Isco desatasca al Betis

Isco es oro para este Betis. ?l gobern¨® sobre el c¨¦sped del Villamar¨ªn cuando su equipo carec¨ªa de ideas y apareci¨® en el ¨¢rea para definir con un brillante remate de cabeza la remontada del conjunto de Manuel Pellegrini ante un valiente Sparta de Praga. Convirti¨® una tarde gris en una disfrazada de gloria. Lo hizo con otra aparici¨®n estelar que sorprendi¨® al ordenado rival checo y dictamin¨® que los puntos deb¨ªan quedarse en Heli¨®polis para que el sue?o europeo pudiera sostenerse en el tiempo. Assane, el canterano de moda, volvi¨® a anotar por tercer duelo consecutivo para iniciar la reacci¨®n de un equipo b¨¦tico que celebra el triunfo pero no las sensaciones. A Pellegrini le queda mucho por pulir en su Betis 4.0.

El inicio se asemej¨® a la locura. Pellegrini coloc¨® a Marc Roca como improvisado central y pronto el Sparta castig¨® esa obligada improvisaci¨®n. Un toque de Kuchta, un pase medido de Rynes al espacio y la aparici¨®n de Birmancevic para plantarse ante Rui Silva y resolver con eficacia. Casi no hab¨ªa tiempo para respirar. El equipo checo no puso pausa al duelo y su presi¨®n arriba se mantuvo. Un mal control de Wiesner evit¨® otro susto para un Betis que no encontraba caminos hacia el ¨¢rea del Sparta hasta que Pezzella lanz¨® un pase largo hacia Assane. El meta Vindahl calcul¨® mal su salida y el canterano b¨¦tico confirm¨® su estado de gracia al aceptar el regalo y anotar su tercer tanto en tres partidos consecutivos.

El Betis quiso el bal¨®n y apenas lo tuvo. El cuadro de Brian Priske era m¨¢s intenso, m¨¢s din¨¢mico y m¨¢s imprevisible. Plant¨® a sus carrileros en campo contrario y ni Isco ni William Carvalho lograban pausar ese ritmo diab¨®lico. Pellegrini ansiaba esa pausa en la que su equipo suele reinar. Borja buscaba los espacios sin encontrarlos y Haraslin tuvo en sus botas la opci¨®n del 1-2 tras un error de Rui Silva. Su disparo no fue preciso. Tampoco estuvo acertado Abde en su ¨²nica aparici¨®n del primer tiempo. El descanso parec¨ªa aire para los verdiblancos.

Pellegrini tir¨® de Abner y Ayoze para revolucionar su banda izquierda. Con ello encontr¨® m¨¢s intensidad en la presi¨®n y menos sufrimiento en las p¨¦rdidas. Isco se parec¨ªa un poco m¨¢s a Isco. Menos alejado de la pelota. M¨¢s cerca de los ¨²ltimos pases. El malague?o tuvo un lanzamiento de falta que se escap¨® por poco. Quer¨ªa profundidad el equipo de Pellegrini, pero Assane apenas interven¨ªa en una banda derecha en la que irrumpi¨® Aitor Ruibal para protagonizar una diagonal que no pudo definir ni ¨¦l ni Borja Iglesias.

Aceler¨® el Betis conforme se asomaba el cierre y el Sparta se asust¨® cuando sus fuerzas ya escaseaban. Era la hora de Isco. Que agarraba el bal¨®n en su campo y dirig¨ªa una orquesta desafinada pero a¨²n activa. Y en una acci¨®n por la banda diestra, el exmadridista comprendi¨® que quiz¨¢s era ¨¦l quien pod¨ªa conquistar el espacio en vez de crearlo. Ley¨® Guido su movimiento hacia el ¨¢rea y le coloc¨® un servicio perfecto para que el malague?o ajustara un remate de cabeza perfecto para batir a Vindahl y despertar al Villamar¨ªn. El Betis encontr¨® a su figura en lo que fue uno de sus d¨ªas m¨¢s grises como colectivo. Mir¨® el reloj Pellegrini y Karabec roz¨® las tablas en un cierre de nervios. Hay vida en Europa para el Betis. La que Isco quiso que hubiera.

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