La nadadora (5-6-1990 Barcelona) competir¨¢ en los Juegos Ol¨ªmpicos de Tokio en la rutina de equipo despu¨¦s de haber sido madre. Otra gesta de una nadadora que ha marcado una ¨¦poca y que se acerca a su despedida.
En 45 minutos, lo acordado en una agenda apretada y en unos d¨ªas de ajetreo a las puertas de acudir a sus terceros Juegos Ol¨ªmpicos, Ona Carbonell atiende a AS en su domicilio de El Masnou. Una casa a escasos metros del mar, custodiada por dos perros, llena de naturaleza, con una terraza en la que tienen lugar sus reflexiones sobre la sincro, la maternidad y su trayectoria, que sintetiza as¨ª: "El camino del ¨¦xito es sobreponerse a los fracasos". Luego, la barcelonesa (1990) se cambia el vestido y posa para la sesi¨®n fotogr¨¢fica, totalmente volcada en el reportaje, quiz¨¢s otro de los secretos de Ona, dar lo m¨¢ximo en cada momento, sin distracciones, focalizada en el aqu¨ª y ahora.
En Tokio, con "bastante seguridad", Ona pondr¨¢ fin a su historia ol¨ªmpica, que empieza con apenas 15 a?os cuando la reclutaron para el equipo nacional. Nunca hubo dudas con ella, predestinada a ser lo que es: la referencia de la sincro espa?ola. "Mira, esa ser¨¢ el relevo de Mengual", dec¨ªan todos en el CAR, antes incluso de que la barcelonesa se convirtiera en una fija en el equipo de Anna Tarr¨¦s. 16 a?os despu¨¦s de aquellas vivencias adolescentes, Ona es, sin duda, una de las grandes deportistas de la historia del deporte espa?ol, con sus 23 medallas mundiales (la nadadora que m¨¢s ha ganado) y sus dos podios ol¨ªmpicos, reclamo de marcas por su capacidad comunicativa e imagen, triunfadora all¨¢ donde vaya. Pero el leitmotiv de Ona (lo del ¨¦xito y el fracaso) no es una frase de taza de caf¨¦, sino una experiencia personal.
La hija mayor de Jordi y Montse, dedicados a la Medicina, naci¨® en Barcelona y creci¨® en un ambiente propicio para alcanzar la excelencia. Un mestizaje entre ciencia y arte que le dio a la nadadora ese equilibrio en el que se basa el deporte, porque detr¨¢s de Ona hay c¨¢lculo y creatividad. "?Yo, m¨¦dico? Qu¨¦ va. Desde el inicio vi que lo m¨ªo era el dise?o y el arte. Si veo sangre no me mareo, pero casi. No miro cuando me hacen un an¨¢lisis. A mis padres les gustaba el arte y la cultura y desarroll¨¦ esa vertiente", explica. La gimnasia fue su primer deporte y tambi¨¦n la nataci¨®n, hasta que top¨® con la sincro, una mezcla ideal.
"Cuando quieres ser la mejor del mundo en algo, el entorno es clave. Sin mi familia no habr¨ªa logrado nada"
A Ona, desde bien peque?a, se le detect¨® una expresividad en el agua ¨²nica, acompa?ada por un f¨ªsico privilegiado, ideal para la nataci¨®n art¨ªstica, pulido con los a?os y con las mejoras en el entrenamiento. As¨ª se explica, por ejemplo, c¨®mo ha sido capaz en solo 11 meses de dar a luz a estar preparada para competir al m¨¢ximo nivel en unos Juegos Ol¨ªmpicos en un deporte tan exigente, donde cualquier nimio detalle penaliza. Pero Ona no cont¨® con una alfombra roja en su carrera, pas¨® por grises y por momentos de tristeza.
"Antes de Pek¨ªn 2008, cuando me enter¨¦ de que no iba convocada, viv¨ª una gran decepci¨®n. Estaba muy triste y lloraba cuando ve¨ªa las competiciones. Me frustraba no estar, aunque por otro lado estaba feliz porque hab¨ªamos conseguido dos medallas", relata Ona, que sali¨® adelante por su familia y amigos cercanos: "La familia y el entorno lo es todo. Los que te rodean te ayudan a crecer. No habr¨ªa conseguido nada sin mi familia. Me ayudaron en los momentos m¨¢s duros y celebraron los m¨¢s bonitos. Cuando quieres ser la mejor del mundo se tienen que reunir muchas cosas para que esto suceda, y el entorno es clave. Mis padres me ayudaron en Pek¨ªn. Sin ellos no habr¨ªa seguido con la sincro".
Despu¨¦s de ese mal trago de Pek¨ªn, con apenas 19 a?os, Ona se convirti¨® en una m¨¢s del equipo y aprovech¨® la baja por maternidad de Gemma Mengual para asentarse en el d¨²o junto a Andrea Fuentes. La barcelonesa subi¨® un escal¨®n y se mantuvo, y todo aconteci¨® despu¨¦s a la velocidad de la luz. De las medallas del Mundial de 2011 a la plata y el bronce ol¨ªmpico en Londres: "En esos Juegos estaba ilusionada porque era mi debut y presionada por conseguir la medalla. Fue el momento m¨¢s excepcional. Esa final con Andrea Fuentes en la que no vemos bien la nota de los jueces y nos enteramos de que somos plata por una d¨¦cima... Me pongo a llorar cada vez que lo veo repetido¡".
"Estoy satisfecha de poner mi gota de agua para que haya m¨¢s licencias, es el camino para ser como Rusia o China"
A partir de esa catarsis, del despido de Anna Tarr¨¦s y de la retirada prematura de Fuentes, Ona ya es el icono de la sincro con apenas 23 a?os. Compite en el Mundial de Barcelona donde gana siete medallas y se convierte en la primera mujer en lograrlo en un torneo internacional de nataci¨®n. Mientras el equipo decae en un cambio de ciclo obligado, Ona mantiene su estatus en la rutina de solo e incluso acude a los Juegos de R¨ªo con Gemma Mengual como pareja, un recuerdo para toda la vida: "Fue muy bonito. Primero fue doloroso no ir con el equipo, pero nadar con Gemma, que es mi amiga, hab¨ªa sido mi entrenadora, mi referente, con todo su bagaje¡ Fue ilusionante".
Antes de la pandemia, en el periodo entre 2017 y 2019, Ona sigue acumulando preseas y en el Mundial de Gwangju alcanza la categor¨ªa de leyenda: con 23 medallas se coloca como la deportista acu¨¢tica m¨¢s laureada de la historia, galard¨®n que puede perdurar numerosos a?os. Estos ¨¦xitos, y los anteriores, han provocado que ahora la sincro sea un deporte popular entre los m¨¢s peque?os: "Empezaron Gemma y su equipo a visibilizar este deporte y a ponerlo de moda. Luego Andrea y yo. Seguir¨¢n otras chicas. Como hizo Carolina, Lydia o Mireia, hemos puesto de moda deportes y ahora hay chicas referentes. Estoy satisfecha de poner mi gota de agua para que haya m¨¢s licencias, es el camino para poder ser m¨¢s fuertes como Rusia o China".
Mujer de retos, Ona protagonizar¨¢ el m¨¢s especial en Tokio. En sus a?os de solista ha sido la nadadora con m¨¢s medallas en unos Mundiales (7), la que m¨¢s ha ganado en total (23), la que m¨¢s ha innovado con sus coreograf¨ªas (su famoso solo con la voz de Nelson Mandela de fondo), la que m¨¢s ha diversificado sus actividades (tiene una marca de ba?adores, gan¨® Masterchef...), pero nada comparado con ser madre y volver a competir en menos de un a?o. "Lo primero es pensar en que Ona ya no es la que era, que no se puede compaginar ser madre con el deporte de ¨¦lite. Quiero tambi¨¦n visibilizar que se puede, aunque he tenido la ayuda de much¨ªsima gente. Tenemos que buscar m¨¢s ayudas, mejores condiciones, considero que podemos normalizar este situaci¨®n", reflexiona.
Ona no lo ha tenido f¨¢cil. El d¨ªa 5 de agosto de 2020 dio a luz a Kai. Apenas un mes despu¨¦s empez¨® su preparaci¨®n en solitario con un entrenador personal (Juanjo). "La entrenadora facilit¨® la conciliaci¨®n. Ella confi¨® en m¨ª, se lo agradezco. Hab¨ªa situaciones surrealistas, como tener que sacarme leche en entrenamientos y tener una nevera para guardarla a pie de piscina. Mi pareja, Pablo, se tuvo que quedar con el ni?o en las concentraciones y viajes, mis padres me ayudaron... Sin ellos no habr¨ªa sido posible", manifest¨®.
Despu¨¦s del Preol¨ªmpico celebrado en junio en Barcelona, donde Espa?a consigui¨® la plaza ol¨ªmpica en la rutina de equipo, Ona propuso llevarse a su hijo Kai a la concentraci¨®n previa a los Juegos en Yamaguchi (Jap¨®n), con tal de no pasar tantos d¨ªas sin ¨¦l y no perder la lactancia. "Nos dijeron que no, pero hace unas dos semanas vi por las redes sociales que hab¨ªa deportistas que se llevaban a sus beb¨¦s a los Juegos. Llam¨¦ a Alejandro Blanco e investig¨® el asunto. Enviamos una carta al Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) y nos dijeron que s¨ª, pero con unas condiciones imposibles que marcaba la organizaci¨®n", comenta. Unos requisitos, derivados de las restricciones por la pandemia, que realmente hacen escoger a Ona entre deporte y familia. "Mi pareja deb¨ªa estar con mi hijo Kai en una habitaci¨®n de hotel encerrados durante todo lo que dure mi estancia all¨ª (unos 20 d¨ªas) y yo deb¨ªa desplazarme desde la villa para hacer la lactancia. No puedo poner en riesgo al equipo, lo m¨ªo no es un deporte individual, y adem¨¢s tampoco pueden estar mi pareja y mi hijo tres semanas metidos en un hotel", manifest¨® la nadadora, agradecida a COE, CSD Y COI pese a la imposibilidad de llevarlo a cabo por las medidas del Comit¨¦ Organizador.
Con estos contratiempos, pero con la ilusi¨®n de vivir unos Juegos diferentes, Ona Carbonell, que competir¨¢ entre el 3 y el 7 de agosto, se siente ¡°algo vieja¡± en un equipo joven, con miras a "Par¨ªs 2024", que tendr¨¢ por ejemplo un d¨²o que apenas alcanza la veintena (Iris Ti¨® y Alisa Ozoghina): "Tenemos que conseguir acercarnos a nuestra mejor versi¨®n, sin estar pendientes de los resultados". Eso se traduce en intentar acechar esa quinta posici¨®n. Aunque la sincro est¨¦ ahora lejos de las medallas y con la posible marcha de Ona Carbonell se despida la ¨¦poca dorada de la sincro (era la ¨²nica nadadora que quedaba de la ¨¦poca de Anna Tarr¨¦s y de los Juegos de Londres 2012), Ona considera que no es el fin de un ciclo: "Vienen nadadoras con m¨¢s calidad que yo y con capacidad de mejora. Es un tema generacional. Ya nos gustar¨ªa tener otro Pau Gasol, Nadal, Carolina o Mireia, pero no siempre se puede. En la sincro hay un relevo enorme y ya toca que cojan las riendas las j¨®venes. Yo intentar¨¦ ayudarlas con mi experiencia y motivaci¨®n".
"Ped¨ª al COE y al COI llevaron a mi hijo a Tokio, pero las condiciones de la organizaci¨®n eran imposibles"
Ona, que pasaba los veranos en Menorca y acud¨ªa a casa de los vecinos ("nosotros no ten¨ªamos televisi¨®n all¨ª") para ver la sincro en los Juegos Ol¨ªmpicos cuando era una ni?a, ha superado seguramente las expectativas que pudo ponerse el primer d¨ªa que entr¨® en el CAR de Sant Cugat y compart¨ªa entrenamientos con Gemma Mengual. En Tokio pondr¨¢, "con bastante seguridad", punto final a una carrera ol¨ªmpica y deportiva brillante. Creativa como ella.