La hora de los ¡®Adrianes¡¯: ¡°He visualizado dos oros seguidos¡±
Adri¨¢n Vicente, bronce mundial, y Adriana Cerezo, plata en Tokio, lideran el taekwondo. Este mi¨¦rcoles, compiten ambos con muchas opciones.
Uno tras otro a lo largo de todo el d¨ªa, este mi¨¦rcoles, Adriana Cerezo (-49 kg) y Adri¨¢n Vicente (-58 kg) pueden repartir alegr¨ªa a patadas. De Alcal¨¢ de Henares los dos, son los l¨ªderes del taekwondo espa?ol, que tambi¨¦n cuenta con Javier P¨¦rez Polo (-68 kg, el jueves) y Cecilia Castro (-67 kg, el viernes) como representantes en los Juegos. Son los encargados de tirar la primera pieza del domin¨®. ¡°Siempre van ellos primero, compiten, ganan y el resto quiere ir detr¨¢s. Animan al equipo¡±, dice la directora t¨¦cnica de la Real Federaci¨®n Espa?ola de Taekwondo (RFET), Elena Ben¨ªtez. En este ciclo ol¨ªmpico, rara ha sido la competici¨®n en la que los ¡®Adrianes¡¯ no hayan mordido metal. Vicente, con el bronce mundial como guinda, logr¨® nueve medallas internacionales el a?o pasado; Cerezo, plata en Tokio, diez. En Par¨ªs, ¡°s¨®lo¡± tienen que seguir su rutina.
¡°Yo ya me he visualizado. Veo eso, veo dos finales. Primero, Adriana (empieza a las 11:11) gana el oro y luego, yo (desde las 11:24). Como en los Juegos Europeos, que hicimos tres oros seguidos (con P¨¦rez Polo). ?Pum, pum, pum! La verdad es que me lo he imaginado as¨ª¡±, dice Adri¨¢n Vicente en conversaci¨®n con AS. ¡°Ojal¨¢ se cree ese efecto como en competiciones estas anteriores que hemos tenido, que hemos sacado medalla a Adriana y yo, o solo Adriana, o solo yo, pero siempre dando esa fuerza al equipo para estar activados y motivados y querer tambi¨¦n conseguir esa medalla como los compa?eros. Ojal¨¢ sea as¨ª¡±, a?ade.
Vicente empez¨® relativamente tarde en el taekwondo, con 12 a?os. A ra¨ªz de una exhibici¨®n en su instituto, se enamor¨® del deporte. ¡°Sal¨ª dando patadas y saltos y le dije a mi madre que quer¨ªa practicar aquello¡±, recuerda. Siempre al lado de Miguel ?ngel Herranz, a quien llama ¡°Michael¡± de forma cari?osa, su ascenso fue mete¨®rico. Ya estuvo en Tokio, donde cay¨® en cuartos de final tras un proceso de selecci¨®n muy ruidoso (le eligieron a ¨¦l por delante de Jes¨²s Tortosa, que hab¨ªa logrado la plaza). Ahora, con 25 a?os, ha pasado de ser una apuesta a ser uno de los fijos en todas las quinielas de medallas para Espa?a. No le asusta. ¡°S¨ª, siento que soy una de esas opciones¡±, no duda en ratificar. ¡°La gente me mete presi¨®n, pero yo tambi¨¦n. Si hemos estado arriba o siempre subidos en el caj¨®n durante estos ¨²ltimos tres a?os, ?por qu¨¦ no vamos a estar en el podio, no?¡±, pregunta ret¨®ricamente.
Un ni?o ¡°peg¨®n¡± m¨¢s fr¨ªo
La gran explosi¨®n de Adri¨¢n se produjo entre mayo y junio del a?o pasado, cuando encaden¨® el bronce mundial con el oro en los Juegos Europeos y en el Grand Prix de Roma, el d¨ªa de su cumplea?os. ¡°No s¨¦ si me he sentido imparable, pero s¨ª que he sentido lo bien que estaba compitiendo. En cuanto a rendimiento, en cuanto a elegir las mejores opciones. Sobre todo, en la elecci¨®n de esas opciones que se plantean durante el combate. Y sentirme con una confianza tremenda, la verdad. En octubre o noviembre estaba pr¨¢cticamente clasificado y eso me dio una confianza tremenda¡±, explica el madrile?o, que este mayo, en su ¨²ltima competici¨®n antes de los Juegos, se colg¨® su quinto metal en unos Europeos.
A Par¨ªs, llegar¨¢ un taekwondista mucho m¨¢s hecho que en Tokio, ¡°m¨¢s fr¨ªo y menos peg¨®n¡±. ¡°Antes, los rivales no me conoc¨ªan. Entonces, met¨ªa mucho ritmo, porque tengo mucho ritmo. Es un punto fuerte que tengo, pero estos ¨²ltimos a?os hemos ido puliendo la tranquilidad, porque lo de arriba ya me tienen estudiado al mil¨ªmetro y pueden contraatacar en cualquier momento¡±, revela. El f¨ªsico, al que da forma con el preparador Antonio Exp¨®sito, como P¨¦rez Polo, es otra de sus mayores virtudes. ¡°Trabajamos esa explosividad, esa frescura de tener las piernas y aguantar¡±, desgrana. Sobre el tapiz, desarrolla un ¡°efecto t¨²nel¡± en el que s¨®lo escucha a su ¡°Michael¡±. ¡°Cuando vamos perdiendo, me dice: ¡®Sigue metiendo ritmo, que ya nos lo cargaremos en el siguiente asalto¡¯. Me da mucha confianza¡±, explica. Llega la hora de los ¡®Adrianes¡¯.