Jordan vuela al oro ol¨ªmpico

Carrera de 16 apoyos, cinco transitorios y once de paso de carrera. Aceleraci¨®n creciente, velocidad m¨¢xima aproximada hasta la tabla de batida de 10,6 metros por segundo (38,16 km/h). ¡®Hop¡¯, step and jump¡¯... y 17,86. El Stade de France explota de j¨²bilo, quiz¨¢ alg¨²n despistado acaba de descubrir al funambulista que parece suspenderse en el aire mientras su cuerpo avanza en el espacio geogr¨¢fico, es una estrella mundial. Minutos antes, el portugu¨¦s Pedro Pablo Pichardo llegaba hasta 17,79... dej¨¢ndose 23 cent¨ªmetros a la tabla de batida. Era ¨²nicamente el inicio de una final apasionante, el cap¨ªtulo dos de un duelo fratricida entre hermanos separados de forma definitiva. En los Europeos de Roma, Jordan vol¨® a 18,18; Pichardo hasta 18,04.

Pichardo ven¨ªa decidido a vengarse tras una derrota en la que ¨¦l lleg¨® a poner en duda la medici¨®n del espa?ol. Segundo intento del luso... 17,84; dej¨¢ndose de nuevo una barbaridad hasta el talonamiento permitido: 19 cm. Turno del canguro espa?ol: 17,64. El sol y la lluvia hab¨ªan tenido una batalla previa para estar m¨¢s cerca de este portentoso enfrentamiento. El astro rey venci¨® el duelo como no pod¨ªa ser de otra manera. El atleta residente en Castilla La Mancha, segu¨ªa primero, con dos cent¨ªmetros de ventaja. Por detr¨¢s, el italiano Andy D¨ªaz, el jamaicano Hibbert y el burkin¨¦s Hughes Fabrice Zango peleaban de momento ¡®s¨®lo¡¯ por el bronce. Miraban de lejos al d¨²o ib¨¦rico. Un nivel superior, el ¨²ltimo del juego.

Jordan hablaba con Pedroso. El cubano le indicaba, movimientos de mano, puntualizaciones dibujadas en el aire; D¨ªaz, asent¨ªa mientras escuchaba. Buen alumno. Palmas para dirigir al p¨²blico como a ¨¦l le gusta, el doble aplauso, el 1-2. Vuelo largo de nuevo, 17,85... con diez cent¨ªmetros regalados a la tabla. No mejoraba, pero le mandaba un mensaje a Pichardo: ¡®Yo tambi¨¦n tengo m¨¢s hoy¡¯. La mejora eliminaba a Murphy, Dos Santos, Zhu y Triki. S¨®lo quedaban ocho. S¨®lo dos peleando por el oro. Ni una mirada perdida cruzada entre ambos. Tres oportunidades m¨¢s para cada uno. En el cuarto, Jordan volvi¨® a calcar casi distancia (17,84), pero ajust¨® mejor. Los consejos del gur¨² y el paso de la competici¨®n, van calentando al prodigio. Esa es la idea. O m¨¢s bien una estrategia perge?ada junto a su mentor. De menos a m¨¢s, como hac¨ªa Iv¨¢n en sus tiempos de estrella de la longitud.

Pichardo se lo jugaba al todo o nada. Renunciaba al quinto. Jordan abortaba su vuelo en el jump. Algo no le cuadr¨®. 17,25 sin terminar el tercer brinco. La tensi¨®n crec¨ªa, la emoci¨®n aumentaba. Si Jordan volv¨ªa a enfilar el pasillo como primer clasificado, significar¨ªa que ya era oro ol¨ªmpico. El portugu¨¦s se concentraba ante su ¨²ltima oportunidad. Carrera, triple salto y... 17,81. ?Jordan D¨ªaz es campe¨®n ol¨ªmpico! Emoci¨®n, abrazos, risas, gritos... Se enfundaba la bandera de Espa?a y se dispon¨ªa a tocar la campana de los campeones ol¨ªmpicos. El sue?o de Jordan se cumpl¨ªa. Espectacular. El sexto salto no era necesario. Era el momento de celebrar.

El 7 de agosto de 1995, Jonathan Edwards helaba el verano de Goteborg al volar hasta 18,29; el 9 de agosto de 2024, su heredero se colgaba la medalla de oro. Pese a ser el gran mito de la especialidad, Edwards no lleg¨® a los 18 metros hasta los 29 a?os. Jordan vol¨® hasta 18,18 con 23. El futuro es suyo y ya con una medalla ol¨ªmpica en su mochila. Como uno de los ocho atletas que han superado los 18 metros en la historia, con uno de los 17 vuelos que han pasado esa cifra m¨¢gica. El tercero de todos los tiempos tras Edwards y el ¨ªdolo de Jordan, el norteamericano Christian Taylor (18,21).

ESPECIAL Y DIFERENTE.

¡°Veo entrenar a Jordan y alucino. Es un atleta excepcional y pensar en lo que puede hacer impresiona¡±, dice Pedroso, oro ol¨ªmpico y nueve veces campe¨®n del mundo de longitud con 8,71 como mejor intento, aunque lleg¨® a volar a 8,96 con viento inv¨¢lido. El gur¨² del pasillo ha visto infinidad de saltadores; ninguno le ha impresionado tanto como su protegido. Un talento superlativo que escucha y ha interiorizado el ¡®t¨¦cnica, t¨¦cnica, t¨¦cnica, trabajo, trabajo, trabajo¡¯ del cubano.

Jordan es el dibujo animado creado por inteligencia artificial para afrontar la combinaci¨®n perfecta y equilibrada de velocidad, fuerza, coordinaci¨®n y t¨¦cnica que necesita esta complicada especialidad. Porque no s¨®lo se necesita todo lo mencionado, sino que requiere de precisi¨®n, optimizaci¨®n y explosividad. Y un f¨ªsico potente y estilizado. Como el 1,92 y 73 kilos del canguro customizado en Guadalajara. La t¨¦cnica aprendida del gur¨² unida a su mejora en la velocidad de carrera, con una postura perfecta del tronco, antes de la batida, le dan una energ¨ªa cin¨¦tica efectiva, crucial para los tres saltos. En Par¨ªs sac¨® gran parte de su magia; la suficiente como para ser campe¨®n ol¨ªmpico. Su techo es el cielo, ese que ha alcanzado deportivamente Jordan en los Juegos Ol¨ªmpicos.