No ser¨¢ Nervi¨®n, ser¨¢ el infierno

Diez minutos despu¨¦s del final del partido en el Juventus Stadium la grada de la afici¨®n sevillista, ¨²nica que quedaba por desalojar en el campo, recuperaba la voz y el esp¨ªritu el planchazo que le supuso el empate postrero de Gatti cuando se hab¨ªa cumplido el descuento. Al momento aparec¨ªan varios miembros de la plantilla para terminar de lamerse las heridas y cantar juntos, en una especie de conjura que mira a la vuelta del pr¨®ximo jueves en Nervi¨®n.

El vaso de esa ¡®victoria interruptus¡¯ no es que se viera medio lleno, es que se ve¨ªa muy lleno en el seno de la expedici¨®n sevillista que regresaba a la capital hispalense en la ma?ana del viernes, con el tiempo justo para preparar un duelo que ahora mismo se ve como una mera incomodidad, el que debe jugar el domingo en Zorrilla ante el Valladolid. Mendilibar no arriesgar¨¢ a ning¨²n cansado ni tocado ante el equipo pucelano. Aunque los efectivos est¨¢n muy justos el empate obligar¨¢ a ganar (casi otra vez) a un gigante como la Juventus, hay confianza m¨¢xima en las posibilidades del Sevilla.

Nervi¨®n fija su mirada de manera casi exclusiva en lo que queda esta semifinal. 90 (o 120 minutos) que en el Ram¨®n S¨¢nchez-Pizju¨¢n intentar¨¢n hacer ¡®molto longos¡¯, como fueron los de cuartos contra el Manchester United. Aquella noche, el coliseo de Eduardo Dato vivi¨® una noche m¨¢gica para la historia que la afici¨®n, liderada por el grupo ultra Biris Norte, comenz¨® anoche a intentar replicar.

Si contra los ingleses el estadio se visti¨® completamente blanco, para acabar de convertirlo en un aut¨¦ntico manicomio, la consigna inicial para el pr¨®ximo jueves es darle a las gradas un completo color rojo. Arder¨¢ Nervi¨®n ante la Juventus, como si fuera el mism¨ªsimo infierno.