Cinco veces grandes, cinco veces bronce

Los Hispanos merec¨ªan terminar los Juegos abrazados otra vez alrededor de su cruz de gu¨ªa, a Gonzalo P¨¦rez de Vargas, 33 a?os, que el viernes maldec¨ªa su suerte. ¡°Era esta, era esta¡±, dec¨ªa despu¨¦s de la derrota contra Alemania, esta medalla de bronce s¨®lo puede darle gasolina. Hay que volver a intentar el oro en Los ?ngeles. Pero mientras, que saboreen este bronce de ley ganado a Eslovenia (23-22) en el Pierre Mauroy de Lille despu¨¦s de una ¨²ltima defensa heroica. Su grito desgarrado delante de los fot¨®grafos liber¨® todo lo que hab¨ªan sufrido en las ¨²ltimas 36 horas, y descarg¨® la ¨²ltima gota de energ¨ªa que le quedaba despu¨¦s de unos Juegos duros, pero con premio. Fiel a su historia, la Selecci¨®n espa?ola de balonmano no fall¨® y, como en Atalanta, Sidney, Pek¨ªn o Tokio, gan¨® su quinto metal en su quinto partido por el bronce. Los Hispanos igualan al f¨²tbol como equipo espa?ol con m¨¢s metales (5). Es la medalla n¨²mero 18 de la delegaci¨®n espa?ola, que permite rebasar las 17 de R¨ªo y Tokio.

Dos grandes incertidumbres rodeaban al partido. La primera, la salvajada de horario impuesto por el COI para un partido en el que se jugaba una medalla bronce (9:00), que obligaba a los dos equipos a estar con los ojos bien abiertos desde el inicio. La segunda, qui¨¦n pondr¨ªa a funcionar antes cuerpo y mente despu¨¦s de los severos palos de las semifinales del viernes. Maqueda fue el alborotador de Los Hispanos. Sus gritos cada vez que hac¨ªa una buena defensa o provocaba una exclusi¨®n buscaban la complicidad de sus compa?eros. Los quer¨ªa dentro del partido. Y, en general, Espa?a pareci¨® con buen aspecto. La primera parte se movi¨® en m¨¢rgenes estrechos, con Gonzalo siempre dando la cara en la porter¨ªa pese al tremendo dolor que le caus¨® la derrota contra Alemania. Los Hispanos siempre miraron a los extremos, especialmente en las superioridades num¨¦ricas. Cuando no, y con las dificultades cl¨¢sicas en el est¨¢tico, encontraron tambi¨¦n alg¨²n gol en las transiciones, lideradas por Agust¨ªn Casado. Eslovenia, mientras, jug¨® al comp¨¢s de Blaz Janc, jugador del Bar?a con toneladas de talento; y Jure Dolenec, otro ex azulgrana

Al descanso, hubo fiesta en el Pierre Mauroy. Son¨® el Take me home. Era hora de volver a casa. Si era posible, con el bronce. El inicio de la segunda parte premi¨® el trabajo oscuro de Abel Serdio, uno de los que se estrell¨® contra Wolff, con dos goles. Espa?a quer¨ªa, pero Eslovenia tambi¨¦n. Al filo del minuto 40 (15-15), las dos selecciones empezaron a tomar conciencia seria de que un bronce estaba en juego. Cada ataque se convirti¨® en un suplicio para las dos selecciones. Siempre con la iniciativa Espa?a (17-16, 18-17, 19-18), pero siempre contestando Eslovenia. Hab¨ªa que ver por d¨®nde romp¨ªa el partido. A los ¨²ltimos diez minutos, se entr¨® con empate (19-19).

Los balc¨¢nicos, que no hab¨ªan estado en ventaja desde el 5-6, consiguieron el ¡®sorpasso¡¯: 19-20. Una situaci¨®n peligrosa para un equipo que pod¨ªa estar fr¨¢gil mentalmente Dujshebaev rasc¨® una exclusi¨®n de Mackovsek. Dos goles de Aleix mantuvieron con vida a los Hispanos, pero Dolenec pod¨ªa con Gonzalo en los siete metros (21-21, minuto 56). El partido quemaba. Con 22-21, los ¨¢rbitros excluyeron a S¨¢nchez-Migall¨®n. Dujshebaev se sac¨® un conejo de la chistera (23-21). Dolenec redujo desde los siete metros. Con medio minuto por jugar, los ¨¢rbitros se?alaron invasi¨®n de los seis metros de Aleix G¨®mez. El ¨²ltimo bal¨®n, con 19 segundos por jugar, era de Eslovenia. Pero los Hispanos defendieron con el alma y volvieron a atrapar el bronce.