Los Giants respiran aliviados tras el casi no-hitter de Moore
El zurdo de los californianos realiz¨® un partido sensacional contra los Dodgers y detienen la sangr¨ªa que continuaba desde el All-Star.
Comentaba Bruce Bochy antes del inicio del segundo partido de la serie que enfrentaba a sus San Francisco Giants y a Los ?ngeles Dodgers que todav¨ªa era pronto para pulsar el bot¨®n del p¨¢nico, que todav¨ªa quedaba mucho por delante, pero que el equipo ten¨ªa que empezar a jugar mejor y a encadenar una buena racha.
No es descartable que ese primer paso haya sido el no-hitter que estuvo a punto de conseguir Matt Moore.
Con el club en una situaci¨®n que empezaba a asemejarse mucho a una propia de la desesperaci¨®n, con dos derrotas que llegaron de distinta manera, pero que fueron derrotas al final del d¨ªa, los Giants ofrecieron una de sus mejores actuaciones cuanto mayor era la necesidad.
Matt Moore lleg¨® procedente de los Tampa Bay Rays en un traspaso que mand¨® a Matt Duffy y un par de promesas de los californianos, y todav¨ªa andaba buscando su primer triunfo con ellos, acumulando un r¨¦cord de 0-3 y una ERA de 4.70.
Nadie nos prepar¨® para lo que estaba a punto de suceder y es que el zurdo Matt Moore, superviviente de la cirug¨ªa Tommy John y llamado a reforzar el cuerpo de lanzadores titulares de los Giants tras Bumgarner, Cueto y Samardzija, iba a realizar la mejor actuaci¨®n de su vida.
Este tipo de situaciones pasan. Es posible que mientras te est¨¢s preparando para el partido, tu sesi¨®n en el bullpen sea espantosa y nada te salga bien, con unas sensaciones que no son nada positivas. Sin embargo, una vez que empieza el partido de verdad, todo encaja y los resultados llegan.
No obstante, grand¨ªsimos pitchers se han ido con las manos vac¨ªas y no han conseguido completar un encuentro sin conceder ni un solo hit, mientras que mediocres lanzadores han tenido la ¡®fortuna¡¯ de haber alcanzado la inmortalidad de esta manera.
Matt Moore aspiraba a hacer precisamente eso y se comport¨® como un verdadero tit¨¢n, alcanzando una cifra que nunca antes hab¨ªa llegado, ya sea antes o despu¨¦s de la Tommy John, involucrando a su defensa y deshaci¨¦ndose una tras otra de los bateadores de los Dodgers, que tienen no peque?os problemas contra los lanzadores zurdos.
Y en el lanzamiento n¨²mero 133 de la noche con dos eliminados en la novena entrada, Corey Seager deposit¨® una pelota donde no hab¨ªa absolutamente nadie, acabando con la esperanza de unos Giants que buscaban su quinto no-hitter (los partidos perfectos como el de Matt Cain tambi¨¦n cuentan como tal) en otros tantos a?os.
De esta manera, los Giants resoplan un poco y evitaban que los Dodgers se les fuesen m¨¢s en la clasificaci¨®n, con una desventaja actual de dos partidos y con seis todav¨ªa por disputar, tres en Los ?ngeles y otros tres para terminar la temporada regular en San Francisco.
Si queremos entender las razones por las que los Giants han perdido 25 de sus ¨²ltimos 37 partidos, hay que explorar las distintas facetas del juego que les han llevado a tener el mejor r¨¦cord previo al par¨®n por el All-Star (57-33) a ser el peor equipo de toda la competici¨®n, dilapidando una renta que era de ocho partidos la ma?ana del 27 de junio, justo un d¨ªa despu¨¦s del ¨²ltimo partido de la temporada hasta la fecha de Clayton Kershaw.
Y es que las dificultades afectan a todas las ¨¢reas, incluso a su mojo.
El equipo ha dejado de lucir en el caj¨®n de bateadores o al menos tal como ocurri¨® en la primera mitad del a?o. Ese turno de bateo, construido para conseguir el contacto, pero no tanto para sacarla del campo, ni siquiera era capaz de brillar con corredores en posici¨®n de anotar y s¨®lo los Mets (.208) y los Phillies (.204) tienen peor marca que los Giants (.220). Al mismo tiempo, esta incapacidad para producir carreras ha afectado al r¨¦cord en encuentros decididos por una carrera, de los que los Giants han jugado m¨¢s que nadie en su liga y con un balance positivo de 24-19, pero si miramos en la segunda mitad, la marca no es tan buena con ese 4-9.
Asimismo, la rotaci¨®n no es la misma desde el All-Star o incluso desde el 1 de agosto y es que nadie se salva. La ERA de Bumgarner pasa del 1.91 al 3.54. La de Cueto, del 2.47 al 3.91. Samardzija, pasa del 3.96 al 4.31.
El bullpen tampoco es que est¨¦ para tirar cohetes. Los ¨²ltimos once partidos han sido una fiesta para los rivales de los Giants, con 24 carreras en 31.2 entradas (6.82 ERA), con seis home runs permitidos durante ese per¨ªodo de tiempo.
Y luego nos queda lo del mojo¡ Cuando el equipo funcionaba en ataque, cosa rara aunque tambi¨¦n pasaba, los pitchers ced¨ªan m¨¢s. Cuando los lanzadores hac¨ªan su labor, como le pas¨® a Johnny Cueto y compa?¨ªa en el Dodger Stadium, una carrera pod¨ªa ser suficiente para acumular la en¨¦sima derrota desde el All-Star Break.
De todas formas, los Giants siguen en una posici¨®n que no es envidiable, pero que es razonable. Est¨¢n cerca de unos Dodgers que atraviesan su mejor momento y la clave es aguantar ese tir¨®n, porque quedan muchos encuentros por disputar. Asimismo, la ventaja en la lucha por la Wild Card es de 1.5 partidos sobre los Cardinals y tres sobre sus m¨¢s inmediatos perseguidores que son los Marlins. Sea de una manera u otra, en casa o fuera, el peor resultado al que pueden aspirar razonablemente es jug¨¢rsela a una carta y todos sabemos lo que significa eso.
Pero tambi¨¦n es verdad que esa espiral descendente no puede ni debe continuar y los Giants quieren amarrar una plaza para los playoffs, porque tambi¨¦n tenemos una ligera idea de lo que pasa recientemente cuando se trata de a?o par.