Bailes de libertad: ¡°Los talibanes te matan si no les gustas¡±
Manizah Talash, refugiada en Espa?a, competir¨¢ en breaking en los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs. En Afganist¨¢n, sufri¨® tres atentados.
Bailando, Manizha Talash ha visto explotar dos bombas. Ambas quer¨ªan acabar con su vida y con la del resto de su grupo, Superiors Crew. Hubo muertos, pero ellos se salvaron. Lo volvieron a intentar con un atentado suicida, pero se detuvo a tiempo. ¡°Los talibanes no escuchan. Los talibanes no avisan. A los talibanes, no les gusta que las chicas hagan cosas¡±, enfatiza la b-girl afgana, que se refugi¨® en Huesca hace dos a?os. Ahora, reside en Madrid. Su espa?ol, de reciente aprendizaje, simple, hace que sus mensajes a¨²n sean m¨¢s directos. ¡°Es una vida en la que sales de casa y piensas que puede ser el ¨²ltimo d¨ªa. A los talibanes no les importa si eres ni?o, joven o mayor. Si no les gustas, van a matarte¡±, dice a sus 21 a?os.
¡°Quiero decir que las chicas no pueden estudiar, no pueden salir de casa, no pueden bailar...¡±
En poco m¨¢s de un mes, Manizha estar¨¢ en los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs, ¡°un sue?o¡±. Lo har¨¢ como integrante del Equipo Ol¨ªmpico de Refugiados del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI), que representa a los m¨¢s de 100 millones de personas que, a d¨ªa de hoy, por razones de raza, religi¨®n, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opini¨®n pol¨ªtica no pueden vivir (o no pueden hacerlo con seguridad) en su pa¨ªs de origen. El ¡®pecado¡¯ de Manizha es bailar, algo que, en Afganist¨¢n, es ilegal desde que los talibanes recuperaran el poder, en 2021. ¡°Estoy feliz por poder ir a competir, pero tambi¨¦n quiero decir que las chicas no pueden estudiar, no pueden salir de casa, no pueden bailar... Estoy aqu¨ª para decir al mundo c¨®mo est¨¢n las chicas en Afganist¨¢n. Si me matan, que sea haciendo lo que quiero. No me gusta solo hablar, quiero hacer algo por ellas¡±, reivindica la b-girl, que compartir¨¢ equipo ol¨ªmpico con otros 36 atletas que, ¡°pase lo que pase¡±, van a ganar.
Manizha descubri¨® el breaking, que debutar¨¢ como deporte ol¨ªmpico en Par¨ªs, donde bailar¨¢ por la libertad, gracias a un v¨ªdeo en Facebook. Ten¨ªa 17 a?os y flip¨®. ¡°Giraba sobre su cabeza y pensaba que no era real¡±, recuerda. En el fragmento, vio a Jawad, el primero de los integrantes de su grupo que, despu¨¦s, conseguir¨ªa llegar a Espa?a (a d¨ªa de hoy, lo han logrado todos). Se puso en contacto con ¨¦l y empez¨® a entrenar en su gimnasio, en Kabul. ¡°Hab¨ªa 55 chicos y yo sola. Despu¨¦s, se sumaron seis chicas m¨¢s. Con los talibanes, ya no entrena ninguna¡±, completa. Con el cambio de r¨¦gimen y tras los m¨²ltiples atentados que sufri¨®, emprendi¨® su viaje hacia Europa.
El camino a Espa?a
Primero, Manizha cruz¨® la frontera para llegar a Pakist¨¢n, su ¨²nica opci¨®n al haberle retirado el pasaporte afgano. Tras un a?o all¨ª, donde vivi¨® en una habitaci¨®n con otras 22 personas y cuid¨® de su hermano peque?o, de 12 a?os, se refugi¨® en Huesca. En dicho proceso, fueron claves m¨²ltiples asociaciones, como la ONG Afghan Women On The Run o La Unidad Breaking Club, de Parla, y su exposici¨®n medi¨¢tica. ¡°Manizha tambi¨¦n est¨¢ en un grupo de rap (AK13) con millones de reproducciones. Eso les permiti¨® contactar con productoras o festivales y empezar a correr la voz sobre su situaci¨®n¡±, desgrana David Vento, uno de sus entrenadores en Madrid, donde trabajan desde marzo, cuando el COI se puso en contacto con el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol (COE) y Manizha, como refugiada, recibi¨® una Beca de Solidaridad Ol¨ªmpica.
¡°Cuando se anunci¨® que participar¨ªa en los Juegos, su familia empez¨® a correr peligro¡±
Vento, que se encarga de perfeccionar la t¨¦cnica de la b-girl, fue el encargado de realizar la valoraci¨®n para el ¡®ok¡¯ de la ayuda; David Moronta, por su parte, le pule a nivel f¨ªsico. ¡°Rinde mucho en los entrenamientos. Es una chica que, aunque diga que tenga dolores y agujetas, da todo lo que puede y m¨¢s. Se tuerce un dedo, se lo venda y sigue. No se plantea perderse ning¨²n d¨ªa de ensayo¡±, recalcan sobre una Manizha a la que le gusta ¡°mucho¡± Espa?a. En la capital, donde entrena seis d¨ªas a la semana a caballo del CAR, el Centro Deportivo Juan de Dios Rom¨¢n y el Auditorio Las Trece Rosas, en Vallecas, y con los recursos de la Federaci¨®n Espa?ola de Baile Deportivo, vive con Isabel Guarco, de Nueva York, pieza fundamental para que la familia de la deportista tambi¨¦n est¨¦ residiendo en Espa?a.
¡°Cuando se anunci¨® que participar¨ªa en los Juegos, su familia empez¨® a correr peligro. Yo tengo contactos en la ONU y Avant Garde Lawyers (grupo de abogados parisino dedicado a los artistas en situaciones de peligro). Gracias a ellos y a Alejandro Blanco (presidente del COE), les conseguimos las visas¡±, revela Guarco sobre un proceso complicado y vital. Manizha, incluso, cambi¨® su apellido (Talash no es el real) para alejar a sus seres queridos del peligro, pero no sirvi¨® de nada. ¡°Recibieron visitas y papeles (amenazas) de los talibanes¡±, asegura. ¡°Con todo lo que ha vivido, ya no tiene miedo. Para ella, las bombas eran la normalidad¡±, le dedica Isabel a su ¡°admirada¡± Manizha, sobre la que est¨¢ preparando un documental. ¡°Su historia supera la ciencia ficci¨®n¡±, dice, pero es una realidad que conmueve.
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