Par¨ªs, un Louvre de momentos
Del relevo de Nadal a la estremecedora lesi¨®n de Carolina Mar¨ªn, pasando por la reverencia de Biles a su rival o la ola de Gabriel Medina, los Juegos han dejado estampas para la historia.

Dif¨ªcilmente existe en el planeta un escenario semejante a Par¨ªs. Con sus monumentos. Su elegancia. Su historia. De la Torre Eiffel al Palacio de Versalles, las Tuller¨ªas, el Gran Palacio o el Sagrado Coraz¨®n de Montmartre. Un plat¨® de verdad que los organizadores de los Juegos Ol¨ªmpicos han sabido exprimir de maravilla desde la ceremonia inaugural, entre el Sena y Trocadero, y al que los deportistas -verdaderos actores y actrices protagonistas de este magno espect¨¢culo- han dotado de vida. De emoci¨®n.
Con estampas, momentos, la mayor¨ªa felices y alguno amargo, que pasar¨¢n a la posteridad: del relevo de la llama por parte de Rafa Nadal a Sifan ¡®Zatopek¡¯ Hassan, pasando por la desgraciada lesi¨®n de Carolina Mar¨ªn o Mija¨ªn L¨®pez depositando sus botas sobre el tapiz. Una de las ciudades m¨¢s fotografiadas del mundo exporta ahora sus propias instant¨¢neas de unos Juegos inolvidables. Una suerte de museo del Louvre de 17 d¨ªas irrepetibles.
Nadal aviva la llama ol¨ªmpica
No hay ning¨²n deportista m¨¢s parisino que un manacor¨ª llamado Rafa Nadal, 14 veces ganador de Roland Garros, que erizaba la piel de los espectadores en la ceremonia inaugural cuando, sobre la pasarela construida en pleno Trocadero, aparec¨ªa para recibir la antorcha ol¨ªmpica de manos de Zinedine Zidane. El mismo que en 2005 le entreg¨® su primer t¨ªtulo en la Philippe Chatrier. A bordo de una lancha motorizada, junto a Nadia Comaneci, Serena Williams y Carl Lewis, remont¨® Nadal el r¨ªo Sena con la llama camino del pebetero.

Carolina estremece al mundo
¡°Me he roto, me he roto¡± sollozaba Carolina Mar¨ªn, tumbada en el suelo del Arena Porte de La Chappele. Estaba virtualmente en la final (primer set de su semifinal ganado, 10-5 en el segundo). Pero su rodilla derecha decidi¨® convertir la fiesta en una de las mayores amarguras que se recuerden. Rotura del ligamento cruzado y del menisco. Y, aun as¨ª, decidi¨® enfundarse una rodillera y seguir. Imposible. Volv¨ªa a romper en llanto, que se contagiaba entre el p¨²blico, incluso a su rival, He Bingjiao (que acabar¨ªa luciendo un pin del COE en el podio, a modo de homenaje), ante lo que su entrenador, Fernando Rivas, trataba de consolar lo inconsolable. Le trajeron una silla de ruedas al centro de la pista pero ella rehus¨® abandonar as¨ª los Juegos, qui¨¦n sabe si su carrera, en su pen¨²ltimo gesto de grandeza.
Alfred, la embajadora de Santa Luc¨ªa
No sab¨ªa ni a d¨®nde ir, y casi corri¨® otro hect¨®metro Julien Alfred al percatarse de que se hab¨ªa proclamado campeona de los 100 metros (lisos, como se dec¨ªa toda la vida). As¨ª que opt¨® por arrancarse el dorsal pegado a su pecho y ense?¨¢rselo al mundo. Mostrarle al planeta que la primera medalla ol¨ªmpica en la historia de Santa Luc¨ªa, una isla caribe?a con menos habitantes que cualquier ciudad mediana espa?ola, hab¨ªa sido un oro en la prueba reina del atletismo (10.72). Ante Sha¡¯Carri Richardson. Y corri¨® a golpear la campana como si en lugar de avisar de su victoria quisiera anunciar que el mundo ya se pod¨ªa acabar, que lo hab¨ªa conseguido.

Mija¨ªn deja las botas
Si existe un final perfecto para una trayectoria ol¨ªmpica, Mija¨ªn L¨®pez tiene la patente. Fue tras su victoria en la noble lucha grecorromana, categor¨ªa de 130 kilogramos. La que le convirti¨® en el ¨²nico deportista en la historia capaz de colgarse cinco oros (y, adem¨¢s, consecutivos) en una misma prueba. A punto de cumplir 42 a?os y con seis Juegos a su anchas espaldas, este gigante -en todas las acepciones posibles- con cara de bonach¨®n opt¨® por la escenificaci¨®n perfecta de su retirada: despoj¨¢ndose de sus botas y dej¨¢ndolas reposar sobre el tapiz.

La reverencia de su majestad Biles
Si un ni?o que disfruta de sus primeros Juegos pregunta por qu¨¦ son lo m¨¢s grande del deporte, quiz¨¢ habr¨ªa que responderle con estampas como la de Simone Biles junto a su compatriota Jordan Chiles rindi¨¦ndole una reverencia a Rebeca Andrade, que acababa de despojarle del que habr¨ªa sido el cuarto oro en Par¨ªs 2024 de la m¨¢s grande. ¡°This is everything¡±, tuiteaba la cuenta oficial del evento. Efectivamente, Biles prostrada ante la brasile?a es todo lo que representa el movimiento ol¨ªmpico.

Khelif sale a hombros de Roland Garros
Aunque Novak Djokovic fue el gran triunfador del tenis, fue otra deportista la que sali¨® a hombros de Roland Garros. Una boxeadora argelina, de nombre Imane Khelif, que venci¨® en categor¨ªa de -66kg, y que fue llevada a hombros alrededor del ring por su entrenador, Mohamed Al-Shawa, mientras las banderas de su pa¨ªs ondeaban a decenas en la grada. En el relato de este oro pesaba el ruido que durante la competici¨®n generaron sus niveles elevados de testosterona y presencia de cromosomas XY, la llamada intersexualidad, aunque Khelif es mujer a todos los efectos. Y campeona ol¨ªmpica.

Un ba?o en el Sena
Cierra Woody Allen su ¡®Midnight in Paris¡¯ con una escena sobre el puente de Alejandro III y la frase ¡°Par¨ªs es m¨¢s hermosa bajo la lluvia¡±. Bajo ese barroco escenario y contradiciendo al cineasta, se desarrollaron el triatl¨®n y las aguas abiertas. Una imagen que, como la ceremonia inaugural, ten¨ªa la clara vocaci¨®n de mostrar la ciudad al mundo. Y lo consigui¨®, aunque a costa de poner en riesgo la salud de los deportistas, entre nadar contracorriente y los niveles bacteriol¨®gicos. Por suerte, bien est¨¢ lo que bien acaba.

Montmartre a la carrera
Por la bohemia calle Lepic, y transformando por unas horas el art¨ªstico ambiente de los sempiternos pintores por el arte de la bicicleta, disfrut¨® el ciclismo en ruta de bellas estampas por el barrio de Montmartre, con adoquinados como en Flandes, bailarinas salud¨¢ndolos con un canc¨¢n a su paso por el Moulin Rouge y tres ascensiones hasta la bas¨ªlica del Sagrado Coraz¨®n. All¨ª, en un recorrido tan cercano pero distinto a la desembocadura del Tour, Remco Evenepoel y su comitiva devolvieron el romanticismo a las dos ruedas.

Una playa en la Torre Eiffel
No existe nada m¨¢s ic¨®nico en Par¨ªs (y Francia), y mira que tiene monumentos emblem¨¢ticos, que la Torre Eiffel. Pues all¨ª decidi¨® el comit¨¦ organizador de los Juegos montar una playa. A casi 200 kil¨®metros de la m¨¢s cercana. El voleibol playa en el Campo de Marte, con ese poderoso s¨ªmbolo detr¨¢s coronado para la ocasi¨®n con los aros ol¨ªmpicos, ha sido uno de los mayores polos de atracci¨®n de Par¨ªs 2024. Por curiosos y fot¨®grafos de todo el mundo. Y por amantes del jolgorio, con sus DJ¡¯s y amenizaciones de todo tipo.

El colapso de Kipchoge
En una marat¨®n que concluye en Los Inv¨¢lidos puede suceder cualquier cosa. Y ocurri¨®. El bicampe¨®n ol¨ªmpico y gran favorito para el tercer oro, Eliud Kipchoge, no pudo completar la gesta. Sin embargo, depar¨® instant¨¢neas para la eternidad. Sufri¨® el keniano unas molestias lumbares cada vez m¨¢s insoportables, hasta el punto de que camin¨® en lugar de correr durante dos kil¨®metros hasta que en el 31, a su paso por Meudon, en la periferia, decidi¨® abandonar. Y regalar sus zapatillas, su camiseta y sus calcetines a quienes le hab¨ªan acompa?ado durante la caminata. Encomiable.

Vuela Gabriel Medina
Acaso sea la fotograf¨ªa art¨ªsticamente m¨¢s perfecta de estos Juegos, y curiosamente se tom¨® a 15.719 kil¨®metros de Par¨ªs. Concretamente, en la Polinesia francesa, en Tahit¨ª, sobre la poderosa ola Teahup¡¯o. Su autor, J¨¦rome Brouillet para la agencia France Press, capt¨® al surfista Gabriel Medina levitando, casi volando, sobre el agua despu¨¦s de asaltar la fiereza de la llamada ola asesina. Parec¨ªa obra del ¡®photoshop¡¯, pero Brouillet hab¨ªa observado al brasile?o y sab¨ªa que suele celebrar sus intentos exitosos con el dedo ¨ªndice en alto. Como si fuera Superman.

Zatopek se reencarna en Sifan Hassan
No es checa sino neerlandesa, aunque de origen et¨ªope. Y tampoco ha ganado las tres pruebas de fondo del atletismo ol¨ªmpico, los 5.000, 10.000 y la marat¨®n. Pero a Sifan Hassan la pose¨ªa este domingo por la ma?ana el esp¨ªritu de Emil Z¨¢topek para completar el ¨¢lbum deportivo de cromos de estos excelentes Juegos. Hassan cruzaba en primer lugar los Inv¨¢lidos tras 42.195 metros de lucha y con un r¨¦cord ol¨ªmpico en el bolsillo (2h22:55). Antes, se hab¨ªa colgado el bronce en el Stade de France en 5.000 y 10.000. La nueva locomotora humana.

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