Patada a la ilusi¨®n: Adri¨¢n Vicente y Adriana Cerezo se quedan sin medallas

En un d¨ªa de contrastes para la delegaci¨®n espa?ola en los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs (del oro en marcha y el bronce en art¨ªstica a la ca¨ªda del waterpolo masculino y del baloncesto femenino), el taekwondo, este mi¨¦rcoles, en su d¨ªa grande, tras muchos altibajos, se sum¨® al lado negativo de la balanza. Ni Adriana Cerezo (-49 kg), de 20 a?os y plata en Tokio, ni Adri¨¢n Vicente (-58 kg), de 25 y que explot¨® definitivamente a lo largo del ciclo, ambos situados como segundos cabezas de serie, pudieron colgarse dos medallas que figuraban entre las de alta probabilidad. ¡°He visualizado dos oros seguidos¡±, dec¨ªa el propio Vicente, que estuvo un pasito m¨¢s cerca del podio que su compa?era. Los dos cayeron en cuartos de final. A ¨¦l, sin embargo, el destino, en forma de repesca, le dio otra oportunidad que no pudo aprovechar. Una patada a la ilusi¨®n.

Camino del Grand Palais, antes de que todo se truncara, se respiraba esa esperanza que se hab¨ªa prometido. La delegaci¨®n Cerezo Iglesias, numerosa, se dirig¨ªa hacia una de las sedes m¨¢s cinematogr¨¢ficas de los Juegos con el pack corporativo. ¡°Adriana, so?amos contigo¡±, se pod¨ªa leer al juntar las espaldas de amigos y familiares, tantos que ni la propia subcampeona ol¨ªmpica pod¨ªa hacer recuento. ¡°Si te digo todos los que han venido, estamos aqu¨ª hasta la final¡±, bromeaba Adriana despu¨¦s de superar su primer combate, en octavos, contra la uruguaya Mar¨ªa Sara Gripooli (11-4 y 7-0). Acto seguido, Adri¨¢n, que antes de su debut hab¨ªa estado en las gradas, como uno m¨¢s, tambi¨¦n cumpl¨ªa: con algo m¨¢s de tensi¨®n, superaba al palestino Omar Yaer Ismail por (8-3 y 9-7).

Con dos taekwondistas que durante este ciclo se hab¨ªan salido, todo iba seg¨²n lo planeado. El a?o pasado, Adriana se colg¨® diez medallas internacionales y, desde Tokio, hab¨ªa logrado cuatro metales en Europeos y un bronce mundial; Adri¨¢n, por su parte, sum¨® nueve preseas en 2023 y se hab¨ªa subido tres veces al podio continental y una al mundial. En cuartos, sin embargo, todo se complic¨®. Ella, que empez¨® en el taekwondo porque ve¨ªa pel¨ªculas de Jackie Chan o Van Damme con su abuelo, que le apunt¨® a escondidas al gimnasio, no pudo con la iran¨ª Mobina Nematzadeh, que se llev¨® un duelo muy, muy trabado (2-0 y 7-2); ¨¦l, que arranc¨® tarde, con 12 a?os, por una exhibici¨®n en su instituto, se atasc¨® con el azerbayano Gashim Magomedov (11-5 y 13-11). Sorpresas. Tan inesperadas como dolorosas.

En ese momento, tanto Cerezo como Vicente pasaron a estar en manos de sus rivales. Si Nematzadeh y Magomedov acced¨ªan a la final, ellos tendr¨ªan una segunda vida en forma de repesca. ¡°Ahora mismo, estoy un poco a ciegas, sin sensaciones muy claras de lo que ha pasado en el combate. No me he encontrado, no he hecho el trabajo que ten¨ªa que hacer. Me da mucha rabia tener que depender del trabajo de otra persona para poder optar yo a un bronce, pero a esperar que entre¡±, dec¨ªa Adriana, cuya rival hac¨ªa agua. La subcampeona ol¨ªmpica estaba fuera. ¡°Sab¨ªamos que era un rival muy fuerte, muy explosivo. Conf¨ªo en que llegue a la final. Es un buen rival y un gran amigo, as¨ª que ahora estamos toda Espa?a con ¨¦l¡±, dec¨ªa Adri¨¢n, que se encontr¨® la fortuna de cara.

En la repesca, a dos victorias del bronce, sin embargo, Vicente volvi¨® a fallar. Pudo con el irland¨¦s Jack Woolley (10-9 y 2-2), pero no con el tunecino Mohamed Khalil Jendoubi, n¨²mero uno del mundo (11-3 y 12-1). ¡°Hemos planteado el combate para dejarlo todo. Daba igual perder por m¨¢s o menos diferencia. Hab¨ªa que intentar conseguir alguna acci¨®n de KO o algo inesperado que puede pasar en deportes de oposici¨®n, pero no pudo ser¡±, lament¨®. Fue el final de dos candidatos al podio tan ambiciosos como realistas, pero que no tuvieron su d¨ªa. ¡°He visualizado dos oros seguidos¡±, hab¨ªa dicho Adri¨¢n en AS antes de su debut, tan ilusionado como el resto. ¡°Quiero ser la mejor de la historia¡±, siempre dice Cerezo, que ya quer¨ªa ser campeona ol¨ªmpica con nueve a?os. Par¨ªs retras¨® su hambre.