La incre¨ªble vida de cine del espa?ol Alejandro Villanueva
Durante muchos a?os, el deporte espa?ol vivi¨® de genios individuales. Manolo Santana, Paquito Fernandez Ochoa, Severiano Ballesteros, ?ngel Nieto, Luis Oca?a¡ Sin saber muy bien de d¨®nde, nuestro pa¨ªs se especializ¨® en sacar conejos de la chistera que marcaban la diferencia en deportes que, en muchos casos, no ten¨ªan ninguna tradici¨®n en Espa?a. Tipos que causaban asombro fuera de nuestras fronteras y que, curiosamente, de puertas adentro no termin¨¢bamos de creernos en nuestro eterno complejo de inferioridad.
Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os todo eso ha cambiado. Y como suele suceder en este pa¨ªs de locos, hemos pasado de la nada al todo sin soluci¨®n de continuidad. Y de nuestro eterno derrotismo pasamos de un d¨ªa a otro al ¡°soy espa?ol, a qu¨¦ quieres que te gane¡±. Ahora, los deportistas espa?oles se han convertido en referentes de un gran abanico de disciplinas. Adem¨¢s, el deporte femenino, arrinconado e ignorado hasta hace cuatro d¨ªas, ha confirmado que pod¨ªa tener incluso m¨¢s ¨¦xito que el masculino en cuanto se le ha dejado echar a nadar.
Sin embargo, seguimos siendo quijotes. Est¨¢ grabado en nuestra alma. Y cuando menos se espera un espa?ol aparece de la nada, en el lugar m¨¢s inexplicable, para demostrar que a¨²n ahora, cuando somos favoritos en casi cualquier disciplina, podemos marcar diferencias en deportes desconocidos y sin ninguna tradici¨®n cultural en nuestra tierra.
La elecci¨®n de Alejandro Villanueva como titular de la Pro Bowl tiene una trascendencia que probablemente ninguno seamos capaces de valorar en su medida real. La NFL es la competici¨®n por excelencia del deporte estadounidense. Hasta la llegada de Villanueva se cuentan con los dedos de una mano los espa?oles que hab¨ªan competido en ella. Y para encontrarlos hab¨ªa que remontarlos a tiempos en los que la mayor¨ªa ni siquiera hab¨ªamos nacido. Adem¨¢s, Alejandro es un referente despu¨¦s de estudiar en una universidad, West Point (Army), que desde 1920 solo ha aportado 32 jugadores a la liga profesional de football americano.
Para que os hag¨¢is una idea, de esos 32 hay 28 elegidos en el draft. Pero de todos ellos, solo 2 fueron elegidos despu¨¦s de 1970 y ambos en s¨¦ptima ronda, la ¨²ltima de todas. Uno, el quarterback Ron McAda, nunca jug¨® un partido como profesional, y el otro, Caleb Campbell, disput¨® tres ¨²nicos partidos, y como suplente. Pues Alejandro, ni siquiera eso, porque en el draft de 2010 nadie quiso hacerse con sus servicios.
As¨ª que, nos encontramos con un espa?ol que juega en la posici¨®n de tight end/receptor en una universidad que no lleva jugadores a la NFL y que no fue elegido en el draft. Entre otras cosas porque una vez acabados los estudios, los graduados deben incorporarse a filas y servir en el ej¨¦rcito de los EEUU. Y eso es exactamente lo que hizo Villanueva, que pas¨® tres a?os en Afganist¨¢n antes de volver a EEUU.
En otro salto moral con tirabuz¨®n, Villanueva intent¨® entrar en la NFL en 2014. Cuatro a?os despu¨¦s de haber jugado su ¨²ltimo partido en la universidad. He sido incapaz de encontrar ning¨²n antecedente en los ¨²ltimos 25 a?os de jugadores que llegaran a la NFL como novatos cuatro a?os despu¨¦s de jugar su ¨²ltimo partido en una competici¨®n oficial. Si alguno de vosotros puede darme el dato, se lo agradecer¨ªa. Pero simplemente creo que no ha habido ninguno hasta Alejandro. Ni de origen estadounidense, ni de ninguna otra parte del mundo.
Sin embargo, Alejandro lo consigui¨®. Y con un m¨¦rito a?adido despu¨¦s de que los Eagles no vieran en el futuro y le despidieran. Por suerte, aparecieron los Steelers para abrirle la puerta definitivamente.
Siguen las volteretas imposibles. Alejandro lleg¨® a los Steelers que decidieron ponerle a jugar de left tackle, el guardaespaldas del quarterback, la posici¨®n m¨¢s importante de la l¨ªnea ofensiva. Y ¨¦l hab¨ªa jugado en la universidad de tight end o receptor. Por delante hab¨ªa una reconversi¨®n que parec¨ªa tit¨¢nica, casi imposible, y que hab¨ªa que conseguir en tiempo r¨¦cord y en un tipo con 27 a?os. De hecho, en Pittsburgh se conformaban con conseguir un jugador de banquillo. Hace tres a?os no pod¨ªan ni so?ar que hab¨ªan encontrado un fil¨®n en el espa?ol.
As¨ª que nos encontramos con un tipo que estudi¨® en una universidad sin tradici¨®n en el football profesional, que se fue a la guerra, volvi¨® varios a?os despu¨¦s y fich¨® por un equipo de la NFL que quer¨ªa hacerle jugar en una posici¨®n en la que nunca hab¨ªa participado en el deporte ultraprofesional del siglo XXI.
Pero lo imposible no acaba aqu¨ª. No hab¨ªa pasado ni un mes de competici¨®n cuando el titular de la posici¨®n en los Steelers se lesion¨® para toda la temporada y Alejandro tuvo que ocupar su puesto. Y lo que se antojaba una cat¨¢strofe ha terminado dos a?os despu¨¦s con el espa?ol convertido en el mejor jugador de su puesto de la Conferencia Americana.
No tengo ninguna duda de que la vida de Alejandro ser¨¢ llevada al cine. Y tambi¨¦n creo que su historia le a¨²pa al olimpo de los m¨¢s grandes del deporte espa?ol junto a los Ballesteros, Paquitos, Santanas y compa?¨ªa. Que a brutos y geniales, a salirnos con la nuestra sea como sea aunque parezca imposible, a ser quijotes al fin, sigue sin ganarnos nadie.