La pareja eterna rompe su techo: ?Gavira y Herrera, a cuartos!
Los espa?oles, con diez Juegos en total, superan a Polonia, bronce mundial, para derribar el muro de octavos, diploma, y so?ar con las medallas.
En esa playa que Par¨ªs ha tra¨ªdo a los pies de la Torre Eiffel y con Peter Spens, que dibuja durante 14 horas en un rinc¨®n, para eternizarla, Pablo Herrera y Adri¨¢n Gavira quieren inmortalizar su leyenda. De momento, est¨¢n retrasando, y mucho, el final de su ¨²ltimo baile ol¨ªmpico compartido. Con 42 a?os y seis Juegos el primero, y 36 y cuatro el segundo, este lunes, los espa?oles superaron (23-21 y 21-18 en 44 minutos) a los polacos Michal Bryl y Bartosz Losiak, bronce mundial el a?o pasado, para romper su muro como pareja, los octavos, y situarse a dos pasos de las medallas, en cuartos, con el diploma asegurado. Se arrodillaron, se abrazaron por en¨¦sima vez, se?alaron al cielo y corrieron por la arena como si de dos ni?os se tratara. Tienen la p¨®cima de la eterna juventud.
¡°?Por fin pasamos la barrera de los octavos de final!¡±, celebraron nada m¨¢s certificar su victoria con los medios presentes, entre ellos AS. ¡°Era lo m¨ªnimo que se merece este equipo despu¨¦s de 16 temporadas peleando con los mejores¡±, a?adieron a¨²n con la ¨²ltima jugada en la cabeza, un error polaco en la recepci¨®n que mand¨® la pelota m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites. ¡°Cuando he visto que pasaba por encima, sin que nadie se moviera, y ha tocado la arena no me lo pod¨ªa creer. He empezado a correr. He visto a Adri ah¨ª al fondo y me he lanzado a abrazarle...¡±, expresaba Herrera, que ya fue plata en Atenas con Javier Bosma, pero que quiere dar ¡°el campanazo¡± en la Torre Eiffel.
Contra Polonia, su nivel en la zona defensiva, como el de Gavia en la ofensiva, fue para ilusionarse. F¨ªsicamente, gracias al trabajo de su preparador, Javi Hern¨¢ndez, est¨¢n como dos chavales. A nivel t¨¢ctico, pocas parejas se les pueden poner a la par. Lo demostraron desde un inicio err¨¢tico. La pareja espa?ola, agresiva desde el saque, pon¨ªa y quitaba huevos de su cesta, con riesgo, para intentar ir un pasito por delante. ¡°?A por ellos, o¨¦!¡±, gritaba el p¨²blico con 6-5 para ellos. Las voces, aunque se situaban en las gradas que le dan la espalda a la Dama de Hierro, porque la historia ahora est¨¢ delante, proced¨ªan de las tierras andaluzas de Adri, que soltaba su derecha para intentar abrir hueco. Herrera, desde atr¨¢s, le echaba una mano para poner el 15-12, la mayor diferencia. Tiempo de reflexi¨®n para Bryl y Losiak, que hablaban, ajustaban e igualaban (16-16).
Iniciativa espa?ola
As¨ª, ahora yo y ahora t¨², se desarrollaron las cosas a lo largo de todo el partido, pese a que fue Espa?a quien siempre lleg¨® la iniciativa. Tambi¨¦n en el final de un primer set que, entre fallos at¨ªpicos (sobre todo, al saque) y varios ¡°oh¡± del respetable, se decant¨® hacia el grito de Herrera, que ten¨ªa claro el plan. ¡°Losiak ya hab¨ªa perdido contra nosotros en Tokio y pens¨¢bamos que lo pod¨ªa tener en la cabeza. La verdad es que nos ha ido bien la estrategia de sacar m¨¢s sobre ¨¦l¡±, revelaba despu¨¦s. La primera oportunidad de cerrar el parcial se col¨® entre los brazos de Gavira, bien situado para el bloqueo, pero con mala fortuna. Sin desesperar, y tras salvar un set point de los polacos, la manga se quedaba en Espa?a para iniciar un segundo set igualmente congestionado.
La tensi¨®n, mucha, se fue acumulando con el 6-6, el 11-11 y el 13-13, el momento en el que Herrera y Gavira, siempre ese puntito por encima, pegaron el primer tir¨®n, a la postre definitivo. Tras un challenge polaco que no funcion¨® (la pelota se hab¨ªa marchado claramente por l¨ªnea de fondo) y un gran bloqueo de Gavira, se amarraban dos jugosos puntos de ventaja (15-13). Los defend¨ªan para el 16-14 y, con la ayuda de un par de errores al saque de los rivales, antes sus familias en las gradas, explotaban de alegr¨ªa. ¡°Tenemos ganas de hacer algo grande y sumar medallas al comit¨¦ ol¨ªmpico. Venimos con opciones de liarla¡±, afirmaba la pareja a AS antes de empezar su camino en tierras francesas, que parece no tener fin. Como ellos.