¡°No dejes que la edad se interponga en tu camino¡±, le dijo el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, de 81 a?os, a Katie Ledecky, de 27, cuando en mayo le entreg¨® la medalla de la Libertad, el m¨¢ximo galard¨®n civil del pa¨ªs de las barras y estrellas, que por primera vez reca¨ªa en una nadadora. No en vano, la norteamericana ha roto numerosas veces el techo de cristal de la historia y de los r¨¦cords, desde los Juegos de Londres 2012. Y as¨ª lo quiere seguir haciendo en Par¨ªs 2024.
Nunca se sabr¨¢ qu¨¦ habr¨ªa sido de la nadadora m¨¢s condecorada de todos los tiempos de no haber aceptado la sugerencia de su hermano Michael, cuando ¨¦l ten¨ªa nueve a?os y ella seis, de unirse a un campus de nataci¨®n estival en el Palisades Club de Maryland. Transcurrido ese verano de 2003, Katie se anim¨® a seguir en el equipo de su hermano y as¨ª fue aumentando su gusto por este deporte, que ya hab¨ªa practicado su madre. Curiosamente, ahora es ¨¦l quien convierte cada a?o en ¡°lo m¨¢s destacado del verano¡± el viaje a la competici¨®n en la que ella participa.
Antes incluso, cuando tan s¨®lo ten¨ªa dos a?os, el 19 de enero de 2000, se hizo famosa por un c¨¦lebre v¨ªdeo en el palco del MCI Center de Washington, en el que Michael Jordan le hace caranto?as y bromea con ella, haciendo ver que le quiere robar unas palomitas. El legendario ¡®23¡¯ acababa de ser anunciado como accionista de los Wizards de baloncesto, mientras que Katie estaba ah¨ª como sobrina de Jon Ledecky, uno de los propietarios entonces de los Capitals de hockey hielo y actualmente, en el mismo deporte, de los New York Islanders, que compr¨® en 2014 por 500 millones de d¨®lares.
Con nueve a?os, inmersa ya en un campus de la federaci¨®n estadounidense de nataci¨®n (USA Swimming), pidi¨® un aut¨®grafo a Michael Phelps, que todav¨ªa conserva. Poco pod¨ªa intuir que algo m¨¢s de un lustro despu¨¦s, en los Juegos de Londres 2012, compartir¨ªan equipo, ¨¦l le brindar¨ªa consejos que la acabar¨ªan de dar un empuj¨®n para alcanzar el oro en los 800 metros libre con tan s¨®lo 15 a?os, trat¨¢ndose de la m¨¢s joven de la escuadra ol¨ªmpica de Estados Unidos, y que terminar¨ªan siendo amigos. Incluso rivales por un r¨¦cord que ella le acabar¨ªa arrebatando.
Al a?o siguiente, en 2013, comenzar¨ªa con su inacabable retah¨ªla de r¨¦cords mundiales. Los primeros fueron en 800 y 1.500 metros libre, que mejorar¨ªa en 2014. Ese a?o tambi¨¦n estableci¨® el de los 400 libre. Y as¨ª sucesivamente en 2015, 2016 y 2018. Actualmente, todav¨ªa ostenta las plusmarcas universales de los 800 (8:04.79) y de los 1.500 (15:20.48), las pruebas en el que su reinado ha sido hasta la fecha indiscutible. Asimismo, en Par¨ªs defender¨¢ el r¨¦cord ol¨ªmpico de los 400 metros libre, que situ¨® en 3:56.46 en los Juegos de Rio 2016.
En los Mundiales de Barcelona 2013 ya empez¨® a construir su leyenda con los oros en las distancias de 400, 800, 1.500 libre y el relevo 4x200 libre. Un registro brutal que fue capaz de aumentar, hasta el rep¨®quer de t¨ªtulos, en Kaz¨¢n 2015, sumando los 200 libre. Ya no ha dejado de subirse a lo m¨¢s alto del podio en todos los Mundiales, con la salvedad de Doha de este pasado febrero, donde no particip¨® precisamente para preparar los Juegos.
Suma Katie 26 medallas mundiales, m¨¢s que ninguna otra nadadora en la historia, desde que en Fukuoka 2023 super¨® las 23 de Ona Carbonell, que ostentaba esa distinci¨®n. ¡°Ledecky es una megacrack alucinante¡±, resolv¨ªa la exnadadora art¨ªstica espa?ola hace unos meses en AS. Pero en lo que ha destrozado cualquier r¨¦cord es con sus 16 oros mundiales individuales, un registro en el que ha superado ya los 15 que se colg¨® Phelps. Y lo hac¨ªa, en julio del a?o pasado, el mismo d¨ªa en que se convirti¨® en la primera en lograr el t¨ªtulo seis veces en la misma prueba: los 800 libre.
Al oro ol¨ªmpico cosechado en Londres 2012 con tan s¨®lo 15 a?os se a?adieron otros cuatro t¨ªtulos en los Juegos de Rio 2016 y dos m¨¢s en Tokio 2020, donde alcanz¨® un doblete hasta entonces in¨¦dito en las distancias de 800 y 1.500 libre. Pero fue tambi¨¦n en esa cita japonesa donde por primera vez dej¨® de ganar una final individual, la de los 400 libre, en que hizo plata. Con diez medallas ol¨ªmpicas en total, siete de las cuales oro, se planta en Par¨ªs.
Graduada en oto?o de 2020 en Psicolog¨ªa y en un grado en Ciencias Pol¨ªticas por la prestigiosa Universidad de Stanford, desde el a?o siguiente reside y se entrena en Florida, con Anthony Nesty, al que incluso hace de ayudante voluntaria en el staff de la Universidad de Florida. Y muy cerca de all¨ª, en Orlando, sufri¨® la primera derrota en una carrera de 800 metros libre en los ¨²ltimos 14 a?os, la que le asest¨® en los campeonatos regionales del pasado febrero la canadiense Summer McIntosh, que sigue sus pasos como joven prodigio, y que la ten¨ªa en p¨®sters en su habitaci¨®n de ni?a.
Sin un f¨ªsico aparentemente poderoso, pero con una flotabilidad excelsa que destacan todos los expertos en nataci¨®n y un ritmo tan constante como inalcanzable, tal como demuestran sus resultados, si hay algo que Katie Ledecky no olvida antes de lanzarse a competir a la piscina es rezar un Ave Mar¨ªa. Sus convicciones cat¨®licas son tan profundas como su gusto por la repetici¨®n, infatigable en sus entrenamientos, que comienza tan temprano que cada d¨ªa se levanta a las cuatro de la madrugada.
Katie tampoco olvida sus or¨ªgenes. Se encuentran en la extinta Checoslovaquia, de la que su abuelo Jaromir sali¨® en 1948 gracias a una beca acad¨¦mica que, como prominente cient¨ªfico, le sirvi¨® para instalarse en Nueva York tras haber sufrido las barbaries del Holocausto. No en vano, los Ledecky eran jud¨ªos. Su abuela Berta, que lleg¨® a ser traductora de Albert Einstein en el Instituto Polit¨¦cnico de Brooklyn, llev¨® a Katie hasta Praga en 2007, cuando ten¨ªa diez a?os, para ense?arle las l¨¢pidas de todos los familiares fallecidos durante la Segunda Guerra Mundial, y honrarlos.
A pesar de sus duros entrenamientos, de sus r¨¦cords en Mundiales y Juegos, la nadadora m¨¢s laureada de la historia ha tenido tiempo en todos estos a?os de ir escribiendo un diario, que plasmaba este junio en la publicaci¨®n de unas memorias, ¡®Just Add Water¡¯ (Simplemente a?¨¢dele agua). Pero no suponen en absoluto el fin de un trayecto. Primero, porque va a por todas en Par¨ªs 2024. Y segundo, porque su prop¨®sito pasa por preparar a conciencia un nuevo ciclo ol¨ªmpico y, con 31 a?os, competir en Los ?ngeles 2028, para poner la guinda a una carrera ¨²nica en su pa¨ªs, su casa.