Un baile de so?adores

La Conference League abre las puertas al Betis para sugerirle una invitaci¨®n a seguir caminando por Europa. No era quiz¨¢s el plan trazado por Manuel Pellegrini a inicios de campa?a, pero esta inesperada curva conduce a una oportunidad de oro para el equipo verdiblanco. Es la resaca del sue?o roto de la Europa League. Pero nadie pretende bajarse de un tren con regalos que pueden saber a gloria. Es una prueba de ambici¨®n deportiva para un Betis que tiene por objetivo seguir viviendo noches como la de hoy. Es tambi¨¦n un desaf¨ªo econ¨®mico que podr¨ªa dar aire al proyecto si el cierre de esta aventura llega a Atenas. Y es ilusi¨®n. La de un Villamar¨ªn ansioso por momentos ¨¦picos a nivel continental.

Este estreno de Conference llega con el Dinamo de Zagreb como rival. El equipo croata, experimentado en Europa, tiene la esperanza de apuntar m¨¢s hitos a un palmar¨¦s que recuerda con cierto miedo a lejan¨ªa su Copa de Ferias de 1967. Desde Zagreb a Sevilla para medir las templanzas del cuarto proyecto de Pellegrini en Heli¨®polis. Para probar si hay a¨²n ingredientes de esp¨ªritu ganador en un equipo que asimil¨® con maestr¨ªa el sello competitivo de su entrenador. Para el Betis hay un nuevo sue?o en escena. Y su primer paso es lograr el pasaporte a los octavos de final de esta competici¨®n.

El cuadro b¨¦tico llega a la cita con m¨¢s frenos que argumentos. Pellegrini dispone de doce jugadores de campo adem¨¢s del pu?ado de canteranos que se incluye en su convocatoria. Es fruto de la gesti¨®n de una lista UEFA condicionante y del amplio abanico de lesiones que golpean al equipo. Sin su bandera, Isco, y sin los ¨²ltimos en aterrizar. Ni Chimy ni Fornals est¨¢n inscritos mientras Bakambu tard¨® m¨¢s de lo debido en regresar de su Copa de ?frica. Pero siempre hay una receta en el cuaderno del t¨¦cnico chileno. La hubo desde que lleg¨®. En ella luce una versi¨®n esperanzadora de Nabil Fekir. De su f¨²tbol parten muchas de las opciones de este Betis de alargar su periplo europeo. La valent¨ªa de Abde y la resiliencia de Willian Jos¨¦ quieren hacer lo dem¨¢s.

El Dinamo de Zagreb se agarra a su poder¨ªo f¨ªsico y a la magia de Martin Baturina, un joven de 20 a?os que escucha de fondo las temibles comparaciones con Luka Modric. Europa ya lo vigila de cerca mientras ¨¦l luce su dorsal diez sin que la sombra del madridista lo persiga. Su mejor aliado es Bruno Petkovic, el nueve f¨ªsico de la selecci¨®n croata que suma doce goles en lo que va de campa?a. El Dinamo llega sin hinchas pero con m¨¢s f¨²tbol del que reflej¨® hasta el momento. El Villamar¨ªn, mientras, espera en vilo otro impulso de su equipo. Quiz¨¢s sea m¨¢s necesario que nunca en pleno ascenso hacia ese f¨²tbol a?orado que nunca quiso irse.