El casino en el que se ha convertido la MLB
Durante cuatro d¨ªas todos los equipos han apostado, comprado y vendido para reforzar sus filas con un ¨²nico objetivo, ser los pr¨®ximos campeones.
En Nashville, la ciudad de la m¨²sica, se han reunido las franquicias en busca de aquellos jugadores que consideran que les van a aportar un salto de calidad y ser competitivos al pr¨®ximo a?o. Como si se tratar¨¢ de un casino, algunos equipos tiran la casa por la ventana, otros se ci?en a sus posibilidades reales y alguno sale en cueros y vestido ¨²nicamente con un tonel.
Los primeros que han cantado l¨ªnea y bingo han sido los Detroit Tigers. Han fortalecido su bullpen con Zimmermann, que abandona el desbarajuste que fue el equipo de la capital de la uni¨®n, y el relevista zurdo Justin Wilson. En la Motown quieren volver a ser protagonistas en octubre.
Por su parte los Red Sox han apostado, como no pod¨ªa ser de otra forma, todo al rojo y han firmado al pitcher n¨²mero uno David Price. Al igual que, debido al empuje de la placa africana, en el sur de la piel de toro se encuentran rocas a mil metros de altura que se originaron a mil metros de profundidad, los Medias Rojas quieren emerger del s¨®tano de su divisi¨®n y aparecer en la cumbre. Una vez confirmada la noticia, la ilusi¨®n se ha desbordado de tal manera en la ciudad de Boston que no ser¨ªa extra?o que los hinchas acudan a Fenway Park del mismo modo que sub¨ªa al ring el ?ltimo Guerrero.
En la sala, adem¨¢s de los acordes de los Kings of Leon, suenan cascabeles. Zack Greinke, otro de los lanzadores n¨²mero uno, ha hecho las maletas y se marcha a Arizona. Hay nuevo sheriff en el desierto. En Tombstone, donde Wyatt Earp y Doc Holliday, entre otros, protagonizaron el tiroteo en O.K Corral, saben lo que implica que llegue un pistolero del calibre de Greinke. Adem¨¢s, al fichar a un jugador de los Dodgers, debilitan a un rival directo y suspiran por jugar en oto?o.
Algunos reparan en un se?or de pelo cano, gafas y mirada bonachona. El viejo zorro plateado de Maddon ha logrado, sin hacer ruido, dos refuerzos que le sit¨²an, sin ambages, como uno de los favoritos al anillo. Primero Zobrist, que ya gan¨® un anillo con Maddon en los Rays y luego Jason Heyward, proveniente de ese rival directo que son los Cardinals de San Luis, sit¨²an a los cachorros del norte de la ciudad del viento en condiciones de romper su maldita maldici¨®n.
As¨ª como los Dodgers, la franquicia que mayor presupuesto maneja, parece que ha salido bastante tocada, pero nunca hundida, despu¨¦s de estos d¨ªas llama la atenci¨®n la inacci¨®n de los New York Yankees. Los bombarderos del Bronx son tan sospechosos habituales como lo es el Profesor Moriarty en los asesinatos que investiga Sherlock Holmes. No han realizado, todav¨ªa, ninguna adquisici¨®n de campanillas y parece que van a confiar en el crecimiento de sus j¨®venes, pero con el malvado imperio gal¨¢ctico ya se sabe que uno no se puede descuidar ni un s¨®lo segundo y la gran manzana siempre es un manjar apetecible.
Todav¨ªa quedan muchas operaciones por realizarse y muchos jugadores que vestir¨¢n nueva camiseta. Mientras tanto, el crupier sigue barajando y entre los naipes se encuentra, entre otros, Johnny Cueto y los Giants, sin hacer ruido, se han llevado la carta m¨¢s alta y no ser¨ªa extra?o que en octubre hubiese otro terremoto en San Francisco con epicentro en la loma del AT&T. Se abren las apuestas.