B¨¦lgica, unas ¡®gatas¡¯ peligrosas

B¨¦lgica, n¨²mero seis en el ranking FIBA, es el ¨²ltimo obst¨¢culo de Espa?a (14:30 horas) para entrar en las semifinales del torneo ol¨ªmpico de baloncesto femenino en los Juegos de Par¨ªs. La empresa es tit¨¢nica. Lideradas por la tremenda Emma Meesseman, 1,93 metros y 31 a?os, que viene de meterle 30 puntos a Jap¨®n, el partido incluye el h¨¢ndicap del factor campo. Las gatas, uno de los equipos que m¨¢s arrastran en el pa¨ªs, contar¨¢n con el favor de miles de belgas que cruzar¨¢n la frontera con Francia este mi¨¦rcoles para darle respaldo a un equipo que obr¨® el milagro el domingo. Todos daban por eliminadas a las gatas despu¨¦s de perder de 14 contra Alemania (69-83); y, luego, de 13 ante Estados Unidos (74-87). No s¨®lo estaba obligada a ganar a Jap¨®n. Tambi¨¦n a intentar ser una de los dos mejores terceras. Para superar a China, que estaba con -1, ten¨ªa que ganar de 27. Y lo hizo (58-85). Una actuaci¨®n memorable que permite que lleguen volando a Par¨ªs y que ha disparo la euforia en el pa¨ªs.

Espa?a, mientras, lleg¨® a la villa ol¨ªmpica un d¨ªa antes, con tiempo a saber qu¨¦ edificio le correspond¨ªa, cu¨¢les son las habitaciones que deben ocupar estos d¨ªas y qu¨¦ horarios de entrenamiento tendr¨¢. ¡°La llegada es un caos¡±, se tem¨ªa Miguel M¨¦ndez el s¨¢bado despu¨¦s de sumar la tercera victoria en la fase de grupos. Dos maneras distintas de aterrizar en Par¨ªs. Una, con previsi¨®n y la clasificaci¨®n sellada en el segundo partido. La otra, en la burbuja de la euforia que genera lo inesperado¡­ B¨¦lgica tambi¨¦n tendr¨¢ que controlar sus emociones.

Rachid Meziane, seleccionador belga, tiene m¨¢s cosas adem¨¢s de Meesseman. Antonia Delaere, las hermanas Massey, Kyara Linskens. Muchos peligros, pero una esperanza. Espa?a siempre pelea. Y, adem¨¢s, es un equipo ¡°obediente¡± en palabras de su propio entrenador, Miguel M¨¦ndez, que ha ido cuadrando el equipo y ha recuperado f¨ªsico con la reaparici¨®n de Mar¨ªa Conde, clave en un equipo que antes hab¨ªa perdido a Raquel Carrera y Laura Quevedo. Sus jugadoras siempre se atienen al plan de partido del que, seg¨²n Leo Rodr¨ªguez, ¡°es un padre, un marido¡±. Una buena noticia.

El partido a?ade, adem¨¢s, la curiosidad por saber d¨®nde pondr¨¢n el list¨®n f¨ªsico los ¨¢rbitros. M¨¦ndez se quej¨® amargamente del baloncesto de Serbia en los ¨²ltimos minutos del pasado domingo. ¡°Han decidido que se pueda pegar, que se pueda agarrar. Eso no es baloncesto y, menos, baloncesto femenino¡±, dijo el seleccionador, que puso adem¨¢s como ejemplo el Estados Unidos-B¨¦lgica. Tal vez, intuyendo qui¨¦n podr¨ªa venir detr¨¢s.

La Selecci¨®n, en fin, necesita todas las luces encendidas de Maite Cazorla en la direcci¨®n. Los puntos de Leo Rodr¨ªguez, las piernas y el trabajo de intendencia de Queralt Casas y Laura Gil; la energ¨ªa y la frescura que ha puesto Mar¨ªa Conde. Pero tambi¨¦n las apariciones de la segunda unidad: las canastas importantes de Mar¨ªa Ara¨²jo y Mariona Ortiz; los minutos de calidad de Paula Ginzo, Andrea Vilar¨® y Leticia Romero. Y, finalmente, la magia en la mu?eca izquierda de Megan Gustafson y el coraz¨®n de la gran capitana, Alba Torrens. Todo cuidado es poco con las peligrosas gatas belgas.