De hija de quien cambi¨® el deporte en Espa?a a la amazona m¨¢s laureada. Con m¨¦todos innovadores como el reiki y con el veganismo como modo de vida ultima sus quintos Juegos.
Si para alguien fue positivo el aplazamiento de los Juegos de Tokio es para Beatriz Ferrer-Salat. "Bueno no, buen¨ªsimo", se sincera, consciente de que le hubiera resultado imposible acudir a la cita en 2020. La ma?ana del 24 de enero, durante su salida diaria al campo con uno de sus caballos, sufri¨® una aparatosa ca¨ªda que provoc¨® una fractura de pelvis y sacro, con sangrado interno, y que la dej¨® postrada en una silla de ruedas, primero, despu¨¦s andador y, finalmente, muletas. Sus compa?eras durante el confinamiento por la COVID-19.
"Estuve cinco d¨ªas en semi-cr¨ªticos del Hospital de Sant Pau. Tengo dos placas llenas de clavos y un tornillo enorme en el sacro. Ha sido la lesi¨®n m¨¢s grave, pero ahora estoy perfectamente", asegura. Desde luego, as¨ª lo parece a simple vista, en el espectacular complejo Villa Equus, armoniosamente sincronizado con la naturaleza y convertido en su modo de vida, mientras monta a Elegance, el caballo con el que participar¨¢ en los Juegos. Ser¨¢n los quintos de la amazona espa?ola m¨¢s laureada a la espera de que la Real Federaci¨®n Espa?ola de H¨ªpica confirme qui¨¦n formar¨¢ finalmente el equipo de doma.
Hoy Beatriz Ferrer-Salat tiene m¨¢s que una entidad propia. Por su inmenso palmar¨¦s en doma cl¨¢sica y por una personalidad desbordante. Pero hubo un tiempo en que era 'la hija de'. En concreto, de Carlos Ferrer-Salat, quien adem¨¢s de presidente de los empresarios europeos o fundador de la CEOE, deportivamente presidi¨® el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol e impuls¨® el plan ADO, crucial para que multitud de deportistas hayan alcanzado la elite y para que Espa?a se colgase hasta 22 medallas en Barcelona. "?l cambi¨® el deporte en Espa?a", zanja.
"Fue una persona muy importante en mi vida, un ejemplo a seguir"
El Mundial de 1982, con el mediocre papel de la Selecci¨®n pese a jugar en su propio pa¨ªs, hab¨ªa sido su punto de partida. "?l tuvo claro que un campeonato no tiene ¨¦xito si no lo acompa?an resultados deportivos, por eso cre¨® el ADO. Contact¨® con multitud de empresarios que aportaron dinero a cambio de publicidad para el equipo ol¨ªmpico. Al principio, nadie cre¨ªa en el plan, pero sigui¨® adelante y ha sido el gran ¨¦xito del deporte espa?ol".
"Generaba presi¨®n ser su hija, una mezcla de sentimientos entre sentir orgullo por mi padre y de querer mi identidad, de ser Beatriz", admite, aunque sentencia: "Fue una persona muy importante en mi vida, un ejemplo a seguir". En sus inicios, Beatriz hab¨ªa practicado baloncesto, balonmano, voleibol y atletismo en la escuela ¨Cel Liceo Franc¨¦s de Barcelona¨C, adem¨¢s de tenis, golf ("que no me gust¨® demasiado") y ya h¨ªpica en el Real Club de Polo. "Todo el mundo hac¨ªa salto, pero a m¨ª siempre me ha gustado ser distinta, y pens¨¦ que si quer¨ªa destacar deber¨ªa hacer otra cosa". Ah¨ª se top¨® con la doma, "que me pareci¨® muy elegante, exigente, muy precisa, y eso casaba con mi car¨¢cter".
Con Vendaval, un hispano-¨¢rabe-franc¨¦s, como primer caballo ¨C"lo que m¨¢s recuerdo es que me tir¨® muchas veces"¨C, la figura del padre resulta crucial cuando Barcelona resulta elegida la sede de los Juegos de 1992. "Sent¨ª que me har¨ªa mucha ilusi¨®n representar a mi pa¨ªs. Lo habl¨¦ con ¨¦l, me compr¨® un caballo mejor y me march¨¦ a Alemania, porque en Espa?a hab¨ªa peste equina y no se pod¨ªa competir".
No logr¨® Ferrer Salat clasificarse para Barcelona-92, pero se qued¨® en Alemania para preparar a fondo los siguientes Juegos. "En doma cl¨¢sica, los mejores eran y siguen siendo los alemanes. Yo aqu¨ª en Espa?a lo ganaba todo, pero all¨ª quedaba siempre la ¨²ltima en todos los concursos, hasta que poco a poco empec¨¦ a subir. Cuanto m¨¢s sabes, m¨¢s te das cuenta de lo poco que sabes", afirma.
"Beauvalais me llev¨® de no ser nadie a ser alguien"
As¨ª es como logr¨® acceder a Atlanta-96, "unos Juegos s¨²per emocionantes", para los que se clasificaron por equipos el a?o anterior, en el campeonato de Europa de Luxemburgo, adjudic¨¢ndose la ¨²nica plaza que quedaba libre. Y por equipos obtuvo un diploma ol¨ªmpico, al acabar s¨¦ptimos. Pero, de esos primeros Juegos, se llev¨® sobre todo la experiencia: "Es divertid¨ªsimo ir vestida de ol¨ªmpica, vivir en la Villa con todos los atletas, competir, representar a tu pa¨ªs¡ Es maravilloso".
Repiti¨® diploma por equipos en Sidney-00, con una quinta posici¨®n, antes de aterrizar en 2004 en Atenas, cuna del olimpismo, donde obtuvo la hist¨®rica doble medalla: plata por equipos y bronce individual. Un hito en el que no puede evitar conmoverse al recordar al art¨ªfice de sus grandes ¨¦xitos, el caballo Beauvalais, fallecido en 2018. "Todo el mundo me dec¨ªa que era un caballo complicad¨ªsimo, dificil¨ªsimo, que nunca har¨ªa nada con ¨¦l. Sin embargo, desde el principio nos entendimos de maravilla y me llev¨® de no ser nadie a ser alguien". "Le debo mucho", apostilla, visiblemente emocionada.
De los laureles de Atenas pas¨® Beatriz Ferrer Salat a los sinsabores. En Pek¨ªn, su caballo Faberg¨¦ se lesion¨® solo unos d¨ªas antes de la competici¨®n, y los cambios en las reglas impidieron que Espa?a participara por equipos. "Fue mi momento m¨¢s duro". Cuatro a?os m¨¢s tarde, en Londres, era esta vez Delgado el equino al que tuvo que retirar por una dolencia cuando apenas quedaban unas horas para empezar a concursar. Y, afortunadamente, s¨ª pudo participar con Delgado en Rio-16, donde termin¨® s¨¦ptima por equipos y d¨¦cima en individual.
La mayor parte de ese inmenso palmar¨¦s, as¨ª como la preparaci¨®n para lo que viene en Tokio, no habr¨ªa sido igual sin el lugar que ha convertido a la vez en su Centro de Alto Rendimiento y su hogar, el que confluye con su aut¨¦ntica filosof¨ªa de vida. "Me apasionan montar, el deporte y los animales". Villa Equus, con apariencia desde fuera de gran mansi¨®n y con mucho de santuario en la misma falda de la monta?a del Montseny, a una hora de Barcelona, lo es todo.
¡°Un club est¨¢ bien, pero no tienen las cosas como a ti te gustar¨ªa¡±, expone. ¡°Quer¨ªa un sitio de lujo para mis caballos, para que pudieran salir al campo, de excursi¨®n, que tuvieran pistas de galope, con cuadras grandes, bien cuidados¡ Y as¨ª naci¨® la idea, que tuve la suerte de poder realizar¡±, se congratula.
Cuenta Villa Equus con m¨¢s de una docena de perros que campan a sus anchas, igual que una cerdita vietnamita. Y, por supuesto, 33 caballos, de los cuales nueve va alternando hasta montar siete horas al d¨ªa. Trabajan 20 personas m¨¢s 12 externos que se ocupan del cuidado de los equinos: jinete, entrenador, t¨¦cnico de 'piaffe' y 'passage' (movimientos de doma cl¨¢sica), dietista, masajista, quiropr¨¢ctico, herrador, tentista, veterinario¡ Y una persona que les hace sesiones de reiki. "No es habitual, pero es que yo hago muchas cosas que no son habituales y quiero que los caballos est¨¦n muy bien. Creo en este tipo de terapias, yo misma hice un curso de nivel 2 de reiki, o sea que ya puedo sanar a distancia y todo", bromea.
Y de una de las trabajadoras de Villa Equus, que le regal¨® el libro 'Comer animales', de Jonathan Safran Foer, nace el veganismo de Beatriz Ferrer Salat. "Me lo le¨ª y qued¨¦ horrorizada por todo lo que les hacen a los animales en las granjas industriales, a las vacas o a los cerditos: c¨®mo los matan, que se pasan toda la vida encerrados¡ Y pens¨¦ que yo no pod¨ªa. Ten¨ªa la imagen buc¨®lica de que las vacas pastan en los campos, como en Suiza, de que las gallinitas est¨¢n sueltas, pero te das cuenta de que no es as¨ª". Y, con su aprecio por los animales, vio incoherente seguir siendo carn¨ªvora. "Fue radical".
Se puso manos a la obra para mejorar su alimentaci¨®n, con decenas de libros empezando por los consejos del triatleta Brendan Brazier, y cay¨® en la cuenta de que su rendimiento no solo pod¨ªa igualarse siendo vegana, sino incluso mejorar. "Brazier vio que, siendo muy parecidos los m¨¦todos de entrenamiento de los triatletas, rend¨ªan m¨¢s quienes mejor se recuperaban de sus lesiones. Y estos eran los vegetarianos". "Nos comen la cabeza con que sin la prote¨ªna animal no podemos vivir: mentira todo", resuelve. Y la soluci¨®n la ha encontrado en una dieta basada en plantas, ingiriendo semillas o pasta integral, pero nada procesado.
"A m¨ª lo que me motiva cada d¨ªa es la relaci¨®n que tengo con mis animales. As¨ª que, cuando veo todo lo que est¨¢ pasando en el mundo, siempre pienso que a la gente le falta la conexi¨®n con la tierra. Si tuvieran animales cerca y estuvieran conectados con la naturaleza, estar¨ªan mucho mejor de la cabeza", asevera desde lo que califica como su "peque?o reino".
Tampoco el mundo de la h¨ªpica se libra de la conciencia animalista de Beatriz Ferrer Salat: "Hay cierta evoluci¨®n, pero no lo suficiente, porque se sigue tratando a los caballos como m¨¢quinas; tendr¨ªa que haber much¨ªsimo m¨¢s amor y respeto por los animales". Es su caso, y se percibe en cuanto se la ve montando, con Elegance, con el que competir¨¢ en los Juegos. "Tiene 12 a?os y es una bomba de caballo", lo presenta. Hace nueve que lo tiene.
"Elegance tiene 12 a?os y es una bomba de caballo"
"Siempre he cre¨ªdo que su potencial era enorme, como ahora se est¨¢ demostrando. Es muy caliente, nervioso y fuerte. Y muchas veces me he planteado si conseguir¨ªa hacer algo con ¨¦l, porque nunca se cansa, siempre quiere ir, tira mucho¡ Y ahora por fin hace unos ejercicios espectaculares, va muy bien y tiene mucho futuro", desgrana, esperanzada. El ¨²nico contrapunto, con las miras puestas en Tokio, es que "los jueces lo han visto muy poco, y para que les entre lo deben ver varias veces". As¨ª que su objetivo, "siendo prudente", pasa por acceder a la final.
?Y despu¨¦s? "Tengo cuerda para m¨¢s, sobre todo porque cuento con caballos muy j¨®venes", anuncia, aunque matiza: "Si hago un Juego o dos m¨¢s despu¨¦s de Tokio ya estar¨¢ bien. No quiero ostentar ning¨²n r¨¦cord de ser la persona de m¨¢s edad compitiendo. ?No, por favor! No pretendo ir a unos Juegos y ser la abuelita", bromea, con esa serenidad que transmite, y que se traslada a ese otro di¨¢logo que domina como nadie, el suyo con el caballo, que la ha llevado a ser una maestra ol¨ªmpica.