Una dura ca¨ªda frena a Torres y Mora en el caos de la madison

A 28 vueltas del final, las opciones se desvanecieron. Encogiendo el coraz¨®n de los presentes, Albert Torres, formando dupla con su inseparable Sebasti¨¢n Mora, se iba al suelo en el vel¨®dromo de Saint-Quentin-en-Yvelines de forma muy dura. Magullado, con heridas en la cara y el maillot y el casco rotos, el espa?ol se levantaba y discut¨ªa con los jueces, que no le dejaban volver a la carrera por el golpe en la cabeza, que activaba el protocolo. No lo entend¨ªa. Se quejaba. Y las medallas, finalmente para Portugal, Italia y Dinamarca, se escapaban. ¡°Estaban para ello...¡±, lamentaba luego el seleccionador, F¨¦lix Garc¨ªa Casas. Este s¨¢bado, GoTorresGoMora, incansable dupla del ciclismo en pista espa?ol, el de Joan Llaneras, fueron octavos, diploma, en la madison de los Juegos de Par¨ªs tras haber so?ado con el podio que ya se les escap¨® en Tokio (fueron sextos). La mala fortuna y el caos, mucho, les separaron de unos metales que, por momentos, tuvieron en sus manos.

Desde el principio, anticipando la locura, en el vel¨®dromo parisino, todo entr¨® en ebullici¨®n. Sin aire acondicionado, como es habitual, el sudor brotaba tanto en las gradas, sin hueco para nadie m¨¢s (6.000 espectadores), como en la pista, donde todo pas¨® muy r¨¢pido. El ciclismo en pista, como el ciclismo en general, ha evolucionado mucho en los ¨²ltimos a?os. M¨¢s preparaci¨®n, m¨¢s tecnolog¨ªa, m¨¢s vatios... m¨¢s velocidad. A m¨¢s de 60 km/h de media. Por ello, Torres y Mora, con las ruedas hinchadas de experiencia, decidieron cambiar su estrategia.

La madison consta de 50 kil¨®metros en los que las parejas de cada pa¨ªs se van dando relevos con el objetivo de puntuar tanto en los veinte esprints intermedios, cada diez vueltas (5 puntos para los ganadores), como ganando una vuelta (20 puntos). Tradicionalmente, Torres y Mora hab¨ªan buscado cosechar a lo grande, sin quemarse en los primeros compases de la prueba e intentando doblar cuando sintieran las piernas para ello; esta vez, con las altas velocidades que se manejan, la t¨¢ctica era empezar a sumar desde el principio, en todos los esprints que fuera posible.

Con esa consigna, los espa?oles empezaron a bailar en una carrera muy agresiva desde el principio, en la que los austriacos Raphael Kokas y Maximilian Schmidbauer, con el descaro de sus 19 y 22 a?os, decidieron marcar el ritmo. La dupla de noveles, fuera del radar de la mayor¨ªa, se llevaron el primer esprint y ganaron vuelta de forma seguida. Un aviso a navegantes, tambi¨¦n una muerte anunciada para ellos, en un inicio accidentado, con la primera (de muchas) ca¨ªda del d¨ªa y los favoritos, poco a poco, sacando la cabeza. Entre ellos, estaban los italianos Simone Consonni y Elia Viviani, de renombre en la carretera, que se estrenaron en la tercera vuelta, o los portugueses Rui Oliveira y Iuri Leitao, tambi¨¦n profesionales de la ruta, que sumaban tanto en la cuarta como en la quinta... con los cinco puntos del primer puesto para la dupla espa?ola. La estrategia era acertada.

Posici¨®n de podio en el ecuador

A 124 vueltas para el final, con siete de los veinte esprints completados, Torres y Mora se colocaban en primera posici¨®n con 11 puntos. En el ecuador de la prueba, se manten¨ªan en posiciones de podio, que se empezaba a encarecer. Por aquel entonces, Italia, constante en la suma de puntos (40 entonces), y los daneses (32) Niklas Larsen y Michael Moerkoev hab¨ªan ganado una vuelta. Los n¨²meros uno del ranking, los neozelandeses Aaron Gate y Campbell Stewart, por su parte, amenazaban por detr¨¢s, reclamando su sitio. En los dos siguientes esprints, dejaban atr¨¢s a una Espa?a que se atascaba y ve¨ªan pasar por delante a los japoneses Shansuke Inamura y Kazushige Kuboki, que ganaban vuelta para plantar un muro en la lucha por las tres primeras posiciones.

Torres y Mora, apurando sus opciones, volvieron a sumar en el 14? esprint, que les dejaba quintos, con 15 puntos y a 13 de unas medallas bien protegidas por Italia (42), Dinamarca (37) y Jap¨®n (28), todos con vuelta extra. Nueva Zelanda (20) era el puente hacia un podio que se complicaba, pero que a¨²n estaba a tiro. Hasta esa ca¨ªda. ¡°Albert (fue cuarto en omnium, a cuatro puntos del bronce) llegaba en el mejor momento de su carrera y Mora le estaba siguiendo a la perfecci¨®n. El golpe es m¨¢s moral que f¨ªsico. Nadie contaba con nosotros y ten¨ªamos la medalla ah¨ª...¡±, segu¨ªa lament¨¢ndose Garc¨ªa Casas, al borde de las l¨¢grimas. Entonces, Portugal (55), que emerg¨ªa con un final brutal, Italia (47) y Dinamarca (41), muy firmes a lo largo de toda la prueba, confirmaron su podio y Espa?a, sin metales en pista desde Pek¨ªn 2008, segu¨ªa con su mala fortuna.