Richard Sherman, Russell Wilson y el futuro de los Seahawks
Un art¨ªculo de ESPN relatando la mala relaci¨®n entre las dos estrellas de Seattle ha conmocionado el entorno del equipo estos d¨ªas.Green Bay Packers-Seattle Seahawks en vivo online: NFL
El periodista Seth Wickersham, de la ESPN, public¨® un extaordinario reportaje sobre los entresijos del vestuario de los Seattle Seahawks que ha levantado numerosas ampollas, ha trastocado la aparente tranquilidad de estos d¨ªas de OTAs en el estado de Washington y ha llevado a Richard Sherman y a Michael Bennett a salir a a la palestra para tacharlo de cotilleos, mentiras, basura y dem¨¢s calificativos despectivos. Dios los bendiga a todos ellos, porque esta historia me parece apasionante.
Lo primero que tengo que hacer es recomendaros la lectura del art¨ªculo. Es estupendo. Est¨¢ escrito con mucho gusto, criterio y un desarrollo ejemplar. Te atrapa desde el principio en la narraci¨®n de c¨®mo funciona la maquinaria personal y social de estos Seahawks. Salpican los hechos, por todos conocidos, declaraciones bastante significativas, en ocasiones con nombre y apellidos y en ocasiones bajo el cartel del anonimato, y encaja todas las piezas en un relato no s¨®lo cre¨ªble, plausible, sino que tambi¨¦n muy entretenido.
En ¨¦l se incide en que la defensa considera que este equipo tendr¨ªa que tener varios anillos m¨¢s, y no s¨®lo el que adorna su temporada 2013. Y se centra en explicar que Richard Sherman, l¨ªder espiritual (y no s¨®lo) del grupo, ha ido acumulando una enorme cantidad de enfado y rencor contra el ataque, en general, contra Russell Wilson, en particular, y contra Pete Carroll, en resumen, por considerar que no hacen su parte.
Al ataque le achaca ser incapaces de anotar m¨¢s de 13 puntos en partidos puntuales, muy marcados. De Russell Wilson le molesta que cobre m¨¢s que nadie cuando le parece que no es la clave de este equipo. Y a Pete Carroll le acusa de tratar al QB con un cari?o y una capacidad para el perd¨®n que no muestra con la defensa.
De ah¨ª se derivan los dos episodios de peleas en la banda el a?o pasado, muy visibles y comentadas. Y tambi¨¦n la an¨¦cdota de las luchas entre las unidades en los entrenamientos, con Sherman dici¨¦ndole a Wilson "eres una mierda" tras interceptarle. O que se considera que la sesi¨®n que tiene todas las semanas Carroll con el equipo para ense?arles sus jugadas err¨®neas deber¨ªa llamarse "mirad lo que hac¨¦is mal... salvo una persona" por no se?alar jam¨¢s a Wilson. Y, por supuesto, todo aderezado con lo que es el momento cumbre de esta pel¨ªcula, que no puede ser otra cosa que la intercepci¨®n de Malcolm Butler en la yarda 1 en la Super Bowl XLIX cuando Carroll decidi¨® pasar en vez de correr.
Todo ello explica como un casi seguro Hall of Famer, antes de cumplir los 30, haya estado en el mercado esta pasada primavera. ?C¨®mo puede ser que Richard Sherman quisiera el traspaso, que los Seahawks le concedieran ese deseo y llamasen al resto de la liga para ver que ofrec¨ªan y, a¨²n m¨¢s relevador, lo hicieran sin esconder las intenciones? Ese tipo de cosas no suceden en la NFL, ni suceden de esa manera.
Como no pod¨ªa ser de otra manera, algunos grandes nombres han salido a desmentir todo lo contado, como he dicho antes. Michael Bennet, siempre presto a decir esta boca es m¨ªa, y Richard Sherman, que por ser el protagonista tiene m¨¢s peso en sus opiniones.
Lo cierto es que todos est¨¢n jugando su papel. Yo no estoy dentro de ese vestuario, as¨ª que no tengo ni idea de lo que pasa ah¨ª. Pero lo escrito por Wickersham no es excesivamente escandaloso, no difiere de lo que ocurre en otros grupos de trabajo, no digamos ya los deportivos del m¨¢s alto nivel, y los hechos que conocemos encajan a la perfecci¨®n con el perfil emocional que nos muestra.
Y, en el fondo, no deja de ser un poco irrelevante, porque lo verdaderamente relevante de toda esta historia es que los Seattle Seahawks pueden estar ante de una de sus ¨²ltimas oportunidades de conseguir un anillo y, en efecto, la defensa puede sentir que los resultados finales no le han hecho justicia a su nivel.
Estamos hablando de una unidad absolutamente top en su era, y digna de aparecer entre las mejores de siempre. El ataque nunca ha sido de ese nivel en estos a?os. Cuando Marshawn Lynch dej¨® de ganar yardas por tierra, los problemas del grupo para anotar se multiplicaron. Y resulta que los Sherman, Thomas, Chancellor, Wagner, Bennett o Avril no se est¨¢n volviendo m¨¢s j¨®venes. Ni m¨¢s baratos. La idea de que puedan seguir sosteniendo el ¨¦xito del equipo va difumin¨¢ndose.
A un competidor extremo como es Richard Sherman eso le tiene que hacer mucho da?o. Y lo ha demostrado por activa y por pasiva en los ¨²ltimos tiempos. Esta temporada tienen pinta de ser un equipo que va a recuperar el instinto por la carrera, que tienen que mejorar (porque empeorar es imposible) el juego de la OL, y que todo ello ha de ayudar a Russell Wilson a no vivir bajo una presi¨®n extrema y continua que, adem¨¢s, est¨¢ afectando a su f¨ªsico. Pero volver¨¢ a ser la defensa la que tenga que llevarles en volandas hacia la pelea por la Super Bowl. Lo saben en ese vestuario mejor que nadie y, por eso, sienten que no se les ha tratado, sobre todo por parte del grupo de entrenadores, como deber¨ªan.
Poco importa todo eso ahora mismo. El traspaso por Sherman no se concret¨®, ya que, con toda l¨®gica, ped¨ªan al menos dos primeras ronda por ¨¦l, y han de convivir bajo el mismo techo y con el mismo objetivo: ganar un segundo anillo para un grupo que cree que tiene talento para haber cazado alguno m¨¢s. Y creo que tienen toda la raz¨®n del mundo.