El t¨ªtulo que encumbra a DeShaun Watson hacia la NFL

Y, contra todo pron¨®stico, Clemson le gan¨® a Alabama. En un final heroico, de esos que se contar¨¢n de generaci¨®n en generaci¨®n, la temporada de la NCAA lleg¨® a su fin con un touchdown en el ¨²ltimo segundo del campeonato nacional en el que David tumb¨® a Goliath.

Quiz¨¢s no pod¨ªa ser de otra manera. Quiz¨¢s la narrativa tenga que estar a la altura de las circunstancias para que el universo tenga sentido. No lo s¨¦. Lo que s¨ª s¨¦ es que es un a?o en el que los Chicago Cubs han roto una maldici¨®n de 108 a?os, los Cleveland Cavaliers han dado un t¨ªtulo a la ciudad m¨¢s castigada por el deporte profesional nortemaericano, en el que Villanova gan¨® el March Madness con un triple decisivo, el l¨®gico fin de fiesta deb¨ªa ser con la todopoderosa Alabam mordiendo el polvo en una escena digna de, ojo que va el clich¨¦, los peores guionistas de pel¨ªculas ?o?as de Hollywood.

La historia del encuentro sigui¨® los ra¨ªles preestablecidos. Pronto se puso Alabama 14 puntos arriba. Su defensa, la mitad de cuyos integrantes har¨¢n carrera en la NFL, sofocaba cualquier intento de alegr¨ªa por parte de los Tigers de Clemson. No se echaba en falta al coordinador ofensivo, Lane Kiffin, despedido hace apenas una semana tras aceptar otro trabajo y ofender, vaya usted a saber por qu¨¦ (las teor¨ªas son fascinantes y variadas) al gran Dios Nick Saban, el mejor entrenador de la historia de la NCAA, o parecido, si por los n¨²meros y su actual dominio nos guiamos.

Hasta el final del tercer cuarto nada hac¨ªa sospechar que ver¨ªamos algo diferente. Incluso en el ¨²ltimo periodo, con 10 puntos arriba para los Crimson Tide de Alabama, hubiera puesto todo mi dinero a su triunfo. A fin de cuentas, Saban ten¨ªa un inmaculado 97-0 de r¨¦cord en su carrera universitaria con dobles d¨ªgitos de ventaja en el cuarto periodo. Ser¨¢ 97-1 desde hoy.

Porque si hay algo que Clemson no hace, nunca, es rendirse. Ya s¨¦, ya s¨¦: otro clich¨¦, dir¨¦is. Pero no. Hablo de otra cosa. Superior al cl¨¢sico equipo pele¨®n. Hablo de la alegr¨ªa y el esp¨ªritu ganador que Dabo Swinney, su entrenador, ha imprimido a todo el programa. No es s¨®lo que no se rindan sino que se creen que pueden ganar. Siempre. En cualquier circunstancia.

El que m¨¢s se lo ha cre¨ªdo de todos es DeShaun Watson, Es el quarterback estrella de los Tigers. El tipo que se qued¨® dos a?os seguidos a las puertas del Heisman Trophy, que distingue al mejor jugador del a?o, y que en ambos casos se crey¨® estafado. Un t¨ªo que piensa de s¨ª mismo que es el indiscutible n¨²mero uno del draft de este a?o en la NFL y, ojo, visto lo visto, ya no podemos negarle que igual lo acaba siendo.

Con toda su autocofianza encima lider¨® dos drives majestuosos para que Clemson ganara. El segundo de ellos, con un pase a falta de un segundo y que pon¨ªa el definitivo 35-31 en el marcador, puesto con la tranquilidad que ha jugado en los malos momentos que este grupo ha vivido. Que no han sido pocos, por cierto, pues su temporada regular ha tenido mejores resultados que juego.

Todo eso no importa ya. En una sorpresa de las que de tanto en cu¨¢ndo nos regala el deporte, Clemson gan¨® su primer t¨ªtulo desde los a?os 80 y endos¨® a Alabama una inesperada derrota que le impide sumar su quinto campeonato en los ¨²ltimos ocho a?os. La jugada final ya est¨¢ en la memoria perenne de todos los aficionados y DeShaun Watson... encumbrado en la NCAA para pasar a ser un QB de la NFL.