-?Subir el Everest es el gran reto de su carrera? -En cuanto a compromiso, el mero hecho de salir es un ¨¦xito. Para afrontar el Everest en invierno ha habido que dar muchos pasos. La primera expedici¨®n tuvo lugar en 2002. Son 15 a?os de carrera para poder llegar hasta aqu¨ª. Sacar la financiaci¨®n para intentarlo es otra odisea en si. Estamos, por tanto, en puertas de mi expedici¨®n m¨¢s grande. (Le acompa?ar¨¢ el madrile?o Carlos Rubio, de 28 a?os).
-Es algo que puede marcarle para toda la vida. ?Un sue?o? -No tanto como eso. Llevo once ochomiles y al Shisha Pangma he ido en dos ocasiones. ?El Everest? Nunca lo he intentado. Hay gente que me dice que me gusta subir monta?as, cuanto m¨¢s altas mejor. Pues me faltan las tres m¨¢s altas para acabar los 14. Ha llegado el momento; en el camino del a?o pasado en el Nanga me di cuenta de que no hay monta?a imposible.
-Dice Sir Chris Bonington que con la edad pierdes ambici¨®n pero el amor por la monta?a sigue igual. ?Coincide? -Cada d¨ªa me enamoro m¨¢s de la monta?a y m¨ªnimos detalles que antes no disfrutaba ahora me hacen sentir m¨¢s vivo. La ambici¨®n no es buena compa?era, estoy vivo y contestando a estas preguntas porque no la tengo.
-?Vio el Everest en alguna de sus expediciones anteriores? ?Qu¨¦ sinti¨®? Cuando lo veo por primera vez es en 2004, no llegu¨¦ al campo base por muy poquito. No me llam¨® la atenci¨®n. Miras esa lista y por ser el m¨¢s alto, puedes pensar: ?A por ¨¦l! La conozco hasta 7.400 metros porque comparte ruta con el Lhotse. Pero me llegaban m¨¢s otras monta?as. Es un plus lo de la expedici¨®n invernal para intentarlo, porque no me motivaba nada.
-?Qu¨¦ tanto por ciento de ¨¦xito contempla? -He estado en unas 30 expediciones y en menos del cincuenta por ciento hemos coronado. Si miramos mis estad¨ªsticas, de cuatro intentos invernales a monta?as de ocho mil siempre he superado los siete mil metros con creces, haciendo un buen trabajo. La gente no lo valora, pero superar los 6.500 en invierno es mucho m¨¢s exigente y comprometido que hacer una cumbre de ocho mil en temporada estival. De las cuatro, bueno cinco invernales pero una no era de ocho mil, llevo un 25% de ¨¦xitos¡ ah¨ª podr¨ªa marcarse el horizonte, pero ahora las probabilidades son mucho menores. Solo pido que el Everest me deje intentar la cumbre.
-Se le pasa por la cabeza: ¡®?Y si no vuelvo?¡¯ -?Siempre! Pero volveremos. Lo sent¨ª en el Nanga Parbat.
-Siempre dice que ni una gesta tan importante como esta vale m¨¢s que una vida. -El cincuenta por ciento del Everest se completar¨¢ si es que se llega a la cumbre. Y el resto es lo m¨¢s importante, cuando regresas al campo base con vida; la supervivencia con todos los compa?eros de expedici¨®n. El Everest es llegar ah¨ª. Saber darme la vuelta hasta hoy me ha funcionado.
-Los hasta 60 grados bajo cero... invitan a dar la vuelta. -Llevamos a los l¨ªmites al ser humano cuando nunca antes se ha hecho. Ang Rita alcanz¨® su cima sin ox¨ªgeno el 22 de diciembre de 1987, pero salieron en oto?o, equiparon la monta?a y cuando se encontraban 200 metros por abajo segu¨ªa siendo oto?o, fue una expedici¨®n preinvernal.
-El a?o pasado hubo en terremoto por la zona, ?c¨®mo est¨¢ ahora? -Devast¨® ciudades y pueblos. Terrible. He ayudado en lo que he podido, ten¨ªa que haber ido a Nepal¡ esta expedici¨®n es nuestra aportaci¨®n al pa¨ªs.
-?Por qu¨¦ elige esta ruta? -Me habr¨ªa gustado la cara norte, pero con los chinos es imposible; han pasado m¨¢s de 50 a?os desde que ocuparon el T¨ªbet, a ese gran pa¨ªs. El reloj hace tic-tac, porque el invierno tiene fecha de caducidad¡ ?y nosotros!
-?Hay una expedici¨®n americana intentando el mismo hito? El a?o pasado se desat¨® una locura competitiva con el Nanga que le molest¨®¡ -No te puedes fiar de nadie, la competici¨®n no es buena a este nivel. S¨ª tengo constancia de que hay alguna, espero que tengamos buena armon¨ªa y cada uno trabaje en su sitio. Me es indiferente si se organiza algo paralelo. Voy a lo m¨ªo.
-?Qu¨¦ siente el cuerpo cuando respira a esa altitud sin ayuda? -La sangre se espesa una barbaridad, pasa a ser como la mermelada. Tres semanas despu¨¦s del Nanga me hice un corte y no sangraba. Te sientes especial al contemplar ese paisaje majestuoso¡ Es un cansancio extremo, a ocho mil metros das 25 pasos; a 8.300, 15; y luego dar¨¢s diez, con un minuto para recuperar.
Navidad en un manto blanco El monta?ero vasco dar¨¢ la bienvenida a 2017 en una aldea cercana a Namche Bazaar. Situada a cerca de 4.000 metros de altitud, esta ciudad de la regi¨®n de Khumbu es la puerta del Himalaya, la primera etapa de aclimataci¨®n previa a cualquier ochomil.