol.
¡°En Barcelona, a 14 de diciembre de 2000 y en presencia de los Sres. Minguella y Horacio, Carles Rexach, secretario t¨¦cnico del FC Barcelona, se compromete bajo su responsabilidad y a pesar de algunas opiniones en contra a fichar al jugador Lionel Messi siempre y cuando nos mantengamos en las cantidades acordadas¡±
Ese fue el primer contrato de Messi con el Barcelona, y fue escrito por Rexach en una servilleta de papel que cambi¨® para siempre la historia del equipo cul¨¦ y el f¨²tbol del siglo XXI. Un ni?o de 12 a?os nacido en Rosario y que vino a Espa?a porque el club se hab¨ªa comprometido a pagar el tratamiento de su enfermedad hormonal. Un chaval que entonces apuntaba maneras y que hoy est¨¢ en el debate de qui¨¦n es el mejor futbolista de la historia.
Sin embargo, el matrimonio entre el jugador y el club no fue sencillo. Messi aterriz¨® en Espa?a el 17 de septiembre y los tr¨¢mites y las pruebas se fueron alargando sin que se llegara a ning¨²n acuerdo. Mientras, Juan Lacueva, director general adjunto del equipo, pagaba de su propio bolsillo las primeras inyecciones de hormona de crecimiento del tratamiento de Leo para que no se volviera a Argentina. Por fin, su padre amenaz¨® con marcharse con su hijo si el Barcelona no confirmaba su inter¨¦s. Y en el restaurante del Club Tenis Pompeia, en plena monta?a del Motju?c, Carles Rexach escrib¨ªa unas letras que convert¨ªan una simple servilleta de papel en el mejor contrato futbol¨ªstico de la historia.
El cuerno de la abundancia del Bar?a
Desde que Messi est¨¢ en sus filas, el conjunto blaugrana ha ganado cuatro Champions, ocho ligas, tres Copas del Rey, tres Supercopas de Europa, siete de Espa?a y tres mundiales de clubes. El argentino ha protagonizado una ¨¦poca dorada en la que el Barcelona ha sido el equipo m¨¢s admirado del mundo.
¡®El Kaiser¡¯ gan¨® m¨¢s t¨ªtulos del mundo que nadie, devolvi¨® el prestigio perdido a la escuder¨ªa Ferrari y domin¨® la F¨®rmula 1 como nadie desde su llegada.
Un d¨ªa, ¡®El K¨¢iser¡¯ sali¨® a esquiar fuera de pista en la estaci¨®n de M¨¦ribel, una joya de los Alpes franceses. Y desde ese 29 de diciembre de 2013 nadie sabe cu¨¢l es el estado real del mejor piloto de la historia de la F¨®rmula 1; un campe¨®n que rein¨® con una superioridad insultante sobre el asfalto, y devolvi¨® el prestigio perdido a la m¨ªtica escuder¨ªa Ferrari, que hasta su llegada hab¨ªa vivido casi 20 a?os de sequ¨ªa, lejos de las primeras posiciones.
Ahora nadie sabe muy bien qu¨¦ est¨¢ sucediendo en su ¨²ltima carrera, que parece estar transcurriendo con el piloto postrado, enganchado las 24 horas a un respirador artificial e intentando recuperarse de unos da?os neurol¨®gicos que seg¨²n los rumores podr¨ªan ser irreversibles. A su alrededor hay 15 especialistas que le atienden d¨ªa y noche, con un tratamiento cuyo coste ronda entre los 100.000 y los 150.000 euros diarios.
Cuesta imaginar ese drama despu¨¦s de que Schumacher dominara con mano de hierro el Mundial de F¨®rmula 1 durante algo m¨¢s de una d¨¦cada en la que gan¨® siete campeonatos del mundo, 91 carreras, hizo 155 podios, 68 poles y 77 vueltas r¨¢pidas. Un palmar¨¦s inigualable que le convierte en el mejor piloto de la historia, y rubricado con un dominio insultante y una agresividad que rayaba la insensatez. Un tipo con un car¨¢cter indomable que no sent¨ªa remordimientos por provocar una colisi¨®n, manipular a los comisarios e incluso adelantar al safety car con tal de ser el primero.
Un motor en un coche a pedales
La fiebre por la velocidad empez¨® muy pronto en Schumacher. Ten¨ªa cuatro a?os cuando su padre modific¨® el cochecito a pedales de su hijo para ponerle un motor de motocicleta. Michael termin¨® estrell¨¢ndose contra un poste de la luz, pero aquel b¨®lido improvisado sembr¨® la semilla de su obsesi¨®n por ser el m¨¢s r¨¢pido.
Fue un adelantado a su tiempo que supo usar a los medios y al p¨²blico en provecho propio para de paso engrandecer el boxeo y, por el camino, todo el deporte.
Ali fue un activista y un boxeador, un pol¨ªtico y un actor, un genio de las relaciones p¨²blicas y un ¨ªdolo de masas. Un valiente, un chuleta, y el protagonista de una ¨¦poca convulsa en la que el mundo cambiaba a velocidad de v¨¦rtigo y ¨¦l era uno de los pocos privilegiados que parec¨ªa entender lo que pasaba. Tal vez porque sus golpes, sus movimientos de piernas y su balanceo tambi¨¦n suced¨ªan a velocidad galopante, mientras sus rivales, muchos de ellos de entre los mejores boxeadores de todos los tiempos, empeque?ec¨ªan ante su figura y se convert¨ªan en meros actores secundarios a merced de su grandeza.
Muchos de sus lances fueron memorables. Sus contiendas con Cooper, Liston, Frazier o Norton est¨¢n grabadas con letras de oro en la historia del boxeo. Sin embargo, su pelea con George Foreman celebrada en Kinsasa el 30 de octubre de 1974 no solo es considerada su mejor combate, para muchos es tambi¨¦n el mayor acontecimiento deportivo de la historia. Incluso mereci¨® un documental, Cuando ?ramos Reyes, que gan¨® el ?scar de Hollywood al mejor largometraje documental en 1996. ¡®The Rumble in the Jungle¡¯ (¡®Estruendo en la Jungla¡¯) como fue bautizada la pelea, se celebr¨® en Zaire porque ambos boxeadores ped¨ªan 5 millones de d¨®lares por participar y el promotor Don King necesit¨® la ayuda de todo un pa¨ªs para financiarlo. 60.000 espectadores llenaron el estadio para gritar incansables ¡°?Ali bumaye!¡± (¡°?Ali, m¨¢talo!¡±) mientras disfrutaban de una victoria memorable del boxeador m¨¢s grande de todos los tiempos.
Del oro ol¨ªmpico a la guerra de Vietnam
Cassius Clay gan¨® el oro ol¨ªmpico de los semipesados en Roma 1960. Poco despu¨¦s se hizo profesional, cambi¨® de nombre y comenz¨® una exitosa carrera que culmin¨® con el t¨ªtulo del mundo de los pesados, pero fue frenada en seco por su negativa a ir a la guerra de Vietnam. Le despojaron del t¨ªtulo y estuvo tres a?os y medio sin pelear en lo que deb¨ªa haber sido el mejor momento de su carrera.
El mejor tenista de la historia ha coincidido con el mejor deportista espa?ol de todos los tiempos para protagonizar una rivalidad deportiva genial e irrepetible.
Nadie quiere tener como rival al ¡®Reloj Suizo¡¯, pero todos queremos verle jugar finales. Y en esta ¨¦poca hemos tenido la suerte de disfrutar de un duelo extraordinario entre el mejor deportista espa?ol de la historia, Rafa Nadal, y el mejor tenista de todos los tiempos, Roger Federer. Sobre este desaf¨ªo a¨²n no se ha escrito la ¨²ltima palabra, y es que Nadal a¨²n tiene a tiro alcanzar la cifra estratosf¨¦rica de su n¨¦mesis: 19 t¨ªtulos de Grand Slam, en una sucesi¨®n casi interminable de victorias que se han visto coronadas por un incre¨ªble broche final. En 2017, con 36 a?os y despu¨¦s de cuatro a?os de decadencia en los que ¡®solo¡¯ gan¨® una copa Davis, dos Masters de Cincinnati y un Masters de Shangh¨¢i, Federer ha regresado a lo grande para llevarse el Open de Australia y Wimbledon, adem¨¢s de Indian Wells y Miami. Y justo esta misma temporada Nadal se ha recuperado de dos a?os complicados para ganar Roland Garros y el US Open.
Y as¨ª, entre rivalidades fundidas en abrazos de profunda amistad y finales memorables, ha transcurrido la relaci¨®n de estos dos gigantes. Con joyas como la final de Wimbledon de 2008, considerada el mejor partido de tenis de la historia, en el que Nadal se impuso en una encarnizada batalla que se alarg¨® toda la tarde y no termin¨® hasta que el ocaso hac¨ªa casi imposible seguir jugando. O como la de Australia de este mismo a?o, que parec¨ªa el momento perfecto para que Nadal impusiera su recuperaci¨®n sobre las ¨²ltimas bocanadas de poder del suizo, y termin¨® con el espa?ol hincando la rodilla. 19 para Federer, 16 para Nadal. La batalla por ser el jugador con m¨¢s t¨ªtulos de Grand Slam sigue abierta y su final es incierto.
El Tibur¨®n de Baltimore ha sido el mejor deportista ol¨ªmpico de la historia y sus registros de medallas parecen inalcanzables
Michael Phelps es capaz de nadar durante cien metros solo dos segundos m¨¢s lento que un tibur¨®n blanco. No es broma. Discovery Channel organiz¨® esa carrera ¡®virtual¡¯ que muchos espectadores se sentaron a ver por el morbo de la sangre y que termin¨® con pol¨¦mica porque, l¨®gicamente, el tibur¨®n de la carrera no era real, sino un holograma.
Sin embargo, la idea no era tan disparatada. Cuando un nadador es imbatible por humanos llega el momento de buscarle competidores que est¨¦n a su altura. Y qu¨¦ mejor que un tibur¨®n para mirar de t¨² a t¨² en el agua a la bala de Baltimore, el mejor nadador de la historia, el mejor deportista ol¨ªmpico de la historia, el mejor... Dicen que somos agua en un 65%. Y aunque nadie sabe cu¨¢l es el peso exacto del alma, la de Phelps es sin duda completamente l¨ªquida y ocupa el ciento por ciento de su cuerpo.
Phelps ha ganado 23 oros ol¨ªmpicos, tres platas y dos bronces. Espa?a ha ganado 45 oros en total si sumamos todas las ediciones de los JJOO de verano y ocupa el puesto 24 en el ranking. Phelps ha ganado m¨¢s oros que Argentina o M¨¦xico, Etiop¨ªa o Irlanda. M¨¢s medallas de cualquier color que Portugal y las mismas que la India. ?l solo ha sido un arma de destrucci¨®n masiva deportiva, un pez en el agua que prolong¨® su hegemon¨ªa durante cuatro ediciones ol¨ªmpicas con un momento culminante en Pek¨ªn, donde logr¨® ocho oros sin fallo, un r¨¦cord que dif¨ªcilmente nadie pueda igualar en la vida... ni siquiera un tibur¨®n blanco, sea o no hologr¨¢fico.
Un ni?o hiperactivo
Michael Pelps empez¨® a nadar con siete a?os para tratarse de un trastorno por d¨¦ficit de atenci¨®n con hiperactividad. Desde entonces su carrera fue mete¨®rica. Se clasific¨® para Sydney 2000 con 15 a?os y bati¨® su primer r¨¦cord del mundo, los 200 metros mariposa, con 15 a?os y 9 meses.
No solo pulveriz¨® todas las marcas, tambi¨¦n devolvi¨® el prestigio y la credibilidad a las pruebas de velocidad despu¨¦s de unos a?os marcados por esc¨¢ndalos de doping.
Bolt es el hombre m¨¢s r¨¢pido que ha pisado jam¨¢s la tierra. As¨ª de simple, y as¨ª de complicado. Todos so?amos con ser los mejores en alguna actividad durante nuestra vida, destacar en alguna faceta concreta. En el caso del jamaicano sus par¨¢metros no se ci?en a su tiempo. Se remontan eones en la historia del mundo. Bolt ha sido, simplemente, un caso ¨²nico, un ser superior, un salto evolutivo.
Con su inexplicable poder ha dejado el r¨¦cord del mundo en 9,58 rebajando en 16 cent¨¦simas la marca del anterior plusmarquista, el tambi¨¦n jamaicano Asafa Powell. Hasta que ¨¦l lleg¨® al atletismo, las marcas bajaban a un ritmo de entre 3 y 10 cent¨¦simas por d¨¦cada, con algunos largos periodos de estancamiento. ?l fue capaz de rebajar 14 cent¨¦simas en un a?o m¨¢gico que empez¨® el 16 de agosto de 2008 y termin¨® el 20 de agosto de 2009 en el que bati¨® dos veces el r¨¦cord de 100 y otras dos el de 200 para dejarlo en los actuales 19,19.
Su reinado comenz¨® en Pek¨ªn 2008 y se ha alargado hasta R¨ªo 2016 con el t¨ªtulo de 100, 200 y 4x100 en tres ediciones ol¨ªmpicas, pero por fin volvi¨® al mundo de los mortales en los ¨²ltimos Mundiales. ?l ya hab¨ªa anunciado que ¨¦ste ser¨ªa el a?o de su retirada y pretend¨ªa poner un broche de oro a su carrera en Londres. Sin embargo, solo consigui¨® el bronce tras un Gatlin de 35 a?os y Christian Coleman, la nueva promesa estadounidense. Solo el paso del tiempo ha podido vencer al hombre que deten¨ªa el reloj cuando arrancaba a correr.
Una t¨¦cnica igual de sobrenatural
Bolt mide 1,96 cm y pesa 94 kilos. Esa envergadura provoca que, pese a su incre¨ªble capacidad de reacci¨®n, su salida no sea muy r¨¢pida. Donde realmente marca la diferencia es en su aceleraci¨®n, que consigue gracias a un potent¨ªsimo impulso, una grand¨ªsima amplitud de zancada, un uso perfecto de los brazos y una soltura natural de movimientos.
Es posible que Michael Jordan no sea Dios, pero el debate sigue abierto y despu¨¦s de verle jugar, cualquiera puede pensar que esa afirmaci¨®n no era tan descabellada.
¡°Creo que esta noche he visto a Dios disfrazado de jugador de baloncesto¡±. Palabra de Larry Bird. Dicha con admiraci¨®n pocos minutos despu¨¦s de que Jordan metiera a sus Celtics 63 puntos en un partido de playoffs en el que ni siquiera anot¨® ning¨²n triple. N¨²meros gloriosos del mejor jugador de baloncesto de la historia y, quiz¨¢, el m¨¢s grande deportista que todos los tiempos.
Jordan era como una droga. Todos quer¨ªamos verle jugar nos gustara o no el baloncesto. Y en cada partido termin¨¢bamos saciados pero al minuto siguiente necesit¨¢bamos m¨¢s. Un tipo que no solo met¨ªa m¨¢s puntos y defend¨ªa con m¨¢s intensidad que nadie, adem¨¢s consegu¨ªa canastas asombrosas, robaba balones sacando manos ins¨®litas y hac¨ªa cosas inimaginables como levitar y quedarse suspendido en el aire. Y no de vez en cuando; hac¨ªa todo eso en cada partido. Casi en cada jugada. Como un subid¨®n de adrenalina constante que te manten¨ªa pegado al sill¨®n frot¨¢ndote los ojos incr¨¦dulo, sufriendo ataques de risa y repitiendo la misma pregunta absurda una y otra vez ?c¨®mo ha hecho eso?
Su superioridad deportiva le convirti¨® adem¨¢s en un icono de masas, imagen de las empresas m¨¢s grandes y padre de las zapatillas m¨¢s famosas de la historia, las Air Jordan, nacidas en 1984 y que hoy, 32 a?os despu¨¦s, siguen siendo un oscuro objeto de deseo para millones de j¨®venes de todo el mundo. Porque, al final ?qui¨¦n no ha so?ado alguna vez con ser Michael Jordan?