Un misil de Unai desata la locura

Vallecas sabe sufrir, pero tambi¨¦n divertir. El Rayo empez¨® perdiendo, con un gol de Boy¨¦ en el primer disparo del Elche, aunque encontr¨® premio a su persistencia. Camello ¡ªesta vez s¨ª¡ª consigui¨® el empate y ese parec¨ªa el destino inamovible del partido, para desesperaci¨®n de la parroquia franjirroja, que viv¨ªa de un uy a otro. Eso s¨ª, la fe se reencarn¨® en Unai L¨®pez, que en el 95¡ä dibuj¨® una volea que confirma el resurgir de Vallecas y la sentencia de Francisco, cuyo equipo sigue colista tras haber sumado un punto de 21 posibles.

El choque se presentaba el¨¦ctrico. El Rayo ten¨ªa clara la estrategia, hacerse con el bal¨®n y amedrentar al rival, de primeras, tirando de eso, de estrategia. Y aunque Boy¨¦ trat¨® de sorprender a Dimitrievski, d¨¢ndose la vuelta y armando una volea lejan¨ªsima que muri¨® fuera; el primer tiro a puerta del duelo lo firm¨® ?lvaro. Al m¨¢s puro estilo Iraola, con la verticalidad por bandera. Un robo en campo contrario, apenas un par de toques, velocidad de crucero y un trallazo del extremo franjirrojo que repeli¨® Edgar. Los decibelios sub¨ªan, pero fue Lejeune quien los dispar¨® con un gol de cabeza invalidado por fuera de juego.

Trataban de asomar la cabeza los ilicitanos y, en su primer acercamiento entre los tres palos, demostraron una eficacia total. Gumbau bot¨® un c¨®rner y Boy¨¦ no perdon¨®. El argentino entr¨® a la carrera y aprovech¨® la mala salida de Dimitrievski para cabecear el 0-1. Sin tiempo para lamentos, a rengl¨®n seguido, ?lvaro arm¨® la zurda y estrell¨® su misil en el larguero. Se barruntaba el empate de unos locales que hab¨ªan sido superiores durante toda la primera mitad. Isi le sirvi¨® la pelota a Trejo y el capit¨¢n, de tac¨®n, se la dej¨® a Camello para que ¨¦ste con la zurda (y tras impactar en Fede) trazara una par¨¢bola imparable. Merecida recompensa para el delantero, despu¨¦s de que en San Mam¨¦s le anularan dos tantos. Al fin celebr¨® su primera diana con la camiseta rayista. Lo intent¨® de nuevo la Franja, aunque Fede sofoc¨® el peligro y apenas hubo tiempo para m¨¢s porque Figueroa V¨¢zquez no a?adi¨® ni un minuto al 45.

El descanso trajo una leve reacci¨®n verdiblanca. Catena sac¨® en el ¨¢rea un peligroso remate de Ra¨²l Guti y luego fue Dimitrievski quien vol¨® con los pu?os fuera para desviar un disparo de Roger. Al Rayo se le estaba atragantando el encuentro e Iraola movi¨® ficha, dando entrada a Unai L¨®pez, para volver a coger las riendas del mediocampo. Pronto irrumpi¨® Isi para sacarse un zurdazo de la chistera y el esf¨¦rico se march¨® alto por muy poco. El murciano activ¨® el desfibrilador y volvi¨® a dar una descarga a la contienda. El extremo encontr¨® en Falcao a su mejor socio, ellos se guisaron y comieron otra buena oportunidad. Isi hizo una pared con el Tigre y Edgar, un parad¨®n.

Los vallecanos iban apretando la soga y ahogando al Elche, metido en su ¨¢rea. Prob¨® Ciss sin demasiado peligro y ?lvaro volvi¨® a acariciar su gol, pero el tiro termin¨® demasiado cruzado. La tensi¨®n adquir¨ªa protagonismo, con faltas te?idas de amarillas, cuatro en apenas diez minutos y todas ellas visitantes. El sufrimiento se visti¨® de verdiblanco cuando Bad¨ªa fren¨® el 2-1 de Ciss y luego, de franjirrojo cuando Tete Morente chut¨® fuera una clar¨ªsima. Y como hasta el rabo todo es toro, las 11.662 almas que poblaron las gradas enloquecieron con la remontada in extremis, gracias a un golazo de Unai L¨®pez. Un vole¨®n desde la frontal para hundir m¨¢s al farolillo rojo, el conjunto m¨¢s goleado de Primera, y desatar la locura entre el rayismo, que pone otra piedra m¨¢s en la reconstrucci¨®n de su fort¨ªn.