De n¨²mero uno del draft a la c¨¢rcel antes de llegar a la MLB
Matt Bush fue n¨²mero uno del draft en 2004 por los Padres previo a acabar en la c¨¢rcel durante 39 meses y debutar con los Rangers la semana pasada. Yankees - Red Sox en vivo: MLB, en directo
Hay ocasiones en las que el camino hasta cumplir el sue?o que alguien tiene de ni?o puede tomar un camino, digamos algo rocambolesco, un cl¨¢sico ejemplo de que la perseverancia debe ser el motor de nuestras aspiraciones y no llegar a desesperar, por muy complicada que parezca la situaci¨®n que nos rodea en ese preciso instante.
Esa es la historia de Matt Bush, ahora pitcher debutante con los Texas Rangers a los 30 a?os de edad y casi doce a?os despu¨¦s de haber sido el primer jugador escogido en el draft de la MLB por parte de la franquicia de su ciudad natal, los San Diego Padres, que le eligieron como¡ ?shortstop?
Lo primero de todo es subrayar que el caso de Matt Bush es uno de los mayores fiascos de toda la historia del draft de la MLB. Los Padres, que no se han caracterizado por andar muy atinados en sus elecciones, le escogieron en el primer puesto en 2004 cuando no era considerado el mejor talento de esa promoci¨®n. ?Cu¨¢l fue la clave de dicha apuesta? Por un lado, sus bajas exigencias a la hora de firmar el contrato y ser un chico local, alguien que pudiera ser objeto de una campa?a de marketing y que luciera la bandera de los Padres durante los a?os venideros.
Es una enorme verdad que el draft de la MLB no es una ciencia segura al contrario que el resto. En realidad, ninguno lo es, pero de aquella promoci¨®n nos encontramos a Justin Verlander en el segundo puesto por los Tigers (43.9 WAR), Jered Weaver (36.1) con los Angels y el mejor pitcher de aquel draft que pasaba por tener a Scott Boras como ¡®consejero¡¯ o Stephen Drew (15.8) con los Diamondbacks. Un tal Dustin Pedroia (46.7) fue para Boston Red Sox en segunda ronda.
Aunque nadie puede negar sus aptitudes f¨ªsicas, dicha elecci¨®n fue arriesgada¡ y decir que les sali¨® rana a la franquicia de la baja California es quedarse corto.
Lo que nadie anticipaba es que los demonios interiores y la falta de juicio destrozar¨ªan una carrera deportiva casi antes de que empezara. Su paso por las ligas menores fue un desprop¨®sito detr¨¢s de otro y su alcoholismo le llev¨® por una senda autodestructiva hasta que los Padres, que visto que no progresaba como bateador, le reconvirtieron a pitcher ya que fue tambi¨¦n la figura del mont¨ªculo para su equipo de instituto, le mandaran a paseo en 2007 despu¨¦s de tantas decepciones.
Pero lo peor estaba por llegar. Despu¨¦s de darle una nueva oportunidad los Tampa Bay Rays a finales de 2010, previo por paso por Toronto, sus constantes problemas de autocontrol tuvieron su episodio definitivo un d¨ªa en 2012. En un ¨²ltimo arrebato regado de alcohol, un atropello y fuga de Bush le llev¨® a pasar por encima de la cabeza de un motorista de 72 a?os, dej¨¢ndole con una hemorragia cerebral y ocho v¨¦rtebras rotas. Afortunadamente, Anthony Turfano sigue con nosotros aunque no quiere recordar nada de aquello.
Matt Bush dio con sus huesos en la c¨¢rcel, en la que estuvo 39 de una condena de 51 meses. Abandonado por su novia de toda la vida y su agente, s¨®lo sus padres manten¨ªan contacto y ten¨ªan que hacerlo por v¨ªa telef¨®nica ya que no pod¨ªan costearse los viajes hasta el centro penitenciario desde California.
No parece el camino de rosas o baldosas amarillas hasta el estrellato m¨¢s absoluto, ?no?
En febrero del a?o pasado fue enviado a un centro para antiguos reclusos. En su intento de volver a tener una vida normal, Bush acept¨® la ¨²nica oferta de trabajo que se le present¨® y empez¨® como panadero a raz¨®n de 8 d¨®lares cada hora. Cada d¨ªa ten¨ªa que recorrer el trayecto entre esa ¡®casa de acogida¡¯ y el trabajo mientras era monitorizado por medio de una tobillera electr¨®nica.
Sin embargo, el talento (y el brazo) segu¨ªa ah¨ª. Una vez que empez¨® a rumorearse que el don segu¨ªa ah¨ª, los Rangers decidieron darle una oportunidad y es que sab¨ªan d¨®nde se met¨ªan. Otro miembro de la actual plantilla como es Josh Hamilton, ha tenido episodios anteriores con alcohol y drogas, pero su lucha contra los demonios interiores ha llegado a tener hasta un final feliz con el MVP en 2012. Se trata de una pelea que est¨¢ ah¨ª cada segundo en la vida de Josh Hamilton, al igual que en la de Bush.
Su padre fue contratado para que fuera el responsable de vigilar en todo momento a Matt y los Rangers le dieron una seria oportunidad para lucir esa recta de 96-98 millas por hora a lo largo del spring training. Los resultados no pudieron ser m¨¢s esperanzadores. Su rendimiento (y comportamiento) con el equipo de la Doble A en Frisco no pudo ser m¨¢s positivo hasta que una noche, Matt y su padre recibieron la noticia que llevaban esperando tanto tiempo.
Despu¨¦s de doce a?os, su oportunidad en las Grandes Ligas hab¨ªa llegado.
La primera piedra de toque no fue una cualquiera. Le toc¨® debutar el pasado 13 de mayo contra la parte dura del turno de bateo de Toronto Blue Jays, midi¨¦ndose a Josh Donaldson, Jos¨¦ Bautista y Edwin Encarnaci¨®n. Su resultado no pudo ser m¨¢s esperanzador, eliminando por strikes al MVP del a?o pasado a lo largo de 17 poderosos lanzamientos.
Ahora s¨®lo le queda aprovechar esta segunda oportunidad, un aspecto que viene siendo muy habitual para estos Texas Rangers, que esperan haber encontrado en este antiguo shortstop y primera elecci¨®n del draft, a alguien que puede llegar a ser v¨¢lido en la lucha por jugar en octubre en los playoffs.
Menudo camino recorrido, ?verdad?