Un lugar para crecer
El Betis visita a la Roma esta noche con la clara ambici¨®n de atar el primer puesto de su grupo en la Europa League. Manuel Pellegrini y Mourinho se vuelven a ver las caras.


Al Betis nadie le prometi¨® que todos los caminos condujeran a Roma. Pero encontr¨® el suyo. Lo fabric¨® con la llegada de Manuel Pellegrini y alcanz¨® la posibilidad de levantar la mano en citas como la de hoy. Hay m¨¢s en escena que la lucha por un primer puesto de grupo de esta Europa League. Hay m¨¢s que un duelo de banquillos entre dos leyendas como Pellegrini o Mourinho. El Betis quiere dejar su huella en un escenario de grandeza para alargar su deseo de crecer y de dejar atr¨¢s lo que ya no quiere ser (sigue el partido en directo en As.com).
El tiempo no vuelve. Ni siquiera en la Ciudad Eterna. Por eso Pellegrini ir¨¢ con todo, aunque agarrado a la base de su filosof¨ªa. No dejar¨¢ de ser ¨¦l por las ansias de ganar a nadie. El Betis tiene a Fekir. La Roma, a Dybala. Son las dos grandes estrellas de dos proyectos deseosos de aspirar a este torneo. Con dos equipos opuestos en intenciones y estilos, pero igual de competitivos. Si el partido huele a tensi¨®n por aspiraciones, sabe a magia por lo que hay sobre el c¨¦sped. Pellegrini rot¨® a medias ante el Celta. Y se espera que haga un amago en el Ol¨ªmpico. Luiz Felipe quiere su redenci¨®n tres d¨ªas despu¨¦s, Bravo recupera su liderazgo europeo, Guido har¨¢ lo que le pide su dorsal cinco y Fekir pretende ser Fekir. El franc¨¦s centra los focos y, con Canales y William Carvalho a su lado, suele justificarlos. En punta, tanto Willian Jos¨¦ como Borja Iglesias aspiran a ser esa baza que trastoque la siempre contundente zaga de un equipo de Mourinho.
La Roma llega feliz. Gan¨® al Inter con un dibujo perfecto de Dybala y quiere dejar claro al Betis que a¨²n tiene palabra en este grupo. Su zaga de tres centrales cumple con los prop¨®sitos de su t¨¦cnico, Matic equilibra en el caos y Zaniolo fabrica cosas m¨¢s imprevisibles. Belotti opta a una oportunidad para advertir que su otrora brillantez no est¨¢ en el olvido, aunque tiene ventaja Abraham. Parece una batalla de valent¨ªa. Pero es mucho m¨¢s.