Vitolo: cronolog¨ªa de un enigma
Tras la ¨²ltima lesi¨®n, en diciembre, se hablaba de tres semanas fuera. Siete meses despu¨¦s de su cesi¨®n a Las Palmas solo suma 104 minutos de juego.


Si ya lo consigui¨® en el verano de 2021 cuando confirm¨® que se quedaba con Jes¨¦ Rodr¨ªguez, Las Palmas volvi¨® a ¡°reventar¡± el pasado mercado veraniego de Segunda Divisi¨®n cuando certific¨® el fichaje de Vitolo, que llegaba cedido por parte del Atl¨¦tico de Madrid. Hab¨ªa esperanza en el seno del equipo grancanario de recuperar el mejor nivel de un futbolista que otrora tuvo excelentes picos de rendimiento tanto en la propia UD como en el Sevilla o el Atl¨¦tico de Madrid. Sea como fuere, estaba destinado a ser, junto a su compa?ero e ¨ªntimo amigo Jonathan Viera, uno de los futbolistas m¨¢s decisivos Segunda Divisi¨®n.
¡°Conozco su caso, y est¨¢ todo superado. Volveremos a ver al Vitolo de la Uni¨®n Deportiva¡±, afirm¨® en su d¨ªa Miguel ?ngel Ram¨ªrez, m¨¢ximo accionista y presidente de Las Palmas, acerca del extremo grancanario, que estaba a punto de iniciar su tercera etapa en el primer equipo del club en el que se form¨®. Sin embargo, las expectativas e ilusi¨®n generadas con este sonoro fichaje no pueden estar m¨¢s lejos de la realidad.
La llegada de Vitolo se hizo oficial el pasado 21 de julio, cuando Atl¨¦tico de Madrid y Las Palmas anunciaron la cesi¨®n hasta el pr¨®ximo 30 de junio. Aunque la entidad insular ya estaba perfectamente informada de sus problemas en la rodilla izquierda, de la cual tuvo que ser intervenido en verano, decidi¨® seguir adelante, pasando adem¨¢s el propio Vitolo el obligatorio reconocimiento m¨¦dico. Se incorpor¨® directamente a la concentraci¨®n de pretemporada que la Uni¨®n Deportiva estaba llevando a cabo en Marbella, por lo que su integraci¨®n se har¨ªa poco a poco, despacito y con buena letra. Igual que ahora, siete meses despu¨¦s. Y no por falta de ganas del hombre. ¡°Cambiar¨ªa alguno de mis t¨ªtulos por ascender. Nadie tiene m¨¢s ganas que yo de que Vitolo vuelva¡±, afirmaba desde suelo malague?o.
Se qued¨® en blanco durante toda la pretemporada, sin participar ni en los amistosos de Marbella ni en los de Gran Canaria. Se le esperaba para la primera jornada de liga, cuando el Zaragoza visit¨® el Estadio de Gran Canaria el 13 de agosto, pero tampoco. Garc¨ªa Pimienta insist¨ªa en lo de siempre. ¡°Lo que tengo muy claro, y se lo he dicho tanto a ¨¦l como al resto del staff y equipo m¨¦dico, es que tiene que encontrarse bien, que no se marque ning¨²n d¨ªa, ninguna fecha, absolutamente nada¡±, dec¨ªa el entrenador de Las Palmas. Pero la incertidumbre crec¨ªa
Tanto fue as¨ª, que su debut no lleg¨® hasta casi tres meses despu¨¦s de anunciarse el fichaje. Se empez¨® a ver algo de luz aquel 15 de octubre en Ponferrada (0-1), cuando Vitolo volvi¨® a ponerse la camiseta de Las Palmas por tercera vez en partido oficial. Fueron apenas dos minutos, pero que supieron a gloria. El extremo ya hab¨ªa hecho lo m¨¢s dif¨ªcil, por lo que tocaba ir haci¨¦ndose un hueco poco a poco. Parec¨ªa que el 7 de la Uni¨®n Deportiva progresaba adecuadamente. Tras aquella cita leonesa, 11? jornada liguera, enganch¨® participaciones consecutivas ante Cartagena (20 minutos), Huesca (15) y Burgos (24).
Frenazo.
Tras ese partido ante el conjunto burgal¨¦s le lleg¨® un nuevo frenazo, pues nuevos problemas f¨ªsicos, musculares en este caso, le retuvieron en la enfermer¨ªa hasta el 3 de diciembre, cuando reapareci¨® en Gij¨®n (11 minutos). Tres d¨ªas despu¨¦s jug¨® 26 en Oviedo, su tope de la temporada. Parec¨ªa, ahora s¨ª, que su recuperaci¨®n definitiva era un hecho.
Sin embargo, se qued¨® en eso. En parecerlo. El 11 de diciembre tocaba darle todav¨ªa m¨¢s minutos a Vitolo, pues sus ganas y, sobre todo, sensaciones f¨ªsicas as¨ª lo exig¨ªan. De hecho, tocaba remontar un partido que el Albacete iba ganando al descanso (0-1) y gan¨® al final (1-2), por lo que hab¨ªa que revolucionar al equipo, como pens¨® Garc¨ªa Pimienta. As¨ª, tras los 15 minutos de par¨®n, Vitolo entr¨® al c¨¦sped con todas las ganas del mundo sustituyendo a ?lex Su¨¢rez. Sin embargo, casi sin darle a tiempo a sentirse dentro del partido, volvi¨® el v¨ªa crucis. A los cinco minutos de entrar, mano a la pierna, cuerpo a tierra, golpe de rabia y cambio sobre la marcha.
Con el rostro anegado por las l¨¢grimas, Vitolo abandonaba el c¨¦sped del Gran Canaria con el pleno convencimiento de que tocaba volver a empezar, como si nunca pudiera salir de la casilla de salida en este tortuoso camino de las lesiones. ¡°S¨¦ que hay gente cr¨ªtica, que no entiende nada, pero tampoco lo entiendo yo. Mis compa?eros son testigos de que me dejo todo en los entrenamientos y mi familia de que me cuido como el que m¨¢s¡±, asegur¨® el propio futbolista. Lo f¨ªsico se mezclaba entonces con la psique, un c¨®ctel de resaca demoledora: ¡°No dejar¨¦ de luchar, sobre todo por mis hijos, no quiero dejar esto sin que ellos puedan verme feliz de nuevo. Las l¨¢grimas y el dolor de ayer son inexplicables, nunca me hab¨ªa sentido as¨ª. Prometo que seguir¨¦ peleando por la gente que me quiere y por la gente que cree en m¨ª¡±.
El 14 de diciembre, tres d¨ªas despu¨¦s de aquella desgraciada noche contra el Albacete, Las Palmas anunci¨® ¡°un tiempo de baja aproximado de tres semanas seg¨²n evoluci¨®n¡±. La misma ha ido infinitamente peor de lo esperado, pues su ausencia ya va camino de los dos meses y medio y nada se sabe acerca de su recuperaci¨®n. Ni siquiera se le observa en las im¨¢genes de los entrenamientos que sirve el club, cerrado a cal y canto, bunkerizada la Ciudad Deportiva, imposible la entrada, salvo a las ruedas de prensa, de elementos externos al club. Entrenador y dirigentes insisten en no meterle presi¨®n, pero tampoco es que se pueda contar con ¨¦l. Apenas ha jugado 104 minutos en siete partidos, siempre saliendo desde el banquillo. A d¨ªa de hoy, justo siete meses despu¨¦s de certificarse el so?ado regreso a Las Palmas, su regia contin¨²a siendo un enigma.