Tiros al aire hasta que caiga el pich¨®n

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Una de las se?ales claras del adolescente masculino espa?ol desesperado a las tantas de la madrugada en una discoteca es que, como por arte de magia, tiene capacidad para hablar con todas las chicas con las que no se atrevi¨® a lo largo de la ya extensa noche. Pero todas. Llega un punto en que la ¨²nica estrategia que se entiende como efectiva es la disparar a todo lo que se mueva y que Dios reparta suerte. Y, por incre¨ªble que parezca, la probabilidad suele sonreir de tanto en cuanto al pringado. Que las estrategias p¨¦simas no tienen porque no llevar a acertar al pich¨®n si disparas al aire todo el rato.

Los Seattle Mariners est¨¢n en un punto ciertamente parecido.

En esta pasada offeseaon se han embarcado en una locura de traspasos y movimientos que les ha llevado a la escandalosa cifra de 14 traspasos, lo que significa un r¨¦cord de cualquier equipo en los ¨²ltimos 20 a?os.

No s¨®lo eso sino que su general manager, Jerry DiPoto, se ha pasado los ¨²ltimos tres a?os moviendo piezas sin descanso hasta llegar a casi los 40 movimientos, en una suerte de locura (esperemos que controlada) para conseguir una plantilla profund¨ªsima y que sirva tanto para un roto como para un descosido sea cual sea la circunstancia adversa de la temporada.

Y no le est¨¢ saliendo porque, en esencia, la plantilla no parece que mejore en cada iteraci¨®n sino que se mueve en unos par¨¢metros similares de calidad.

El objetivo es obvio: ir probando j¨®venes, y baratos, jugadores hasta que en alg¨²n momento haga click y se pongan a ganar partidos.

El motivo es igual de claro: las grandes estrellas de la plantilla, caso de Nelson Cruz, Robinson Can¨® o F¨¦lix Hern¨¢ndez, ya tienen una edad y no van a estar ah¨ª siempre, por lo que si hay alguna manera de aprovecharlos es ahora mismo, que ma?ana pinta feo.

Lo que ha conseguido DiPoto es montar un bloque que pinta a haber mejorado la defensa, por el mero hecho de que la juventud suele hacerlo, a costa de que el ataque recaiga sobre los de siempre.

Pero el riesgo es enorme, claro. El riesgo de que la edad se vaya notando en las estrellas y que tant¨ªsimos cambios en la plantilla no provean ni resultados, ni qu¨ªmica, ni futuro. Lo cierto es que el general manager lo sabe y por eso se ha cuidado las espaldas para que ning¨²n contrato le mate ni sea inamovible.

No es una estrategia precisa ni eficaz, ni siquiera parece que muy inteligente, pero a veces es mejor confiar en un golpe afortunado que en apuestas de riesgo.

El detalle hist¨®rico

La era de F¨¦lix Hern¨¢ndez en los Seattle Mariners no puede ser m¨¢s destacable, con un Cy Young en 2010 y m¨²ltiples veces en las que ha termnado en el Top 5 del premio al mejor pitcher de la Liga Americana. Sin embargo, tambi¨¦n ha coincidido con una de escasez de ¨¦xitos para la franquicia, que lleva sin acudir a los playoffs de las Mayores desde la campa?a de 2001. Eso s¨ª, en esa ¨²ltima ocasi¨®n fue una memorable, igualando el r¨¦cord de triunfos en un a?o con 116 para caer derrotados ante los odiados Yankees.

Las tres claves del equipo

1. El t¨¢ndem Can¨®-Cruz. La dupla dominicana volver¨¢ a ser la fuente de poder m¨¢s notable del turno de los Mariners en 2017 y el club no se puede permitir que ninguno tenga un a?o m¨¢s flojo a lo que est¨¢n acostumbrados en la Ciudad Esmeralda. Si eso ocurre, mal asunto.

2. Los cambios en la plantilla. Todas las operaciones de DiPoto, inclu¨ªdas las catorce de la pasada offseason, vienen encaminadas a hacer m¨¢s din¨¢mico este turno de bateo, al igual que mejorar la capacidad de atrapar la pelota, especialmente en el outfield, y mejorar el cuerpo de pitchers.

3. La confirmaci¨®n de Edwin D¨ªaz. El portorrique?o entr¨® como un vendaval en 2016 y cuenta con las aptitudes y la personalidad de convertirse en alguien que est¨¦ en la ¨¦lite durante muchos a?os. Adem¨¢s, fortalece un grupo de relevistas que no debe desperdiciar tantas ventajas.

Lo mejor

1. Un explosivo turno con capacidad para sacarla del campo, liderado por Can¨® y Cruz.

2. El dinamismo que promete aportar los reci¨¦n llegados al equipo: Segura y Haniger.

3. La presencia de Edwin D¨ªaz para la ¨²ltima entrada. Un verdadero espect¨¢culo.

Lo peor

1. El poco margen de maniobra que hay si llegan lesiones a los jugadores clave.

2. Que F¨¦lix Hern¨¢ndez ya no sea ese pitcher de ¨¦lite, salvo que sea capaz de reinventarse.

3. El t¨¢ndem en el puesto de catcher puede ser el agujero negro de este turno de bateo.

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