Johnny Manziel lleg¨® borracho a un entrenamiento esta semana
El pol¨¦mico QB de los Cleveland Browns ha cometido su ¨²ltima tropel¨ªa en el equipo y tiene un futuro muy complicado para seguir en la liga.
La sucesi¨®n de esc¨¢ndalos de Johnny Manziel no permiten seguir un orden cronol¨®gico l¨²cido de la vida, obra y milagros de aquel al que apodan Football. Tony Grossi, de ESPN Cleveland, ha revelado que el jugador lleg¨® borracho a un entrenamiento del equipo la pasada semana. Se trata, a buen seguro, del final de la andadura de Manziel en la franquicia y qui¨¦n sabe si en la NFL.
Johnny Football quiere abandonar los Browns, eso parece claro. Dentro de ese contexto es en el que se entiende este ¨²ltimo episodio de desobediencia. El jugador estaba dentro del protocolo de conmoci¨®n cerebral y no iba a jugar el domingo, pero eso no significa que no sea una absoluta irresponsabilidad, cuando no una provocaci¨®n manifiesta, el acudir beodo a su trabajo.?
Tras comportarse de forma tan poco profesional, no se le ocurri¨® otra cosa que irse a Las Vegas a montar una fiesta, a comprar en tiendas y a apostar en una mesa de black jack de un casino. Todo ello presentando su identificaci¨®n personal y siendo reconocido por todo el mundo. De hecho, en el casino hasta saludaron su presencia, lo que llev¨® a una sonora ovaci¨®n. Como ha hecho otras veces, trat¨® de ocultar estos hechos con un truco barato de red social, presentando una foto suya realizada en Ohio como si fuera tomada en esos mismos momentos en los que estaba en Las Vegas.
En Cleveland se ha acabado esta etapa. Ha sido ef¨ªmera y miserable, que es como son todas las etapas en los Browns recientemente. Ray Farmer, el general manager, y Mike Pettine, el entrenador, han sido despedidos. La tercera gran pata de todo equipo NFL, el QB, lo ser¨¢ en cuanto pase la Super Bowl y comience una nueva temporada. Manziel, elegido en primera ronda del draft del a?o pasado (parece como si fuera una eternidad, y han sido un par de siestas), no s¨®lo no est¨¢ molesto por ello sino que parece que lo persigue.
De hecho, poco menos que ha suplicado, de palabra o con los hechos, que le corten y no le paguen los 2,1 millones que tiene por cobrar en los pr¨®ximos dos a?os. Su objetivo, tampoco es un secreto, es ser libre para poder firmar por los Dallas Cowboys.
Esa es su ¨²nica salida. O casi. Al ser una leyenda tejana, al ser esa una tierra acostumbrada a perdonar a chicos d¨ªscolos, m¨¢s a¨²n si son hijos de un magnate del petroleo como es el caso, entiende que le dar¨¢n una oportunidad. Sin embargo, eso ya no parece tan seguro. A fin de cuentas hablamos de un muchacho que entr¨® en una cl¨ªnica de desintoxicaci¨®n la pasada primavera y ahora acude borracho a entrenamientos. Nunca pareci¨® honesto aquel paso de Johnny por la sobriedad, no se le vio comprometido y las malas lenguas hablaron de que hab¨ªa sido un movimiento de relaciones p¨²blicas. Ojala sea eso, porque mucho m¨¢s triste, y m¨¢s serio, ser¨ªa el caso de que de verdad estuvi¨¦semos ante un adicto incapaz de controlarse.
Pero, en el caso de que Jerry Jones, due?o de los Cowboys y enamorado del juego y el aura de Johnny Football desde su ¨¦poca universitaria, considere que ni siquiera un contrato no garantizado merece el riesgo de meterle en el vestuario, ?qui¨¦n se arriesgar¨ªa por ¨¦l? ?hay alguien tan desesperado ahora mismo en la NFL? Por eso ya no es que Manziel haya enterrado hasta la m¨¢s peque?a oportunidad de volver a jugar con los Browns, es que lo tendr¨¢ dif¨ªcil hasta para jugar en la liga el pr¨®ximo a?o.