El retorno de Sammy Watkins impulsa a los Buffalo Bills
El receptor, que no jugaba desde la jornada dos de la temporada, fue clave, junto a LeSean McCoy, del triunfo de su equipo sobre los Jacksonville Jaguars.
Los Buffalo Bill son un equipo cuyo talento ofensivo se comprime en muy pocos individuos. Gracias a ellos puede competir la mayor¨ªa de las tardes porque su defensa les mantiene en los partidos y, siendo as¨ª, las gotas de calidad puntuales son las que les dan las victorias. No es a menudo, como es l¨®gico, pero cuando sucede suele ocurrir por un par de big plays de sus grandes estrellas. Este a?o han echado de menos a una de ellas, el receptor Sammy Watkins, desde la jornada dos contra los New York Jets. Contra los Jaguars volvi¨® a jugar y, en efecto, la victoria de su equipo, por 28 a 21, no se explica sin una de sus jugadas.
Watkins, adorado por la afici¨®n m¨¢s como sue?o de un futuro imaginario que como realidad, tard¨® en conseguir su primera recepci¨®n del partido. Fue cuando s¨®lo quedaban 07:07 minutos y segundos en el marcador del segundo cuarto. S¨®lo sumar¨ªa otras dos, pero la tercera resultar¨ªa esencial para el resultado final.?
Iban los Bills perdiendo por 13 a 14 a mitad del tercer cuarto. La afici¨®n silbaba con insistencia a su equipo. Sobre todo a su quarterback, Tyrod Taylor, en una nueva exhibici¨®n de su total incapacidad para entender un pocket de la NFL y su nulo valor como pasador en esta liga. SObre todo en lo que se refiere a dominio del tempo, del ritmo y del movimiento de cadenas de forma sostenible. Otra cosa son las bombas en largo.
Y, ah¨ª, en ese instante de desesperaci¨®n, solt¨® un melonazo de 60 yardas que Sammy Watkins pele¨®, gan¨® y transform¨® en una oportunidad de oro que el propio Taylor aprovechar¨ªa corriendo despu¨¦s para anotar un touchdown que cambi¨® la din¨¢mica del encuentro.
Hasta ese momento las defensas hab¨ªan sido mejores. En concreto, las l¨ªneas defensivas. Es justo pararse a subrayar el enorme dominio de la l¨ªnea defensiva de los Bills sobre la l¨ªnea ofensiva de los Jaguars por lo que de simb¨®lico tiene: el entrenador de esa unidad de Jacksonville, Doug Marrone, es un tipo odiado en Buffalo por su huida 'a medianoche' cuando era entrenador jefe de los Bills. Pocas cosas se disfrutaron m¨¢s en el estadio que ese dominio sobre su l¨ªnea. Que fue total, insisto, como lo demuestra que ning¨²n corredor de los Jaguars pasase de 44 yardas. Algo a lo que contribuy¨®, que duda cabe, la lesi¨®n de Chris Ivory en el segundo cuarto; a¨²n as¨ª, le hab¨ªa dado tiempo a anotar un touchdown en el primer drive del partido.
Bueno, ninguno salvo Blake Bortles. El plan defensivo de Buffalo funcion¨® como un reloj hasta que los Jaguars se dieron cuenta de que su quarterback no ten¨ªa vigilancia expl¨ªcita. De ah¨ª que corriese para 88 yardas, r¨¦cord de su vida en la NFL.?
Hablaba antes del talento condensado de los Bills. El otro gran nombre del ataque, o el nombre principal del ataque, LeSean McCoy, volvi¨® a ser determinante. 103 yardas y dos touchdowns adornan su resumen. Su momento clave fue, sin embargo, la primera jugada de la segunda parte, donde corri¨® 75 yardas para uno de sus touchdowns del a?o.
El partido, que en el marcador fue un toma y daca, con cambios de liderato constantes, vio como Marqise Lee y Allen Hurns anotaban por aire para los Jaguars. El momento definitivo lleg¨® a falta de 3:33 para acabar el encuentro. En un cuarta y cuatro en la yarda 40 del campo de Jacksonville, y tras dos decisiones arbitrales cuestionables en su contra , sobre todo un pass interference muy obvio, cometieron un absurdo delay que les ech¨® cinco yardas para atr¨¢s y les puso en un eterno cuarta y nueve. No lo convirtieron y, de forma efectiva, ah¨ª se acabaron sus opciones. Parece que no puede pasar una semana sin que una decisi¨®n absurda hunda a los Jaguars.
Los Buffalo Bills se ponen, de esta manera, por encima del 50% de porcentaje de victorias y mantienen su ilusi¨®n por jugar los playoffs viva. Aunque ya se sabe que de ilusiones vive...