Alberto Gin¨¦s cede su corona: s¨¦ptimo por los bloques
El espa?ol no puede revalidar su oro en Tokio. Tras sufrir en la primera parte, compiti¨® en la cuerda (tercero) sin opciones matem¨¢ticas de podio.
El ¡®champi?¨®n¡¯ de la escalada, como ¨¦l mismo se define por aparecer de la nada, por la falta de roc¨®dromos de calidad en Espa?a, no pudo repetir el milagro de Tokio, donde se convirti¨® en el primer campe¨®n ol¨ªmpico de la historia. Alberto Gin¨¦s, este viernes, tras unas semifinales que invitaban a ¡°volver a so?ar¡±, cedi¨® su corona en una ma?ana que se complic¨® desde el principio, por los malditos bloques. En la cuerda de dificultad, su terreno, donde fue tercero, no tuvo ni la opci¨®n matem¨¢tica de remontar: sali¨® con el podio inalcanzable. Fue cruel. Y, en realidad, lo llevaba siendo meses. ¡°Desde marzo, tiene un peque?o problema en el pie izquierdo¡±, revelaba a AS su entrenador, David Maci¨¤, a horas de la final. Pese a ello y a un ciclo complicado, de menos a m¨¢s, Gin¨¦s logr¨® una clasificaci¨®n ilusionante. En Par¨ªs, sin embargo, tras demostrar que vuelve a estar entre los mejores, no pudo repetir: s¨¦ptimo y diploma.
Para Gin¨¦s, la final empezaba mucho antes de trepar. La loter¨ªa de los bloques iba a tener mucha influencia en sus posibilidades. Debido a ese problema en el pie, no hab¨ªa podido practicar los circuitos m¨¢s t¨¦cnicos, que le complicaron desde inicio. Y le sentenciaron. Con actitud de campe¨®n, la condici¨®n con la que llegaba, el espa?ol era uno de los escaladores que llevaban la iniciativa a la hora de analizar los problemas. En ocho minutos (dos por bloque) que son ejemplo de esp¨ªritu ol¨ªmpico (los participantes se aconsejan entre ellos para afrontar la prueba), el cacere?o iba construyendo el camino en su cabeza. No parec¨ªa sencillo. Y no lo fue. Del primer ejercicio, un rompecabezas resbaladizo, no pudo rascar ning¨²n punto. El brit¨¢nico Hamish McArthur, el estadounidense Colin Duffy o el austriaco Jakob Schubert le hab¨ªan se?alado el camino, alcanzando los tres el ¡®top¡¯, los 25 puntos de lo m¨¢s alto, pero no les pudo seguir.
La traves¨ªa por los bloques, un calvario, sigui¨® con once intentos para 4,7 cr¨¦ditos en la segunda salida. ¡°?Vamos, Alberto!¡±, gritaban los espa?oles presentes en Le Bourget Sport Climbing, estoicos bajo un sol que se iba y volv¨ªa, mientras Gin¨¦s se resignaba e intentaba reconducir la situaci¨®n. En los dos ¨²ltimos problemas, con esa energ¨ªa, abri¨® una peque?a puerta a la esperanza. En la tercera pared del d¨ªa, la m¨¢s f¨ªsica, la que mejor se le adaptaba, con una importante parte desplomada (68 grados), el campe¨®n ol¨ªmpico, que ¡°s¨®lo¡± necesitaba un ¡®top¡¯ para cambiar el panorama, alcanzaba su primera zona media (9,8 puntos). En el ¨²ltimo bloque, se quedaba a la misma altura, con 9,6 cr¨¦ditos m¨¢s para un total de 24.1. De cara a su momento, la dificultad, part¨ªa en ¨²ltima posici¨®n, igualado con la leyenda Adam Ondra. Las medallas estaban a una remontada milagrosa: Sorato (69.3), Duffy (68.3) y Robertis (63.1) exig¨ªan una escalada mayor que los propios muros. No pudo ser.
Sin opciones antes de salir
El podio a¨²n se puso m¨¢s caro nada m¨¢s empezar la cuerda, muy accesible. Hamish, el primero en salir, ya descart¨® uno de los metales. Con 72 puntos, se puso en unos 125.9 cr¨¦ditos que eran matem¨¢ticamente inalcanzables para Gin¨¦s. Las operaciones, crueles, se repitieron con Duffy (68.1 para 136.4) y Schubert, que desat¨® la locura al quedarse cerca de la cima (96.0 para 139.6) y asegurarse el bronce. En ese momento, justo antes de salir, Alberto ya sab¨ªa que no se podr¨ªa colgarse un metal. Pese a ello, como le hab¨ªa pedido su entrenador, ¡°luchar hasta el final¡±, tambi¨¦n enfil¨® el camino hacia el cielo con soltura. El espa?ol, en medio de otra ovaci¨®n, aglutin¨® 92.1 puntos que le dejaban cuarto provisional (116.2). Ondra, que puso de pie a Le Bourget, le adelant¨® a continuaci¨®n mientras la megafon¨ªa le daba las ¡°gracias por todo¡±. Tambi¨¦n le superaron el japon¨¦s Sorato Anraku (145.4), que se qued¨® en plata pese a ser favorito, y el brit¨¢nico Toby Roberts (155.2), que hered¨® su corona. A sus 21 a?os, tiene tiempo para recuperarla.