Tras 4 a?os, noviembre vuelve a ser dulce para Baltimore Ravens
Con Pittsburgh en crisis, Cincinnati sin identidad y Cleveland muerto, Baltimore lidera en solitario la divisi¨®n en noviembre por primera vez desde 2012..Patriots-Eagles: Super Bowl LII en vivo
Cuando en Marzo de 1996, los ciudadanos de Baltimore decidieron bautizar a su nuevo equipo de NFL con el singular nombre de Ravens (cuervos) muchos rieron la ocurrencia al considerarlo un nombre poco ¡°amenazante¡± para tan viril competici¨®n. Un p¨¢jaro. Ni siquiera una noble ave rapaz, sino un carro?ero de mal ag¨¹ero. Como ya escrib¨ª el origen del nombre proviene del famoso poema ¡°El cuervo¡±, de Edgar Allan Poe, poeta g¨®tico, t¨¦trico y oscuro. Es curioso como el tiempo ha ido entretejiendo las personalidades de equipo, mascota y obra del atormentado escritor. Los Ravens no son f¨¢ciles de leer. No tienen plumajes ex¨®ticos (mejor as¨ª, porque los ¨²ltimos experimentos con su uniforme no han sido nada afortunados). No dan miedo por lo que son, sino por lo que representan. Necr¨®fagos s¨ªmbolos del inframundo, su presencia no infunde excesivo temor, pero nadie quiere tenerles cerca.
La idiosincrasia de la franquicia, alejada de estridencias, les hace volar bajo el radar. Tanto se mueven entre las tinieblas, que sin darnos cuenta, el cuervo se ha encaramado al dintel de la divisi¨®n, y desde all¨ª proyecta su sombra espectral para espanto de quienes dudaban de ellos. Nuevamente les dimos por muertos antes de tiempo, sin recordar que su alma es tan inmortal como Annabel Lee, en su reino junto al mar, all¨¢ en la bah¨ªa de Chesapeake. Nunca m¨¢s.
Cuatro derrotas consecutivas hicieron tambalear sus cimientos, y parec¨ªa que se hundir¨ªan como la Casa Usher. Pero lejos de quedarse est¨¢ticos como en un ¡°Mannequin Challenge¡±, dieron un golpe de tim¨®n a la direcci¨®n de su ofensiva. Harbaugh despidi¨® a Trestman y apost¨® por Mornhinweg. Los cambios no surgieron efecto de inmediato, pero a su estilo cadencioso, est¨¢ desenmara?ando la madeja como Dupin el misterio de los Cr¨ªmenes de la calle Morgue.
Flacco no est¨¢ teniendo su mejor campa?a, eso es evidente. Las secuelas de la lesi¨®n, quiz¨¢ no tanto f¨ªsicas como mentales, le est¨¢n llevando a ser precipitado e impreciso. La l¨ªnea ofensiva, debilitada por lesiones y, por qu¨¦ no decirlo, deficiente planificaci¨®n, es una buena excusa, pero no la ¨²nica. A ¡°Joe Cool¡± se le ha hecho lanzar en exceso (es el 2? liga que m¨¢s pases acumula) pero sin mordiente (de los QBs con m¨¢s de 2000 yardas, tiene el menor porcentaje de yardas por pase). Sin un juego de carrera eficiente, las defensas se cerraban en exceso sobre ¨¦l. Mornhinweg est¨¢ equilibrando m¨¢s el playcall, y la recuperaci¨®n del novato Dixon ha supuesto un revulsivo para West, que se encontraba demasiado solo en esta labor. Por s¨ª misma, la labor del rookie no es determinante, pero ambos se complementan y aparte de descanso mutuo, ¡°dan que pensar¡± a los entrenadores rivales. Esto abre las jugadas de play-action que tanto le gustan a Flacco y tan bien interpreta con Steve Smith. Ahora s¨ª, con las defensas m¨¢s abiertas, el pase corto y r¨¢pido puede funcionar, y las rutas cruzadas en slant de WRs, TEs y RBs conseguir yardas tras la recepci¨®n. Con un ataque donde se encuentran m¨¢s familiarizados, la ofensiva no-huddle ser¨¢ m¨¢s efectiva. Las piezas estaban ah¨ª esperando ser encajadas. Ha sido necesario volver a los principios para poder avanzar. Recuperar una personalidad m¨¢s reconocible y desterrar experimentos discordantes. Nunca m¨¢s.
Pero sin duda, la clave de la recuperaci¨®n viene por la defensa, l¨ªder actual de la NFL. El excelente nivel de los DT Williams y Jernigan no sorprende, pero s¨ª el del novato undrafted Pierce. Suggs ha recuperado la forma de sus mejores tiempos. Las impresionantes actuaciones de los j¨®venes Judon y Za¡¯Darius Smith est¨¢n haciendo olvidar la lesi¨®n de Dumervil, mientras que Mosley y Orr son dos baluartes en el centro de la zaga. Cuando el front-seven presiona sin cesar, cualquier secundaria, incluso ¨¦sta, parece mejor. Adem¨¢s, buscando pareja a Jimmy Smith, han encontrado en Tavon Young al pretendiente ideal. Si consiguen minimizar lo que estaba siendo su punto d¨¦bil, este chico puede convertirse en su particular ¡°Escarabajo de oro¡± que les gu¨ªe hacia el tesoro. Quiz¨¢ no impresione dejar a los Browns en 144 yardas, pero recordemos que anularon a la ofensiva acerera durante m¨¢s de 50 minutos. Estamos hablando de una defensa que exceptuando los safeties y el citado Suggs ronda los 25 a?os de media. Se est¨¢ gestando una unidad legendaria. No pensemos en ella como avejentada. Nunca m¨¢s.
Est¨¢bamos tan acostumbrados a ver rondar siempre a los Ravens por los puestos de privilegio que sorprende el dato de que llevasen 4 a?os sin comandar la divisi¨®n a estas alturas de a?o. Est¨¢n aprovechando los aprietos de Pittsburgh, donde parece imposible que ataque y defensa jueguen bien el mismo d¨ªa; la crisis de identidad en Bengals, donde salvo escasas excepciones, da la impresi¨®n de hab¨¦rseles olvidado jugar al football; y la regeneraci¨®n de Cleveland, que este a?o no est¨¢ para competir. Aunque al relato de Baltimore a¨²n le faltan renglones por escribir, parece que finalmente les ha llegado la inspiraci¨®n. Dicen que en el pa¨ªs de los ciegos el tuerto es el rey. Tuerto, como el inquietante Gato Negro del l¨²gubre cuento de Poe.