Barcelona vive una jornada hist¨®rica con la final del Top-14

Un deporte como el rugby que tiene un 'tercer tiempo' en el que despu¨¦s de un encuentro los dos equipos, e incluso los ¨¢rbitros, se re¨²nen para tomar una cerveza o comer juntos, ya habla del esp¨ªritu de juego limpio (fair play) que constituye un componente esencial de este deporte.

Y sus aficionados responden a ese tipo de entender el deporte. Hoy lo han demostrado en la final del Top-14 (liga francesa) entre el Racing 92 de Par¨ªs y el RC Toulon en el Nou Camp de Barcelona, donde unos 90.000, ocho mil de ellos espa?oles, han una lecci¨®n de confraternizaci¨®n que el ya quisiera el f¨²tbol.

Los aficionados toloneses, con sus camisetas rojinegras superaban por tres a uno a las albiazules parisinas y parec¨ªan estar mejor organizados. Varios grupos que llegaron por la ma?ana en avi¨®n fueron trasladados en autocar al centro de la ciudad y all¨ª esparcieron su colorido por las Ramblas y las playas de la Barceloneta. Poco a poco se fueron uniendo a ellos seguidores parisinos que llenaron restaurantes y bares. Despu¨¦s, en las gradas ya parec¨ªan estar m¨¢s igualados.

Pero fue en las 'fan zones' colocadas alrededor del estadio azulgrana lo compartieron todo, incluso cervezas con alcohol, algo impensable en un encuentro de f¨²tbol. S¨®lo la solemnidad de todos cuando alguien iniciaba los sones de 'La Marsellesa', algo que sucedi¨® numerosas veces, romp¨ªa la festividad de la jornada.

A diferencia de lo que se hace en una final futbol¨ªstica en Espa?a, la Liga Nacional de Rugby (LNR) solo hab¨ªa destinado 5.000 localidades para cada uno de los clubes. El resto se hab¨ªan distribuido entre los clubes franceses o se pod¨ªan adquirir en la web de la propia LNR.

Esto ha provocado que seguidores del Clermond-Ferrand, el equipo que gan¨® la fase regular del Top-14 y que fue eliminado en semifinales por el Racing 92 de Par¨ªs, Montpellier, Toulouse, Burdeos y La Rochelle, entre otros, dieran colorido a la gran fiesta antes del encuentro, que se prolong¨® durante y, al final, del mismo.

De los ocho mil espa?oles presenciaron el encuentro en el Nou Camp, entre ellos un grupo de j¨®venes pamplonicas, algunos eran jugadores de rugby, que luc¨ªan camisetas de diversos equipos y explicaban que: "el rugby es pura pasi¨®n por un deporte. Es impensable que entre dos aficiones, ya sean de club o selecciones, ocurran los enfrentamientos que se han producido en la Eurocopa de f¨²tbol".

"Esto es la final de la liga m¨¢s importante de Europa y en ambos equipos juegan algunos de los mejores del mundo. Hemos venido a ver el partido como fuimos a ver algunos del Mundial de Inglaterra. Es un deporte limpio y un espect¨¢culo deportivo, nada m¨¢s", han concluido.

Tambi¨¦n se pudo comprobar que si los seguidores del RC Toulon est¨¢n m¨¢s agrupados en su ciudad, el Racing 92 Par¨ªs tiene aficionados repartidos por todo el pa¨ªs. Grupos de aficionados de Narbona, de Estrasburgo, Lyon o Limoges vest¨ªan las camisetas albicelestes. Uno de ellos nos comentaba que: "Hemos venido en autom¨®vil y vamos alguna vez a verlos jugar en Par¨ªs, pero hoy no pod¨ªamos fallar".

La puesta en escena del partido fue impresionante, con un grupo de 'Castellers' en el centro del campo y una bailarina bajando desde la parte superior de la grada norte portando el trofeo del campeonato, el llamado 'Escudo de Brennus'.

Destacar la impecable organizaci¨®n de la LNR con la colaboraci¨®n del personal del FC Barcelona y la sobria ejecuci¨®n de las amplias medidas de seguridad (incluso se registraron todos los veh¨ªculos que entraron) para acceder al recinto del Nou Camp que llevaron a cabo los empleados del Barcelona, empresas privadas de seguridad y Mossos d'Esquadra (polic¨ªa auton¨®mica).