Rex Ryan, compadre, ?pagate algo!
Como casi todos mis amigos me miran raro cuando hablo de football, he decidido a enviaros una peque?a reflexi¨®n alcoh¨®lica sobre los Bills.
No me gusta lo que hace Rex Ryan con sus equipos. Nunca me ha gustado. Sus Jets siempre me parecieron un equipo sobreexcitado, de mucho grito y gesto de rabia pero poco calado real; como si pudi¨¦ramos convertir un cabreo del hermano de Rex en equipo: una explosi¨®n de braceos y agresividad verbal que no conduce a nada m¨¢s que a otro blitz, independientemente de la situaci¨®n de juego y las necesidades del momento. Cuando sabes lo que se te viene encima y por donde s¨®lo tienes que dar un paso lateral y dejarlo pasar. Sus Bills me parecen exactamente lo mismo, cambiando los colores del traje. Mientras, uno mira al Green Gang e imagina sus pensamientos ¡°Rex es un t¨ªo genial pero¡menos mal que nos lo hemos quitado de encima¡±.
Tanto los Jets antes como B¨²ffalo ahora s¨®lo ganan a los equipos que deben ganar por el peso espec¨ªfico del talento individual de la plantilla. Cuando el rival exige, palman. Ese tipo de derrota se?ala siempre al Head Coach. ?Por qu¨¦ afirmo esto? Lo afirmo porque en cualquier deporte colectivo que se juegue con un trozo de cuero, a similar potencial entre dos rivales en un encuentro lo primero - no lo ¨²nico- que marca la diferencia entre ambos es el mejor an¨¢lisis; el saber encontrar la mejor soluci¨®n para explotar la debilidad del rival; el saber situar el juego en un escenario que maximice tus puntos fuertes; modificar lo justo tu estilo para que tus estrellas den rienda suelta a su talento en posiciones ventajosas para ti; obligar al rival a hacer lo que menos le gusta, lo que peor ejecuta, dirigi¨¦ndolo al error. En lo que va de temporada si eso ha sido inducido o buscado en un encuentro de los Bills ha sido siempre desde el otro lado del campo, fue el otro HC. Ryan, ante eso, opone un emotivo discurso, un gran refuerzo en lo an¨ªmico y nada m¨¢s, bueno si, m¨¢s carreras por el centro.
Desde mi ignorancia veo un exceso de testosterona en su planteamiento. Un excelente agitador emocional, a modo Mourinho, que esconde una simpleza alarmante en sus planteamientos t¨¢cticos y estrat¨¦gicos. Alarmante no tanto por su simpleza sino por repetitiva en el tiempo y conocida por el resto de la liga. Me gustar¨ªa que alguien corroborase si hay alg¨²n tipo de renovaci¨®n en su playbook desde el a?o 2009 (yo prefiero ir al bar a despotricar gratuitamente). Toda la NFL sabe c¨®mo parar a un equipo de Ryan, sin excepci¨®n. El que no es capaz es porque maneja una plantilla mucho m¨¢s limitada que la de Ryan. Parece que lo ¨²nico que ha desterrado son aquellas infames wildcats. Rex Ryan Productions presents: ¡°Wildcats!¡± con Brad Smith en el papel de ¡°el suplente que pierde yardas¡±. Aquellas malditas wildcats tan predecibles que hasta en los Madden uno aprovechaba para ir a mear sin pausar el transcurso del encuentro porque la inteligencia artificial del juego las paraba sola. Ser predecible, a m¨¢s o a menos revoluciones por segundo, siempre lo mismo, horror de playbook. Tambi¨¦n me gustar¨ªa que alg¨²n 49er me confirme si hay peso real de Greg Roman en el libro de jugadas, a sabiendas que a los dos les gustan vinos parecidos.
Ante los Bills, el rival piensa ¡°kilos a la caja, que no corran por el centro, cerrar el pocket y que lancen.¡± Ryan piensa ¡°venga chicos hay que ir un poco m¨¢s fuerte¡± Uno espera soluciones y no las ve. ?No quer¨ªas caldo? Pues toma siete tazas. Uno ve a la l¨ªnea ofensiva rindiendo mejor de lo que se esperaba; ve a Watkins, a Clay, a Harvin, a Woods, a McCoy a Karlos Williams y piensa que hasta Fitzpatrick se pondr¨ªa las botas con eso; y lo dice alguien que est¨¢ curtido en ver a Fitzmagic liarse la manta a la cabeza, echarse al monte y lanzar intercepciones como quien juega, cubalibres mediante, a tirar mu?ecos en un puesto de las fiestas de su pueblo. Hasta Matt Cassel (sin cubalibres), Mike Glennon o Kirk Cousins (aqu¨ª se aceptan carcajadas a mi costa) podr¨ªan ganarse una mu?eca chochona de cuando en vez.
Cierto es que en el tema quarterback Ryan no ha tenido ayuda. Esa posici¨®n es el ¨²nico lunar de la gesti¨®n del General Manager. Whaley y su obsesi¨®n con las universidades de la Florida lo ha hecho bien. Parece que ha acertado con otras posiciones ¨C l¨¦ase Ronald Darby o Karlos Williams- pero ha aumentado la hipoteca en la posici¨®n de QB -l¨¦ase la primera ronda de EJ Manuel- viendo a toro pasado ciertos jugadores que pudo haber drafteado desde que est¨¢ ¨Cl¨¦ase Russell Wilson- . Despu¨¦s, en agencia libre, la famosa competici¨®n a tres con Tyrod Tylor como vencedor no consigui¨® disiparme las dudas viendo el perfil de QB elegido. Taylor tiene n¨²meros decentes porque los rivales le ¡°dejan¡± lanzar y acumular yardas. Los QBs de B¨²ffalo parecen no hacerlo mal, pero la cuesti¨®n es que los invitan a lanzar. El quid real no es ya el qui¨¦n lanza, el quid es que Rex no soluciona con sus planteamientos la carencia del equipo en la posici¨®n m¨¢s importante del ataque. No encuentra m¨¢s soluci¨®n que meter m¨¢s masa en la hormigonera. Rex Ryan es fiel a sus principios de juego, incluso cuando estos ya no funcionan o precisan, al menos, una peque?a revisi¨®n. Algo se ol¨ªan los Ravens cuando en 2009 le dieron el puesto a Harbaugh y no a Ryan.
Dicho todo esto, lo prefiero a muchos otros de la liga ya que al menos sus jugadores est¨¢n con ¨¦l, motivados y hacen equipo. Tambi¨¦n me gusta el coraz¨®n de Taylor jugando, prefiero eso mil veces que un Cutler desaprovechado por sus propios caprichos. Lo que afirmo es que a mi entender de barra de bar, de taza de vino y licor de caf¨¦, de cerveza con tapa gratis, es que el resultado que B¨²ffalo consiga este a?o es menos de lo que marca el talento de la plantilla, ya que su entrenador, por ahora, no maximiza su potencial y mucho menos lo mejora. Rex Ryan ser¨¢ un gran tipo para ir de Lugo a Llanes de taberna en chigre contando batallas, pero algo m¨¢s podr¨ªa hacer con este equipo, o por lo menos intentar algo distinto, aunque solo sea a ver que pasa.
Jefe, ?ponga aqu¨ª otra vuelta que tengo que marchar!